miércoles, 6 de abril de 2016

EL ENORME PROBLEMA; LA INFLACIÓN


Aunque hubo diferentes matices, los oradores que pasaron por el escenario del Congreso Económico Argentino coincidieron en señalar la inflación como el gran desafío que debe afrontar el nuevo gobierno.
En paralelo al evento que se llevó a cabo miércoles y jueves en el hotel Hilton de la ciudad de Buenos Aires, el ministro de Transporte, Guillermo Dietrich, anunció que desde el viernes próximo aumentarán hasta 100% las tarifas de colectivos y trenes porteños y del Gran Buenos Aires. A esta alza, que se suma a las tarifas eléctricas en febrero, se añadieron las de gas y agua, en un 300% promedio, respectivamente. Además hubo un incremento en los combustibles, el tercero desde diciembre.
Los aumentos generalizados que, según justifica el Gobierno, son producto del congelamiento tarifario que rigió durante el kirchnerismo vuelven cada vez más difícil de alcanzar la meta oficial de inflación fijada en 25% para este año.
En uno de los paneles, Diego Giacomini, economista jefe de Economía y Regiones, les puso un número a las subas de marzo: la estimación de la consultora es de una inflación de 4,4%. Para abril, con las novedades de esta semana, puede esperarse una cifra aún mayor. Según Giacomini, el aliciente es que la inflación “core” o núcleo está bajando y anticipa una desaceleración en el segundo semestre. De todos modos consideró irrealizable el deseo oficial. “Aun si se logra desacelerar la inflación y se cumplen los guarismos de bajarla al 1% mensual en los últimos meses del año, el piso anual de 27% sigue siendo alto, y queda por encima del objetivo oficial”, dijo. En otro ejercicio de proyección analizó que si el ritmo baja, pero las alzas mensuales varían en torno de 2%, es posible calcular que el promedio se acerque más a 35%, indicó el economista.
El director de la consultora Abeceb, Dante Sica, hizo su presentación en el mismo panel llamado “Programa económico y proyecciones”, y también destacó el reto en medio del proceso de ordenamiento macro que lleva adelante el equipo económico. “El desafío de bajar la inflación se incrementa en un contexto de acomodo de precios relativos, y la meta de 25% luce muy desafiante”, comentó.
Giacomini criticó el gradualismo: “La enfermedad es grave y nos plantean un tratamiento suave y prolongado en el tiempo”. A su entender, “una economía puede crecer algunos años con inflación creciente, pero si sigue en alza y la economía se estanca, no va a haber crecimiento en forma sostenida e importante”, afirmó. En la consultora establecieron un contraste entre la Argentina y la región: entre 2008 y 2015, la inflación local fue de 531%, contra 48% en el vecindario.
Mientras se trabaja con el objetivo de corregir los precios relativos y actualizar tarifas, los salarios de la mayoría de los trabajadores que esperan el momento de las negociaciones paritarias corren por detrás.
Para el economista y ex diputado de Unidad Popular Claudio Lozano, la erosión de los ingresos a partir del incremento en el costo de vida ya tiene como consecuencia un aumento de la pobreza. “En tres meses, este gobierno sumó un punto más a la pobreza -que estimamos en el 34% de la población-, al adicionar un punto porcentual al desempleo”, dijo Esa tasa de desocupación, según el director del Instituto de Pensamiento y Políticas Públicas, se ubicó al final del ciclo político kirchnerista por encima de la oficial publicada por el Indec, de 5,9 por ciento.
“Estamos hablando de un piso mínimo de 400.000 personas que pasaron a ser nuevos pobres”, calculó, respecto de los últimos meses. Lozano responsabiliza al Gobierno del incremento de la pobreza, por ser “responsable de la aceleración de los precios”, y proyectó que las alzas anunciadas recientemente empeorarán la situación. “No se puede sacarle las retenciones a las mineras, a los sojeros, y transferirle a la comunidad costos de esta naturaleza, que no va a estar en sintonía con la evolución de los ingresos, porque el ingreso promedio de los que trabajan en la Argentina es de $ 7500”, se quejó.
El viernes, el Observatorio de la Deuda Social que depende de la UCA publicó su informe, en el que estima que la pobreza afectó a fines de 2015 al 29% de la población y que las primeras medidas del gobierno macrista -en especial la devaluación- impulsaron ese índice hasta el 32,6% este mes. En tanto, los índices oficiales ya tienen fecha: habrá Índice de Precios al Consumidor en mayo, y tasas de pobreza e indigencia en agosto o septiembre, cuando se publique la Encuesta Permanente de Hogares, según precisó el director del Indec, Jorge Todesca, que evitó comentarios sobre el aumento de las tarifas en los servicios.

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