A veces el mundo de las criptos se asemeja a un gran juego. Al menos pareciera que así se lo toma Elon Musk cuando hace anuncios que hacen subir y bajar de precio a las monedas digitales. En julio escribí un artículo que se llamó “Musk se ríe con (o de las) criptos y la pelea entre stablecoins está que arde” que hacía referencia a ello. Pues bien, Elon lo volvió a hacer.
Esta vez le tocó anunciar que Tesla aceptará pagos hechos en Dogecoin para “algunas mercaderías” y “veremos cómo funciona”. Inmediatamente esa cripto que fue creada como un meme se disparó más de 30%, pasando de US$ 0.16 a US$ 0.21, para luego caer y cotizar en torno a US$ 0.18. A veces pareciera que las criptos son el juguete preferido de Musk y, saben qué, me parece fantástico. En un mundo descentralizado, en el mundo de la libertad, cada uno define el uso que le da a la tecnología.
Aquellos que no viven en el mundo de la libertad son los mineros chinos, esos que allá por mayo fueron “echados” de ese país donde se originaba el mayor porcentaje del hashrate utilizado para mantener a la blockchain de Bitcoin.
La razón era simple: energía subsidiada y controles de capitales.
Recordemos que la renta de la minería está denominada en Bitcoin, lo que implica dólares en el exterior. Sí, no es raro que el negocio también florezca por estas pampas.
En una gran nota para la CNBC, MacKenzie Sigalos explica que los expertos estiman que el 20% de la minería que soporta Bitcoin continúa en aquel país de manera clandestina. Sería esperable que lo mismo ocurra eventualmente en nuestro país, cuestión que debería ser tomada en cuenta por todos aquellos que están invirtiendo en el herramental necesario para minar.
Quienes están poniendo su dinero en placas de video para poder participar en ese proceso de minería deberán prestar atención a lo que dijo Vitalik Buterin en su visita a nuestro país. En una gran entrevista que le hicieron en la Usina del Arte explicó que lo más importante para Ethereum es poder lograr el paso a Proof of Stake sin perder descentralización. Describió varios pasos que podrían llevar a aquella red a procesar 100.000 transacciones por segundo. Faltó, sin embargo, el dato más importante: el plazo para lograrlo.
Es una incógnita que le da fundamento y esperanza a potenciales rivales como Solana, Polkadot o Algorand. El joven ruso-canadiense fue muy claro con respecto a todas esas redes, que aún cuentan con menos del 15% de la capitalización de mercado de Ethereum: ninguna tuvo aún un ataque serio como los que sufrió su red hace algunos años y que la hicieron más resistente. “Lo que no te mata te fortalece”.
Me pregunto si Vitalik habrá usado el Stable-Peso que lanzaron los desarrolladores de nuARS
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