viernes, 29 de abril de 2016

¿ Y VOS PAGÁS POR ESO?.... LO LLAMAN SADO MASOCA


"De aquí no se sale: sólo los muertos lo consiguen." Con 16 años, René se siente enterrada en vida. Es una adolescente problemática de 1938 y, en plena intolerancia con el diferente, la asistencia social apenas concibe una salida para las chicas como ella: encerrarla en un neuropsiquiátrico y tirar la llave.

 Así empieza The Town of Light, el sensacional videojuego que se presenta como "un thriller psicológico en primera persona, inspirado en hechos y lugares reales" y que expresa el terror máximo de cualquier persona en sus cabales: si es cierto que una de las peores cosas de la locura es el aislamiento, porque aquel que la padece no puede hablar de ella, ¿existe pesadilla mayor para el cuerdo que ser confundido con un loco? El videojuego acaba de salir para PC doblado al español y fue producido por LKA, un estudio italiano que otorga una nueva dimensión a un fenómeno de época: el deep game, o juego profundo, donde el razonamiento cerebral y la exploración del subconsciente dan un sentido metafísico a las palabras que ponen punto final a cualquier aventura, game over.


Hay muchísima más oscuridad que luz en The Town of Light, pero aun así vale la pena sumergirse en el color pálido-manicomio de las paredes acolchadas y de las camas con correas para sujetar a los pacientes. El jueguito es una cosa seria. De un realismo asfixiante, está inspirado en el Ospedale Psichiatrico di Volterra, un elefante blanco para enfermos mentales que funcionaba en las colinas bucólicas de la Toscana italiana y que era célebre por sus métodos brutales: lobotomías, tratamientos de electroshock, castigos físicos y confinamientos solitarios, en veinticinco pabellones terroríficos donde la cruenta psiquiatría del siglo XX ensayó sus técnicas más inhumanas. Los manicomi italianos cerraron en 1978, pero el edificio abandonado del Volterra todavía se mantiene como un testigo ciego, sordo y mudo de los seis mil pacientes que allí fueron torturados.
En el juego, una René ya madura regresa al lugar de sus pesadillas; ella no existió en la vida real, pero fue creada a imagen y semejanza de tantas otras que vieron su inocencia interrumpida mientras estuvieron internadas. "La construimos con credibilidad", dijo sobre su criatura Luca Dalcò, el director de The Town of Light, una parábola sobre la deshumanización, la soledad y el abuso de los enfermos mentales.

La creatividad hoy se expresa en plataformas digitales y el deep game propone la experiencia revulsiva que antes ofrecían la novela o el cine. Pero además, aquí se inaugura un género: el videojuego documental, que con la precisión fáctica y el atractivo visual del Discovery Channel, deja ver la historia a través de los ojos del protagonista.

En el momento en que podés empezar a contar lo que te pasa empieza la cura: un lema del tratamiento psiquiátrico moderno insiste en la importancia de hablar como catarsis terapéutica. A los pacientes del Volterra les tapaban la boca con trapos húmedos y los dejaban atados a sus camas durante días enteros. Y si en la Toscana real la mole perdura como un testimonio de la época en que la enfermedad mental era entendida como una amenaza social que debía ser aislada, en el juego se me deja ser loco por un rato, aterrorizado ante la crueldad de un psiquiatra sádico pero seguro en mi campana de cristal: no necesito que me den el alta para salir de este manicomio. ¿Me quieren volver loco? Cuando apago la computadora, en mi cabeza resuenan las voces ahogadas del Volterra que me dicen que soy Napoleón y yo, muy seguro de que estoy cuerdo, les pido a mis criados que me vistan rápido porque hoy voy apurado.

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