La tercera semana de enero mostró una desaceleración en los precios
INFLACIÓN. Consultoras privadas marcan entre 2% y 4%, con una proyección mensual en torno del 20% para el mes; advierten que falta computar los aumentos de tarifas
Luján Berardi
El rubro alimentos mantiene su preponderancia en los aumentos de precios
Luego de los fuertes aumentos de precios registrados en diciembre, tras la asunción de Javier Milei y las medidas económicas impulsadas por el nuevo gobierno, la tercera semana de enero mostró una desaceleración en el ritmo de la inflación, de acuerdo con los últimos estudios de las consultoras, que arrojaron los números más bajos en los últimos cuatro meses.
Así lo sostiene, por ejemplo, el informe de LCG, que pone el énfasis en el rubro de alimentos y bebidas, y que explica: “La inflación de alimentos se desacelera semana a semana luego del pico de diciembre, pero esto no indica mucho: faltan ajustes de tarifas y otros precios rezagados, y el renovado y gradual atraso cambiario deberá corregirse en marzo/abril, lo que causará nuevos aumentos (aunque de menor magnitud que los de diciembre”).
Según Melisa Sala, economista jefa de esta consultora, detrás de este fenómeno se encuentran los aumentos que varios rubros establecieron tras la devaluación del tipo de cambio oficial del 54% que aplicó el ministro de Economía, Luis Caputo, tras la asunción de Javier Milei en la presidencia. Esto provocó una disparada general de precios, con listas que sufrieron incrementos de entre el 20% y el 40%. De hecho, los alimentos saltaron, en diciembre, casi un 30%, mientras que la inflación general alcanzó el 25,5%, según los últimos datos del Indec.
Ahora, la desaceleración que estima la consultora a través del relevamiento de precios de alimentos y bebidas que realiza semanalmente implica una variación semanal del 2,1%. Y aunque sea un número todavía alto, significa un freno a los valores que se venían registrando: “La inflación promedio mensual [de estos rubros] desaceleró, después de 14 semanas al hilo en alza, ubicándose en 28,6%”, detalla el informe.
Pese a lo positivo de esta noticia, Sala pone el énfasis en que ese 2% semanal significa, todavía, aumentos del 8% mensual, y agrega que, en cuanto al IPC total para enero, proyectan que alcance el 20%, lo que significaría una leve mejora con respecto a diciembre, que con el 25,5% mensual posicionó a la Argentina con la mayor inflación en tres décadas, por encima, incluso, de Venezuela.
Alimentos, protagonista
A pesar de esta tendencia que marca un freno, LCG remarca que el porcentaje de productos con aumentos semanales en el rubro de alimentos y bebidas continúa elevado, y que se ubicó en el 37%.
Por su lado, EcoGo calcula que la inflación de alimentos en enero podría alcanzar el 21,3% mensual.
“Lo que implica una desaceleración respecto del registro del mes previo. Esta estimación considera una proyección de 4% semanal para lo que resta del mes, incorporando la inercia resultante de diciembre”, explica la consultora en su último informe. En cuanto al IPC general, seguiría la tendencia a la baja y se ubicaría en el 19,8% mensual.
Según las mediciones realizadas por OJF Asociados, la inflación semanal fue del 1,4%, lo que también sostiene una desaceleración importante, aunque, como aclaró el director ejecutivo, Fausto Spotorno, a través de su cuenta en X, acumularía un 15,4% en las tres semanas de enero, con un arrastre estadístico de 7,7% desde diciembre. Por otro lado, el economista también aclaró que la inflación núcleo dio 2,3% y acumuló 16,2% en lo que va del mes.
Por su parte, Camilo Tiscornia, de C&T Asesores Económicos, ya había realizado, a principios de este mes, una proyección similar de la inflación de enero, que estaría más cercana al 20%. “La dinámica en diciembre fue muy clara, en el sentido de que hubo un pico muy fuerte en la tercera semana, después de la devaluación, con un aumento considerable en todos los rubros. Después de eso, se produjo una moderación en estos mismos rubros; es más, en algunos, como artículos electrónicos, se vieron leves bajas, con lo cual esa dinámica condiciona mucho enero”, había comentado el economista.
Una razón del mercado para la desaceleración podría radicar, a su vez, en que ya no existen los acuerdos de precios, lo que repercute en que el freno a los ajustes surja por una caída en la demanda. Aunque esta es la tendencia, cabe destacar que todavía falta establecer la adecuación de las tarifas de servicios, lo que podría implicar una presión extra a los números que se esperan para enero.
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Cuasimonedas: qué podría pasar para que se sumen provincias
condiciones. Si la coparticipación y los giros discrecionales cayeran más que el PBI, otros distritos tendrían problemas y seguirían a La Rioja, advierten analistas
Gabriela Origlia
Quintela y el gobernador Kicillof, junto a otros dirigentes opositores en un encuentro reciente
CÓRDOBA.– Por ahora, la cuasimoneda que el gobernador riojano Ricardo Quintela emitirá es una experiencia que otras provincias no prevén repetir. Pero si las caídas de la coparticipación y de las transferencias arbitrarias fueran mayores que las del PBI, se encienden luces de alerta. El freno del proyecto para volver atrás con los cambios en Ganancias complica las finanzas provinciales. Si esa iniciativa no avanzara, la coparticipación podría caer hasta un punto del PBI, según estimaciones del Iaraf, a lo que se sumaría el recorte definitivo que quede de los giros no coparticipables, que en 2023 fueron equivalentes a otro punto del PBI.
La emisión de hasta el equivalente a $22.500 millones del bono riojano (Bocade) no tiene impacto macroeconómico por el tamaño de la provincia. Por supuesto, otra sería la historia –coinciden los economistas– si se sumara una provincia “grande”. A mediados de diciembre, el ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, dejó abierta la posibilidad de que Buenos Aires emita su propia moneda si se corta el financiamiento a la provincia.
En diciembre la coparticipación cayó 19,4% real interanual empujada por los cambios en Ganancias y en el IVA (cuyo efecto ya se suspendió). El Iaraf estima, mensualizando la baja acumulada de la primera quincena de este mes, que en enero la reducción sería de 7,5% real en comparación con enero de 2023.
Las jurisdicciones más afectadas serían Buenos Aires (-11,1%), Salta (-7,8%) y Misiones (-7,4%). Por otro lado, las jurisdicciones con menor caída serían CABA (-4%), La Pampa (-5,5%) y San Luis (-5,6%).
Marcelo Capello, vicepresidente del Ieral de la Fundación Mediterránea, coincide en que la posibilidad de que haya otras emisiones de bonos provinciales depende de la magnitud de las caídas del ingreso y de la del ajuste que lleven adelante los gobernadores.
“En las últimas dos décadas aumentó muchísimo el gasto público, y se requiere que, además de la Nación, las provincias corten. Es probable que algunas, en vez de ajustar, vayan por la opción de la cuasimoneda, que, si cotizan a la par, es un ajuste menos visible”, describe.
Para Nadin Argañaraz, director del Iaraf, si las caídas de las transferencias nacionales son superiores a las del PBI, “se achica el tamaño de la torta y eso es grave”. Insiste en que hay que monitorear cómo se financian las provincias: “Puede que algunas se tienten con las cuasimonedas; muchas este año pasarán a tener déficit primario”.
Por supuesto que, además de caer los giros nacionales, por la recesión y la inflación se desmoronarán los ingresos propios de las jurisdicciones. Los dos economistas consultados por coinciden la nacion en que el ajuste vendrá por la licuación de salarios, que seguramente acompañarán la evolución de los ingresos fiscales y no a la inflación. Es la forma de bajar el peso del gasto en sueldos, que promedia el 60% de los presupuestos provinciales.
El economista deBlackT oro Global Investments Fernando Marengo sostiene que la emisión de La Rioja se debe a que los gobernadores “no tienen la voluntad de hacer ajuste fiscal”.
Parecidos y diferencias
En los cruces en redes sociales entre el riojano Quintela y Javier Milei, el Presidente ironizó al saludar que habrá “competencia de monedas” y alertó que la Nación no rescatará los bonos provinciales.
Argañaraz enfatiza que es “crucial” que no haya rescate nacional; señala que la cuasimoneda es un financiamiento y que la clave es que “apenas la provincia emisora tenga el dinero la rescate”. No ve una situación similar a la de 2001, cuando estos bonos se generalizaron porque “no había financiamiento voluntario”.
Entiende que las provincias “van a echar mano al ajuste salarial real” repitiendo lo que hicieron en 2018, cuando “lograron un colchón” que les permitió tener superávit.
Según datos del Ieral, entre 2001 y 2003, una decena de provincias emitieron cuasimonedas. La cotización fue heterogénea; en función de los promedios, la de Corrientes (Cecacor) fue de las de peor cotización, con 50% de su valor; en Chaco y Formosa se movieron entre 65% y 70%, mientras que en Buenos Aires y Córdoba estuvieron arriba del 90%.
Capello explica que la baja cotización de la correntina fue porque era el distrito que más había emitido en términos relativos: puso en circulación el equivalente a su base monetaria. Los $22.500 millones que podría emitir La Rioja equivalen al 35% de su base monetaria de diciembre. “En función de a cuánto cotice, se mueve el costo político”, añade, y admite que pueden generar alguna inflación adicional en donde circulan porque los precios fijados se ponen más arriba.
Marengo propone analizar cada emisión equiparando a la provincia con un país. Si esta “moneda” no es demandada internamente, “se genera excedente y pierde valor”, con el agregado de que entorpece las operaciones con sus vecinas. “El mecanismo de ajuste es el desagio. Hay inflación con esa cuasimoneda, con lo que el ajuste lo paga el mismo empleado público. El ajuste es inevitable”.
Tanto la ley de responsabilidad fiscal como el programa de unificación monetaria de 2003 (salió cuando la Nación rescató las cuasimonedas de aquellos años) establecen el compromiso de las provincias de no volver a emitir, pero no aparece castigo efectivo alguno. “La Nación puede enviarle menos transferencias discrecionales –indica Capello–, pero eso es algo que ya anunció la Rosada”.
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El país ocupa el tercer lugar del teletrabajo para el extranjero
informe. Las áreas más buscadas son desarrollo web, educación, finanzas y atención al cliente; hay 250.000 empleados en el mundo
Existe una tendencia que se viene incorporando al mercado laboral en los últimos años: la posibilidad de trabajar en un país de forma remota para el extranjero. Desde la pandemia de Covid-19, que obligó a repensar la tecnología y generar nuevos métodos para desempeñarse en diversos sectores, el talento argentino se volcó fuertemente a esta modalidad, que trae aparejado un beneficio adicional: el cobro en dólares.
Desde entonces, esta tendencia no paró de crecer y la Argentina se posicionó en el tercer lugar del ranking de países con más trabajadores contratados desde el exterior (después de Filipinas y Estados Unidos), según el Reporte del Estado de la Contratación Global, que lleva a cabo la plataforma de recursos humanos Deel, que también estima que los “nómades digitales” a nivel mundial hoy superan los 250.000 trabajadores.
“El talento argentino ya no conoce fronteras. Más allá de su nivel de educación, el compromiso y la flexibilidad como las principales aptitudes que llaman la atención de las empresas extranjeras, se destaca su rápida adopción de las nuevas tecnologías como habilidad fundamental para posicionarse ante tanta competitividad”, detalla el informe.
El dato relevante no es solo a nivel nacional, ya que Buenos Aires se encuentra entre las cinco ciudades con mayor número de personas que trabajan para empresas del exterior. De hecho, comparte ese listado corto con Londres, Toronto, Madrid y San Francisco. “La ciudad se mantiene firme también luego de tres años de análisis”, agrega.José Lezama, director del Centro de Producción Documental de GEO Estudio y Opinión, se refirió al talento argentino en una nota de la nacion:
“Lo que está pasando es que el recurso humano argentino tiene un muy buen nivel educativo universitario. La Universidad de Buenos Aires termina siendo en los rankings la universidad iberoamericana más importante y eso es un sello de calidad difícil de encontrar en otros países”.
El documento de Deel detalla que, en su mayoría, los empleadores que contratan talentos argentinos provienen de Estados Unidos, Reino Unido, México y Chile. Si bien gran parte se desempeñan en tecnología, algunos de los roles que más se buscan están vinculados con la educación, las finanzas y la atención al cliente, además de aquellas tareas relacionadas con desarrollo de web y programación.
En este último caso, el sueldopromedio anual en 2023 para un ingeniero de software senior fue de US$171.300, lo que implica ingresos mensuales por US$14.275. En la Argentina, como contraste, el salario mínimo en diciembre fue de $156.000, por lo que el ingreso que se obtiene al trabajar para afuera es ampliamente superador. De hecho, esta es una de las principales razones para que muchas empresas busquen el talento nacional: los salarios en dólares son bajos, por lo que un argentino puede trabajar por un monto menor que personas de otros países.
Sin embargo, el cobro puede resultar un problema. Durante la gestión de Sergio Massa como ministro de Economía, un exportador de servicios podía ingresar hasta US$12.000 anuales, según la comunicación 7518 del Banco Central (BCRA), emitida en junio de 2022. Hoy, esa norma continúa vigente, según la página del BCRA, por lo que el cupo es el mismo. Otro inconveniente es que puede tener que esperar hasta 180 días para poder ingresar su dinero al país, con varias restricciones.
Luego de los fuertes aumentos de precios registrados en diciembre, tras la asunción de Javier Milei y las medidas económicas impulsadas por el nuevo gobierno, la tercera semana de enero mostró una desaceleración en el ritmo de la inflación, de acuerdo con los últimos estudios de las consultoras, que arrojaron los números más bajos en los últimos cuatro meses.
Así lo sostiene, por ejemplo, el informe de LCG, que pone el énfasis en el rubro de alimentos y bebidas, y que explica: “La inflación de alimentos se desacelera semana a semana luego del pico de diciembre, pero esto no indica mucho: faltan ajustes de tarifas y otros precios rezagados, y el renovado y gradual atraso cambiario deberá corregirse en marzo/abril, lo que causará nuevos aumentos (aunque de menor magnitud que los de diciembre”).
Según Melisa Sala, economista jefa de esta consultora, detrás de este fenómeno se encuentran los aumentos que varios rubros establecieron tras la devaluación del tipo de cambio oficial del 54% que aplicó el ministro de Economía, Luis Caputo, tras la asunción de Javier Milei en la presidencia. Esto provocó una disparada general de precios, con listas que sufrieron incrementos de entre el 20% y el 40%. De hecho, los alimentos saltaron, en diciembre, casi un 30%, mientras que la inflación general alcanzó el 25,5%, según los últimos datos del Indec.
Ahora, la desaceleración que estima la consultora a través del relevamiento de precios de alimentos y bebidas que realiza semanalmente implica una variación semanal del 2,1%. Y aunque sea un número todavía alto, significa un freno a los valores que se venían registrando: “La inflación promedio mensual [de estos rubros] desaceleró, después de 14 semanas al hilo en alza, ubicándose en 28,6%”, detalla el informe.
Pese a lo positivo de esta noticia, Sala pone el énfasis en que ese 2% semanal significa, todavía, aumentos del 8% mensual, y agrega que, en cuanto al IPC total para enero, proyectan que alcance el 20%, lo que significaría una leve mejora con respecto a diciembre, que con el 25,5% mensual posicionó a la Argentina con la mayor inflación en tres décadas, por encima, incluso, de Venezuela.
Alimentos, protagonista
A pesar de esta tendencia que marca un freno, LCG remarca que el porcentaje de productos con aumentos semanales en el rubro de alimentos y bebidas continúa elevado, y que se ubicó en el 37%.
Por su lado, EcoGo calcula que la inflación de alimentos en enero podría alcanzar el 21,3% mensual.
“Lo que implica una desaceleración respecto del registro del mes previo. Esta estimación considera una proyección de 4% semanal para lo que resta del mes, incorporando la inercia resultante de diciembre”, explica la consultora en su último informe. En cuanto al IPC general, seguiría la tendencia a la baja y se ubicaría en el 19,8% mensual.
Según las mediciones realizadas por OJF Asociados, la inflación semanal fue del 1,4%, lo que también sostiene una desaceleración importante, aunque, como aclaró el director ejecutivo, Fausto Spotorno, a través de su cuenta en X, acumularía un 15,4% en las tres semanas de enero, con un arrastre estadístico de 7,7% desde diciembre. Por otro lado, el economista también aclaró que la inflación núcleo dio 2,3% y acumuló 16,2% en lo que va del mes.
Por su parte, Camilo Tiscornia, de C&T Asesores Económicos, ya había realizado, a principios de este mes, una proyección similar de la inflación de enero, que estaría más cercana al 20%. “La dinámica en diciembre fue muy clara, en el sentido de que hubo un pico muy fuerte en la tercera semana, después de la devaluación, con un aumento considerable en todos los rubros. Después de eso, se produjo una moderación en estos mismos rubros; es más, en algunos, como artículos electrónicos, se vieron leves bajas, con lo cual esa dinámica condiciona mucho enero”, había comentado el economista.
Una razón del mercado para la desaceleración podría radicar, a su vez, en que ya no existen los acuerdos de precios, lo que repercute en que el freno a los ajustes surja por una caída en la demanda. Aunque esta es la tendencia, cabe destacar que todavía falta establecer la adecuación de las tarifas de servicios, lo que podría implicar una presión extra a los números que se esperan para enero.
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Cuasimonedas: qué podría pasar para que se sumen provincias
condiciones. Si la coparticipación y los giros discrecionales cayeran más que el PBI, otros distritos tendrían problemas y seguirían a La Rioja, advierten analistas
Gabriela Origlia
CÓRDOBA.– Por ahora, la cuasimoneda que el gobernador riojano Ricardo Quintela emitirá es una experiencia que otras provincias no prevén repetir. Pero si las caídas de la coparticipación y de las transferencias arbitrarias fueran mayores que las del PBI, se encienden luces de alerta. El freno del proyecto para volver atrás con los cambios en Ganancias complica las finanzas provinciales. Si esa iniciativa no avanzara, la coparticipación podría caer hasta un punto del PBI, según estimaciones del Iaraf, a lo que se sumaría el recorte definitivo que quede de los giros no coparticipables, que en 2023 fueron equivalentes a otro punto del PBI.
La emisión de hasta el equivalente a $22.500 millones del bono riojano (Bocade) no tiene impacto macroeconómico por el tamaño de la provincia. Por supuesto, otra sería la historia –coinciden los economistas– si se sumara una provincia “grande”. A mediados de diciembre, el ministro de Gobierno bonaerense, Carlos Bianco, dejó abierta la posibilidad de que Buenos Aires emita su propia moneda si se corta el financiamiento a la provincia.
En diciembre la coparticipación cayó 19,4% real interanual empujada por los cambios en Ganancias y en el IVA (cuyo efecto ya se suspendió). El Iaraf estima, mensualizando la baja acumulada de la primera quincena de este mes, que en enero la reducción sería de 7,5% real en comparación con enero de 2023.
Las jurisdicciones más afectadas serían Buenos Aires (-11,1%), Salta (-7,8%) y Misiones (-7,4%). Por otro lado, las jurisdicciones con menor caída serían CABA (-4%), La Pampa (-5,5%) y San Luis (-5,6%).
Marcelo Capello, vicepresidente del Ieral de la Fundación Mediterránea, coincide en que la posibilidad de que haya otras emisiones de bonos provinciales depende de la magnitud de las caídas del ingreso y de la del ajuste que lleven adelante los gobernadores.
“En las últimas dos décadas aumentó muchísimo el gasto público, y se requiere que, además de la Nación, las provincias corten. Es probable que algunas, en vez de ajustar, vayan por la opción de la cuasimoneda, que, si cotizan a la par, es un ajuste menos visible”, describe.
Para Nadin Argañaraz, director del Iaraf, si las caídas de las transferencias nacionales son superiores a las del PBI, “se achica el tamaño de la torta y eso es grave”. Insiste en que hay que monitorear cómo se financian las provincias: “Puede que algunas se tienten con las cuasimonedas; muchas este año pasarán a tener déficit primario”.
Por supuesto que, además de caer los giros nacionales, por la recesión y la inflación se desmoronarán los ingresos propios de las jurisdicciones. Los dos economistas consultados por coinciden la nacion en que el ajuste vendrá por la licuación de salarios, que seguramente acompañarán la evolución de los ingresos fiscales y no a la inflación. Es la forma de bajar el peso del gasto en sueldos, que promedia el 60% de los presupuestos provinciales.
El economista deBlackT oro Global Investments Fernando Marengo sostiene que la emisión de La Rioja se debe a que los gobernadores “no tienen la voluntad de hacer ajuste fiscal”.
Parecidos y diferencias
En los cruces en redes sociales entre el riojano Quintela y Javier Milei, el Presidente ironizó al saludar que habrá “competencia de monedas” y alertó que la Nación no rescatará los bonos provinciales.
Argañaraz enfatiza que es “crucial” que no haya rescate nacional; señala que la cuasimoneda es un financiamiento y que la clave es que “apenas la provincia emisora tenga el dinero la rescate”. No ve una situación similar a la de 2001, cuando estos bonos se generalizaron porque “no había financiamiento voluntario”.
Entiende que las provincias “van a echar mano al ajuste salarial real” repitiendo lo que hicieron en 2018, cuando “lograron un colchón” que les permitió tener superávit.
Según datos del Ieral, entre 2001 y 2003, una decena de provincias emitieron cuasimonedas. La cotización fue heterogénea; en función de los promedios, la de Corrientes (Cecacor) fue de las de peor cotización, con 50% de su valor; en Chaco y Formosa se movieron entre 65% y 70%, mientras que en Buenos Aires y Córdoba estuvieron arriba del 90%.
Capello explica que la baja cotización de la correntina fue porque era el distrito que más había emitido en términos relativos: puso en circulación el equivalente a su base monetaria. Los $22.500 millones que podría emitir La Rioja equivalen al 35% de su base monetaria de diciembre. “En función de a cuánto cotice, se mueve el costo político”, añade, y admite que pueden generar alguna inflación adicional en donde circulan porque los precios fijados se ponen más arriba.
Marengo propone analizar cada emisión equiparando a la provincia con un país. Si esta “moneda” no es demandada internamente, “se genera excedente y pierde valor”, con el agregado de que entorpece las operaciones con sus vecinas. “El mecanismo de ajuste es el desagio. Hay inflación con esa cuasimoneda, con lo que el ajuste lo paga el mismo empleado público. El ajuste es inevitable”.
Tanto la ley de responsabilidad fiscal como el programa de unificación monetaria de 2003 (salió cuando la Nación rescató las cuasimonedas de aquellos años) establecen el compromiso de las provincias de no volver a emitir, pero no aparece castigo efectivo alguno. “La Nación puede enviarle menos transferencias discrecionales –indica Capello–, pero eso es algo que ya anunció la Rosada”.
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El país ocupa el tercer lugar del teletrabajo para el extranjero
informe. Las áreas más buscadas son desarrollo web, educación, finanzas y atención al cliente; hay 250.000 empleados en el mundo
Existe una tendencia que se viene incorporando al mercado laboral en los últimos años: la posibilidad de trabajar en un país de forma remota para el extranjero. Desde la pandemia de Covid-19, que obligó a repensar la tecnología y generar nuevos métodos para desempeñarse en diversos sectores, el talento argentino se volcó fuertemente a esta modalidad, que trae aparejado un beneficio adicional: el cobro en dólares.
Desde entonces, esta tendencia no paró de crecer y la Argentina se posicionó en el tercer lugar del ranking de países con más trabajadores contratados desde el exterior (después de Filipinas y Estados Unidos), según el Reporte del Estado de la Contratación Global, que lleva a cabo la plataforma de recursos humanos Deel, que también estima que los “nómades digitales” a nivel mundial hoy superan los 250.000 trabajadores.
“El talento argentino ya no conoce fronteras. Más allá de su nivel de educación, el compromiso y la flexibilidad como las principales aptitudes que llaman la atención de las empresas extranjeras, se destaca su rápida adopción de las nuevas tecnologías como habilidad fundamental para posicionarse ante tanta competitividad”, detalla el informe.
El dato relevante no es solo a nivel nacional, ya que Buenos Aires se encuentra entre las cinco ciudades con mayor número de personas que trabajan para empresas del exterior. De hecho, comparte ese listado corto con Londres, Toronto, Madrid y San Francisco. “La ciudad se mantiene firme también luego de tres años de análisis”, agrega.José Lezama, director del Centro de Producción Documental de GEO Estudio y Opinión, se refirió al talento argentino en una nota de la nacion:
“Lo que está pasando es que el recurso humano argentino tiene un muy buen nivel educativo universitario. La Universidad de Buenos Aires termina siendo en los rankings la universidad iberoamericana más importante y eso es un sello de calidad difícil de encontrar en otros países”.
El documento de Deel detalla que, en su mayoría, los empleadores que contratan talentos argentinos provienen de Estados Unidos, Reino Unido, México y Chile. Si bien gran parte se desempeñan en tecnología, algunos de los roles que más se buscan están vinculados con la educación, las finanzas y la atención al cliente, además de aquellas tareas relacionadas con desarrollo de web y programación.
En este último caso, el sueldopromedio anual en 2023 para un ingeniero de software senior fue de US$171.300, lo que implica ingresos mensuales por US$14.275. En la Argentina, como contraste, el salario mínimo en diciembre fue de $156.000, por lo que el ingreso que se obtiene al trabajar para afuera es ampliamente superador. De hecho, esta es una de las principales razones para que muchas empresas busquen el talento nacional: los salarios en dólares son bajos, por lo que un argentino puede trabajar por un monto menor que personas de otros países.
Sin embargo, el cobro puede resultar un problema. Durante la gestión de Sergio Massa como ministro de Economía, un exportador de servicios podía ingresar hasta US$12.000 anuales, según la comunicación 7518 del Banco Central (BCRA), emitida en junio de 2022. Hoy, esa norma continúa vigente, según la página del BCRA, por lo que el cupo es el mismo. Otro inconveniente es que puede tener que esperar hasta 180 días para poder ingresar su dinero al país, con varias restricciones.
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