La Nación y Macri abren una negociación por $350.000 millones
Son los fondos coparticipables que el gobierno anterior le quitó a la ciudad; buscan evitar una sentencia de la Corte Suprema
Matías Moreno
Mientras encara las dificultades más urgentes por la crisis y enfrenta resistencias a su ambicioso plan de reformas liberales y su shock de ajuste, el gobierno de Javier Milei se alista para abrir una negociación de alto voltaje político para desactivar una de las bombas económicas que heredó de Alberto Fernández: el conflicto entre la Nación y la ciudad de Buenos Aires por el recorte de los recursos coparticipables para financiar a la policía porteña.
El jueves se reunirán ambas partes en el Palacio de Hacienda. El ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, citó a Jorge Macri y a Néstor Grindetti, jefe de Gabinete, para explorar alternativas y discutir un acuerdo. La Ciudad reclama al Estado nacional por los fondos de coparticipación y una deuda de alrededor de $350.000 millones. “Las conversaciones están avanzadas”, anticipó un alto funcionario que frecuenta la sede porteña de Uspallata, donde confían en destrabar el asunto más pronto que tarde. En la Casa Rosada son más prudentes, debido a “la situación de emergencia” económica y el estado de las arcas públicas, aunque hay predisposición a negociar y evitar un fallo de la Corte.
El litigio es de larga data y tiene varias aristas. Apenas asumió como jefe porteño, Jorge Macri avisó que reclamaría a Milei que cumpla con la medida cautelar que dictó la Corte Suprema a favor de la Ciudad a fines de diciembre de 2022. En ese fallo, el máximo tribunal dispuso que, hasta que se resuelva la cuestión de fondo en la causa por la quita de fondos que dispuso Fernández, en 2020, en plena pandemia de coronavirus, el Estado nacional debía entregarle a la Ciudad el 2,95% de la masa coparticipable para solventar la policía porteña. Sin embargo, Fernández recusó a los jueces –una presentación que fue rechazada por la Corte diez días después del balotaje presidencial– y no acató el fallo, al que consideró de “imposible cumplimiento”. Al no ejecutar el fallo, la Nación siguió pagando el 1,4%, el porcentaje que había sido establecido por la ley 27.606, sancionada en el Congreso con el apoyo del kirchnerismo y los gobernadores del PJ. Por esa razón, la Ciudad presentó ante la Corte pedidos de embargo contra la Nación. Y ahora le reclama al Estado nacional una deuda de 350.000 millones de pesos. Ese monto, señalan fuentes porteñas, refleja la diferencia entre el 1,4% que depositó hasta ahora el Banco Nación en las arcas porteñas y el 2,95% que había establecido la Corte.
Desde que llegó a la Casa Rosada, Milei le dio continuidad al esquema de pago de Alberto Fernández a la espera de negociaciones. Le transfiere el 1,4% al Ejecutivo porteño, no el 2,95%. El primer funcionario de la primera línea del Gobierno que escuchó el reclamo de Jorge Macri fue el ministro del Interior, Guillermo Francos, quien lo visitó el 18 de diciembre pasado en la sede del Ejecutivo porteño. Ese día el alcalde le adelantó su intención de discutir un esquema para hallar una salida política. Su máxima prioridad es que Milei comience a depositar –la coparticipación se paga con transferencias diarias que realiza el Banco Nación por goteo a las provincias– el 2,95% de los recursos que fijó la Corte en su medida cautelar.
En paralelo, Macri propone buscar un mecanismo para que el Estado nacional le devuelva a futuro 350.000 millones de pesos que adeuda, según la estimación de las autoridades porteñas, acumulados desde diciembre de 2022, cuando no se pagó lo que dispuso la Corte.
En la Ciudad evalúan el caso con optimismo moderado ante el cambio de signo político en la Casa Rosada. “Creemos que van a pagar, por una cuestión ideológica de Milei. Tienen que cumplir el fallo”, aventuran. En los últimos días hubo contactos informales con Caputo y notan intenciones de resolver el tema. “Tenemos voluntad de ponernos de acuerdo, pero necesitamos que cumplan ya con el fallo. La deuda la podemos discutir a futuro”, señalan cerca de Macri.
A sabiendas de que Milei afronta una situación crítica por desequilibrios económicos y financieros, funcionarios de la administración porteña tienen expectativas moderadas: aspiran a que al menos Caputo ponga sobre la mesa un esquema financiero para que la Ciudad cobre la deuda acumulada. Especulan con que la Nación ofrezca un instrumento financiero –por ejemplo, bonos–, para recuperar el dinero. A la cumbre con Caputo asistirían Jorge Macri, Grindetti y Guillermo Romero, hombre de extrema confianza del jefe porteño. El primo del expresidente propuso a Romero como vicetitular del Banco Ciudad, una designación que debe pasar por la Legislatura.
A fines de noviembre, once días después de que Milei derrotara a Sergio Massa en la segunda vuelta, la Corte rechazó las excusaciones y recusaciones que presentó la administración de Fernández contra los jueces antes de dejar el poder. Y quedó en condiciones de resolver la cuestión de fondo en la causa y los pedidos de embargo que presentó la Ciudad en los últimos meses.
No obstante, la Corte apuesta ahora a que, como se produjo el recambio de autoridades en el gobierno nacional y el Ejecutivo porteño, Milei y Jorge Macri encuentren una solución consensuada. De esa forma no sería necesario que ellos intervengan para resolver el conflicto. Incluso los jueces podrían volver a convocar a las partes a una audiencia. De hecho, esa posibilidad sobrevoló la charla que mantuvieron Francos y Jorge Macri en Parque Patricios. En la cúspide de la jefatura porteña pretenden llegar a esa eventual instancia en la Corte con un acuerdo político ya cerrado con Milei.
En el Palacio de Hacienda manejan la cuestión con fuerte hermetismo. hizo reiteradas consultas a Caputo para conocer si piensa o no cumplir con el pago del 2,95 que establece la Corte en la medida cautelar, pero no respondió. En los despachos oficiales repiten como un mantra el eslogan que patentó Milei para justificar su plan de ajuste: “No hay plata”. Eso sí: altos funcionarios de la Casa Rosada se muestran proclives a escuchar el reclamo de la Ciudad y encontrar una vía para solucionar el conflicto y cumplir con el fallo.
En la cúpula gubernamental prefieren ser cautos porque Milei afronta reclamos de los gobernadores, quienes se quejan por el recorte de fondos que implicó la reforma de Ganancias de Massa en plena campaña –una medida celebrada y apoyada por los mandatarios del PJ– o la decisión del Presidente de disminuir “al mínimo” las transferencias discrecionales a las provincias” o paralizar la obra pública. El DNU y la ley ómnibus profundizaron las diferencias.
En la Casa Rosada, sobre todo, remarcan que deben hacer equilibrio a la hora de abordar el caso porteño para no detonar el vínculo con el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, que también reclama al Estado nacional por el reparto de la coparticipación. “Aportamos casi el 40% de la coparticipación, recibimos poco más del 20%”, lanzó al asumir su segundo mandato. Días atrás, en una entrevista con la nacion, el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, reconoció que el caso de la Ciudad genera inquietud en el Ejecutivo. “Son pequeñas bombas de tiempo y riesgo. Es una preocupación, pero creo que tenemos tiempo”, dijo.
Entre los funcionarios que más frecuentan a Milei deslizan que será difícil para el Gobierno restituir los fondos que reclama la Ciudad por la situación de emergencia económica. “Hay que esperar la conversación con la Ciudad. Si hay un fallo de la Corte, se va a cumplir. Pero la provincia también está con dificultades”, grafican en Balcarce 50. En la tropa libertaria en territorio porteño apuestan a que el Presidente no cumplirá ahora con la solicitud de la Ciudad. Lo analizan en la lógica del toma y daca: sostienen que Jorge Macri no podrá comprometer a diputados de Pro para ayudar a Milei a aprobar sus reformas en el Congreso.
La pelea por los fondos coparticipables no es el único asunto que Jorge Macri planea dirimir con Milei. A corto plazo deberán discutir los términos del traspaso de los juzgados nacionales a la Ciudad que incorporó el Presidente en su megaproyecto de ley ómnibus. En Uspallata celebraron esa decisión de Milei y dejan entrever que pedirán que la Nación transfiera los recursos si avanza con el traspaso.
Además, aspiran a “completar las transferencias de competencias pendientes” y lograr una autonomía plena de la Ciudad. Por caso, Jorge Macri quiere que Milei le transfiera el Puerto de Buenos Aires, la terminal de ómnibus de Retiro, la Inspección General de Justicia y el fuero laboral. La negociación está abierta
La disputa de fondo se originó después de que Fernández recortara los fondos de la Ciudad con el argumento de que Macri le había transferido un excedente de coparticipación a Larreta cuando traspasó la Policía Federal a la órbita del gobierno porteño, en 2016.
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Massa, tras la derrota. La continuidad de sus funcionarios, una revancha contra Milei y un libro amenazante
Procesó el resultado fuera de la escena pública, lo que le valió reproches del kirchnerismo; arma su fundación y mira al exterior
Mientras encara las dificultades más urgentes por la crisis y enfrenta resistencias a su ambicioso plan de reformas liberales y su shock de ajuste, el gobierno de Javier Milei se alista para abrir una negociación de alto voltaje político para desactivar una de las bombas económicas que heredó de Alberto Fernández: el conflicto entre la Nación y la ciudad de Buenos Aires por el recorte de los recursos coparticipables para financiar a la policía porteña.
El jueves se reunirán ambas partes en el Palacio de Hacienda. El ministro de Economía, Luis “Toto” Caputo, citó a Jorge Macri y a Néstor Grindetti, jefe de Gabinete, para explorar alternativas y discutir un acuerdo. La Ciudad reclama al Estado nacional por los fondos de coparticipación y una deuda de alrededor de $350.000 millones. “Las conversaciones están avanzadas”, anticipó un alto funcionario que frecuenta la sede porteña de Uspallata, donde confían en destrabar el asunto más pronto que tarde. En la Casa Rosada son más prudentes, debido a “la situación de emergencia” económica y el estado de las arcas públicas, aunque hay predisposición a negociar y evitar un fallo de la Corte.
El litigio es de larga data y tiene varias aristas. Apenas asumió como jefe porteño, Jorge Macri avisó que reclamaría a Milei que cumpla con la medida cautelar que dictó la Corte Suprema a favor de la Ciudad a fines de diciembre de 2022. En ese fallo, el máximo tribunal dispuso que, hasta que se resuelva la cuestión de fondo en la causa por la quita de fondos que dispuso Fernández, en 2020, en plena pandemia de coronavirus, el Estado nacional debía entregarle a la Ciudad el 2,95% de la masa coparticipable para solventar la policía porteña. Sin embargo, Fernández recusó a los jueces –una presentación que fue rechazada por la Corte diez días después del balotaje presidencial– y no acató el fallo, al que consideró de “imposible cumplimiento”. Al no ejecutar el fallo, la Nación siguió pagando el 1,4%, el porcentaje que había sido establecido por la ley 27.606, sancionada en el Congreso con el apoyo del kirchnerismo y los gobernadores del PJ. Por esa razón, la Ciudad presentó ante la Corte pedidos de embargo contra la Nación. Y ahora le reclama al Estado nacional una deuda de 350.000 millones de pesos. Ese monto, señalan fuentes porteñas, refleja la diferencia entre el 1,4% que depositó hasta ahora el Banco Nación en las arcas porteñas y el 2,95% que había establecido la Corte.
Desde que llegó a la Casa Rosada, Milei le dio continuidad al esquema de pago de Alberto Fernández a la espera de negociaciones. Le transfiere el 1,4% al Ejecutivo porteño, no el 2,95%. El primer funcionario de la primera línea del Gobierno que escuchó el reclamo de Jorge Macri fue el ministro del Interior, Guillermo Francos, quien lo visitó el 18 de diciembre pasado en la sede del Ejecutivo porteño. Ese día el alcalde le adelantó su intención de discutir un esquema para hallar una salida política. Su máxima prioridad es que Milei comience a depositar –la coparticipación se paga con transferencias diarias que realiza el Banco Nación por goteo a las provincias– el 2,95% de los recursos que fijó la Corte en su medida cautelar.
En paralelo, Macri propone buscar un mecanismo para que el Estado nacional le devuelva a futuro 350.000 millones de pesos que adeuda, según la estimación de las autoridades porteñas, acumulados desde diciembre de 2022, cuando no se pagó lo que dispuso la Corte.
En la Ciudad evalúan el caso con optimismo moderado ante el cambio de signo político en la Casa Rosada. “Creemos que van a pagar, por una cuestión ideológica de Milei. Tienen que cumplir el fallo”, aventuran. En los últimos días hubo contactos informales con Caputo y notan intenciones de resolver el tema. “Tenemos voluntad de ponernos de acuerdo, pero necesitamos que cumplan ya con el fallo. La deuda la podemos discutir a futuro”, señalan cerca de Macri.
A sabiendas de que Milei afronta una situación crítica por desequilibrios económicos y financieros, funcionarios de la administración porteña tienen expectativas moderadas: aspiran a que al menos Caputo ponga sobre la mesa un esquema financiero para que la Ciudad cobre la deuda acumulada. Especulan con que la Nación ofrezca un instrumento financiero –por ejemplo, bonos–, para recuperar el dinero. A la cumbre con Caputo asistirían Jorge Macri, Grindetti y Guillermo Romero, hombre de extrema confianza del jefe porteño. El primo del expresidente propuso a Romero como vicetitular del Banco Ciudad, una designación que debe pasar por la Legislatura.
A fines de noviembre, once días después de que Milei derrotara a Sergio Massa en la segunda vuelta, la Corte rechazó las excusaciones y recusaciones que presentó la administración de Fernández contra los jueces antes de dejar el poder. Y quedó en condiciones de resolver la cuestión de fondo en la causa y los pedidos de embargo que presentó la Ciudad en los últimos meses.
No obstante, la Corte apuesta ahora a que, como se produjo el recambio de autoridades en el gobierno nacional y el Ejecutivo porteño, Milei y Jorge Macri encuentren una solución consensuada. De esa forma no sería necesario que ellos intervengan para resolver el conflicto. Incluso los jueces podrían volver a convocar a las partes a una audiencia. De hecho, esa posibilidad sobrevoló la charla que mantuvieron Francos y Jorge Macri en Parque Patricios. En la cúspide de la jefatura porteña pretenden llegar a esa eventual instancia en la Corte con un acuerdo político ya cerrado con Milei.
En el Palacio de Hacienda manejan la cuestión con fuerte hermetismo. hizo reiteradas consultas a Caputo para conocer si piensa o no cumplir con el pago del 2,95 que establece la Corte en la medida cautelar, pero no respondió. En los despachos oficiales repiten como un mantra el eslogan que patentó Milei para justificar su plan de ajuste: “No hay plata”. Eso sí: altos funcionarios de la Casa Rosada se muestran proclives a escuchar el reclamo de la Ciudad y encontrar una vía para solucionar el conflicto y cumplir con el fallo.
En la cúpula gubernamental prefieren ser cautos porque Milei afronta reclamos de los gobernadores, quienes se quejan por el recorte de fondos que implicó la reforma de Ganancias de Massa en plena campaña –una medida celebrada y apoyada por los mandatarios del PJ– o la decisión del Presidente de disminuir “al mínimo” las transferencias discrecionales a las provincias” o paralizar la obra pública. El DNU y la ley ómnibus profundizaron las diferencias.
En la Casa Rosada, sobre todo, remarcan que deben hacer equilibrio a la hora de abordar el caso porteño para no detonar el vínculo con el gobernador bonaerense, Axel Kicillof, que también reclama al Estado nacional por el reparto de la coparticipación. “Aportamos casi el 40% de la coparticipación, recibimos poco más del 20%”, lanzó al asumir su segundo mandato. Días atrás, en una entrevista con la nacion, el ministro de Justicia, Mariano Cúneo Libarona, reconoció que el caso de la Ciudad genera inquietud en el Ejecutivo. “Son pequeñas bombas de tiempo y riesgo. Es una preocupación, pero creo que tenemos tiempo”, dijo.
Entre los funcionarios que más frecuentan a Milei deslizan que será difícil para el Gobierno restituir los fondos que reclama la Ciudad por la situación de emergencia económica. “Hay que esperar la conversación con la Ciudad. Si hay un fallo de la Corte, se va a cumplir. Pero la provincia también está con dificultades”, grafican en Balcarce 50. En la tropa libertaria en territorio porteño apuestan a que el Presidente no cumplirá ahora con la solicitud de la Ciudad. Lo analizan en la lógica del toma y daca: sostienen que Jorge Macri no podrá comprometer a diputados de Pro para ayudar a Milei a aprobar sus reformas en el Congreso.
La pelea por los fondos coparticipables no es el único asunto que Jorge Macri planea dirimir con Milei. A corto plazo deberán discutir los términos del traspaso de los juzgados nacionales a la Ciudad que incorporó el Presidente en su megaproyecto de ley ómnibus. En Uspallata celebraron esa decisión de Milei y dejan entrever que pedirán que la Nación transfiera los recursos si avanza con el traspaso.
Además, aspiran a “completar las transferencias de competencias pendientes” y lograr una autonomía plena de la Ciudad. Por caso, Jorge Macri quiere que Milei le transfiera el Puerto de Buenos Aires, la terminal de ómnibus de Retiro, la Inspección General de Justicia y el fuero laboral. La negociación está abierta
La disputa de fondo se originó después de que Fernández recortara los fondos de la Ciudad con el argumento de que Macri le había transferido un excedente de coparticipación a Larreta cuando traspasó la Policía Federal a la órbita del gobierno porteño, en 2016.
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Massa, tras la derrota. La continuidad de sus funcionarios, una revancha contra Milei y un libro amenazante
Procesó el resultado fuera de la escena pública, lo que le valió reproches del kirchnerismo; arma su fundación y mira al exterior
Candela Ini
Sergio Massa excandidato presidencial
Agazapado, Sergio Massa todavía procesa la derrota electoral. “¿Dónde está nuestro candidato, al que yo voté?”, lo cuestionó Juan Grabois el día que la CGT marchó para protestar contra el mega-DNU firmado por Javier Milei.
Herido por la derrota, y en medio de una fuerte crisis económica, Massabajódur ante semanas su perfil. El exministro de Economía del Frente de Todos teje el armado de la Fundación Encuentro en las oficinas del Frente Renovador en Avenida del Libertador 850, a las que va casi todos los días, y deja trascender que hará trabajos de asesoría para el exterior. Se dedica, además, a la escritura de su libro, que, según anunció la semana pasada, contará su “día a día” en el Ministerio de Economía, con “detalles” de las internas del gobierno anterior y “anécdotas de los empresarios que pregonan la libertad, pero piden prebendas al Estado”. Según confiaron a la nacion fuentes cercanas al autor, el último capítulo será una suerte del Segundo tiempo de Mauricio Macri, con lo que Massa ve para su futuro político. En paralelo, conserva a gente de su confianza en lugares de la administración nacional y reunió hace poco más de una semana a diputados del Frente Renovador y del PJ.
Fiel a su estilo, hasta se permitió decir que después del balotaje él tuvo su victoria sobre Milei. Fue el domingo de diciembre que Martín Suárez, su candidato, ganó la presidencia del Club Atlético Tigre, mientras en Boca Juniors Javier Milei era insultado por un grupo de hinchas cuando fue a votar por la fórmula que incluía a Mauricio Macri, que resultó derrotada. Massa reenviaba por WhatsApp el video que mostraba los insultos a Milei en los comicios de La Boca.
Cerca de él insisten en que en estos primeros meses del nuevo gobierno Massa se enfocará en una “agenda internacional” y dicen que lo buscan para trabajos de asesoría en Madagascar, Perú, República Dominicana, Uruguay, Ecuador y Guatemala. Si bien cuando perdió él dijo que se retiraba de la política, cambió su discurso y a quienes lo visitan en sus oficinas ahora les dice que le gustaría verse como el conductor de una “oposición responsable”, fuera de la lógica del “resistiendo con aguante” que planteaba La Cámpora en 2016, cuando asumió Macri. Según el diputado nacional Leandro Santoro, Massa volverá a la vida pública en febrero.
Aunque perdió la carrera presidencial y tampoco logró imponerse su pareja, Malena Galmarini, como intendenta de Tigre, sigue en pie parte de la estructura política que Massa construyó en los últimos años. Todavía conserva casilleros propios en el gabinete bonaerense, como el Ministerio de Transporte, que encabeza Jorge D’Onofrio. Y Galmarini iría como titular al Grupo Bapro.
Si bien en las filas del kirchnerismo duro muchos mascullan bronca por su ausencia pública desde que asumió Milei, cerca de Massa dicen que los términos de la relación con Máximo Kirchner son buenos porque “los acuerdos políticos se cumplieron” y cuentan que el exministro está conforme con el armado del gabinete bonaerense, como también con lo pactado en la Legislatura de la provincia, donde alternarán la conducción del recinto el massista Alexis Guerrera y el exintendente Alejandro Dichiara, postulado por Kirchner. Sin embargo, un dirigente bonaerense dijo a este medio que el tigrense se muerde los labios porque cree que merecía más. El vínculo con Kicillof nunca fue el mejor.
En el vasto territorio bonaerense el Frente Renovador tiene 17 intendentes de los 84 con los que cuenta, en total, Unión por la Patria. Pero Massa ya no tiene el timón del municipio de Tigre, el territorio donde forjó su proyecto de poder. Allí seguirá gobernando Julio Zamora, legitimado tras la dura interna con Galmarini y con quien Massa retomó el diálogo hace poco. El partido de Massa tiene tres concejales en Tigre, aunque los tres que asumieron como concejales por La Libertad Avanza también estuvieron vinculados con el Frente Renovador, tal como informó la nacion.
Si bien Massa y Milei se presentaban como opciones antagónicas, son varios los funcionarios massistas que continúan en la gestión del nuevo gobierno: Marco Lavagna, quien seguirá al frente del Indec; Flavia Royón, designada secretaria de Minería (antes era titular de Energía), y Mario Russo, ahora titular de la cartera de Salud, que fue director de Asuntos Gubernamentales de AySA bajo la gestión de Malena Galmarini. Además, Leonardo Madcur, exjefe de asesores de Massa, elegido para ser el representante argentino ante el Fondo Monetario Internacional (FMI). Aunque hay quienes atribuyen la designación de Madcur a su cercanía con Gerardo Werthein, postulado por Milei para ser embajador en Estados Unidos. En las últimas horas, el economista cercano a Massa Guillermo Nielsen fue elegido por el Gobierno para ser embajador en Paraguay.
Ante la consulta de este medio, en las filas de La Libertad Avanza hicieron mucho énfasis en que la permanencia de los cuadros cercanos a Massa se debe a cuestiones meramente profesionales y por tratarse de gente idónea. Rechazan cualquier tipo de negociación política.
Massa estuvo reunido con Milei una semana antes del cambio de gobierno. El encuentro, sumamente hermético, fue mediado por Juan Manuel Olmos y Karina Milei. También estuvo presente Guillermo Michel, mano derecha de Massa y extitular de la Aduana. A cargo de esa dependencia quedó Rosana Lodovico, que tiene una larga carrera en la Aduana, pero había sido relegada durante la gestión de Cambiemos y recuperó su lugar convocada por Michel. Otra funcionaria de la gestión massista conducirá la Aduana.
Agazapado, Sergio Massa todavía procesa la derrota electoral. “¿Dónde está nuestro candidato, al que yo voté?”, lo cuestionó Juan Grabois el día que la CGT marchó para protestar contra el mega-DNU firmado por Javier Milei.
Herido por la derrota, y en medio de una fuerte crisis económica, Massabajódur ante semanas su perfil. El exministro de Economía del Frente de Todos teje el armado de la Fundación Encuentro en las oficinas del Frente Renovador en Avenida del Libertador 850, a las que va casi todos los días, y deja trascender que hará trabajos de asesoría para el exterior. Se dedica, además, a la escritura de su libro, que, según anunció la semana pasada, contará su “día a día” en el Ministerio de Economía, con “detalles” de las internas del gobierno anterior y “anécdotas de los empresarios que pregonan la libertad, pero piden prebendas al Estado”. Según confiaron a la nacion fuentes cercanas al autor, el último capítulo será una suerte del Segundo tiempo de Mauricio Macri, con lo que Massa ve para su futuro político. En paralelo, conserva a gente de su confianza en lugares de la administración nacional y reunió hace poco más de una semana a diputados del Frente Renovador y del PJ.
Fiel a su estilo, hasta se permitió decir que después del balotaje él tuvo su victoria sobre Milei. Fue el domingo de diciembre que Martín Suárez, su candidato, ganó la presidencia del Club Atlético Tigre, mientras en Boca Juniors Javier Milei era insultado por un grupo de hinchas cuando fue a votar por la fórmula que incluía a Mauricio Macri, que resultó derrotada. Massa reenviaba por WhatsApp el video que mostraba los insultos a Milei en los comicios de La Boca.
Cerca de él insisten en que en estos primeros meses del nuevo gobierno Massa se enfocará en una “agenda internacional” y dicen que lo buscan para trabajos de asesoría en Madagascar, Perú, República Dominicana, Uruguay, Ecuador y Guatemala. Si bien cuando perdió él dijo que se retiraba de la política, cambió su discurso y a quienes lo visitan en sus oficinas ahora les dice que le gustaría verse como el conductor de una “oposición responsable”, fuera de la lógica del “resistiendo con aguante” que planteaba La Cámpora en 2016, cuando asumió Macri. Según el diputado nacional Leandro Santoro, Massa volverá a la vida pública en febrero.
Aunque perdió la carrera presidencial y tampoco logró imponerse su pareja, Malena Galmarini, como intendenta de Tigre, sigue en pie parte de la estructura política que Massa construyó en los últimos años. Todavía conserva casilleros propios en el gabinete bonaerense, como el Ministerio de Transporte, que encabeza Jorge D’Onofrio. Y Galmarini iría como titular al Grupo Bapro.
Si bien en las filas del kirchnerismo duro muchos mascullan bronca por su ausencia pública desde que asumió Milei, cerca de Massa dicen que los términos de la relación con Máximo Kirchner son buenos porque “los acuerdos políticos se cumplieron” y cuentan que el exministro está conforme con el armado del gabinete bonaerense, como también con lo pactado en la Legislatura de la provincia, donde alternarán la conducción del recinto el massista Alexis Guerrera y el exintendente Alejandro Dichiara, postulado por Kirchner. Sin embargo, un dirigente bonaerense dijo a este medio que el tigrense se muerde los labios porque cree que merecía más. El vínculo con Kicillof nunca fue el mejor.
En el vasto territorio bonaerense el Frente Renovador tiene 17 intendentes de los 84 con los que cuenta, en total, Unión por la Patria. Pero Massa ya no tiene el timón del municipio de Tigre, el territorio donde forjó su proyecto de poder. Allí seguirá gobernando Julio Zamora, legitimado tras la dura interna con Galmarini y con quien Massa retomó el diálogo hace poco. El partido de Massa tiene tres concejales en Tigre, aunque los tres que asumieron como concejales por La Libertad Avanza también estuvieron vinculados con el Frente Renovador, tal como informó la nacion.
Si bien Massa y Milei se presentaban como opciones antagónicas, son varios los funcionarios massistas que continúan en la gestión del nuevo gobierno: Marco Lavagna, quien seguirá al frente del Indec; Flavia Royón, designada secretaria de Minería (antes era titular de Energía), y Mario Russo, ahora titular de la cartera de Salud, que fue director de Asuntos Gubernamentales de AySA bajo la gestión de Malena Galmarini. Además, Leonardo Madcur, exjefe de asesores de Massa, elegido para ser el representante argentino ante el Fondo Monetario Internacional (FMI). Aunque hay quienes atribuyen la designación de Madcur a su cercanía con Gerardo Werthein, postulado por Milei para ser embajador en Estados Unidos. En las últimas horas, el economista cercano a Massa Guillermo Nielsen fue elegido por el Gobierno para ser embajador en Paraguay.
Ante la consulta de este medio, en las filas de La Libertad Avanza hicieron mucho énfasis en que la permanencia de los cuadros cercanos a Massa se debe a cuestiones meramente profesionales y por tratarse de gente idónea. Rechazan cualquier tipo de negociación política.
Massa estuvo reunido con Milei una semana antes del cambio de gobierno. El encuentro, sumamente hermético, fue mediado por Juan Manuel Olmos y Karina Milei. También estuvo presente Guillermo Michel, mano derecha de Massa y extitular de la Aduana. A cargo de esa dependencia quedó Rosana Lodovico, que tiene una larga carrera en la Aduana, pero había sido relegada durante la gestión de Cambiemos y recuperó su lugar convocada por Michel. Otra funcionaria de la gestión massista conducirá la Aduana.
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