lunes, 17 de junio de 2019

NI UNA MENOS


La plaza es de todas, Ni Una Menos
Resultado de imagen para ni una menos
En la primera marcha de Ni Una Menos tomamos una decisión política: no íbamos a pedir, como en otras manifestaciones ciudadanas, que la gente viniera "sin banderas partidarias". Quisimos que cada uno se comprometiera desde su lugar en un pacto social común. Quienes convocamos a la movilización del 3 de junio de 2015 éramos muy distintas y pensábamos muy distinto acerca de muchas cosas, pero teníamos en común el hartazgo frente a las mujeres y las niñas muertas, y la convicción de que era necesario decir "basta de femicidios". Esa marcha fue masiva por su transversalidad y porque, en esa plaza, mujeres y varones de todas las edades y creencias nos unimos en un reclamo común, en el abrazo a los familiares de las víctimas y a tantas que se animaban, por primera vez, a contar sus historias. Fue un grito unánime contra la violencia machista.
Aquello era un nuevo Nunca más, y también una manera distinta de hacer política: frente a la violencia asesina, impusimos la colaboración y la empatía. Basta con ver el tuit con el que la periodista Marcela Ojeda nos despertó las conciencias: "Mujeres, todas... ¿no vamos a levantar la voz? NOS ESTÁN MATANDO". Era un llamado amplio, inclusivo, que nos interpelaba como mujeres, sin condiciones ni mandatos.
Resultado de imagen para ni una menos
Ni Una Menos se convirtió, desde entonces, en algo imparable, con ramificaciones en todo el país y en el mundo, que inició un cambio social profundo y logró sacar la discusión sobre la violencia machista de las trincheras del feminismo, para ponerla en la agenda cotidiana y política. La nueva generación de chicas que reivindican sus derechos con orgullo y de varones que las acompañan, o el debate sobre la legalización del aborto en la Argentina, habrían sido impensables sin Ni Una Menos, que para muchos aún es -y debería ser siempre- una construcción plural y colectiva, no de un colectivo, porque no tiene dueñas: pertenece a todas las que salen a la calle cada 3 de junio, a las que hacen de esa fecha un día de encuentro y reflexión y a las que cada día desde sus espacios e ideas siguen haciendo propia su consigna original.
Cuatro años después, las marchas de mujeres son igual de convocantes. Dada su masividad, tan envidiable para cualquier partido, quizá era esperable que algunos de los que en 2015 se sumaron con sus banderas propias hoy quieran tapar con ellas a las voces disidentes. Lo que olvidan, cuando leen documentos redactados en asambleas, es que ya no hay forma de contener en ellos lo que moviliza a las miles de argentinas que aún nos sentimos interpeladas por el llamado de Ni Una Menos.
Resultado de imagen para ni una menos
¿Debemos aceptar, acaso, que otras mujeres nos digan en nombre de Ni Una Menos cómo tienen que votar los feminismos, o cuál es la manera correcta de entender la pobreza o sus soluciones? ¿Tenemos que aceptar que una asamblea difunda y nos explique, en nombre de Ni Una Menos, qué modelo económico profundiza más las desigualdades o cuál es mejor, cuando esa plaza que es de todas se levantó precisamente sobre nuestras diferencias? ¿Quién tiene la autoridad moral para enseñarnos, megáfono en mano, cómo tenemos que vivir, votar, querer o hablar, en nombre del feminismo o de Ni Una Menos?
Resultado de imagen para ni una menos
Cuando estuvo en la Argentina, en 2017, la escritora Margaret Atwood quiso conocer de cerca la génesis de las masivas marchas contra la violencia machista en el país cuyo mayor horror -el robo de bebés durante la dictadura y la tortura y desaparición de sus madres- inspiró la trama central de su novela El cuento de la criada. No es casual: si Ni Una Menos es un grito tan potente como Nunca Más, es porque surge de una sociedad que entiende que la lucha contra los femicidios no debe pertenecer a ningún partido, sino convertirse en una verdadera política de Estado. La autora dejó un mensaje que algunas harían bien en recordar: "Ese grito debe seguir siendo inclusivo".

M. F.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.