miércoles, 28 de junio de 2017

ECONOMÍA; MIGUEL BEIN


"Estamos viajando hacia una inflación anual de 15%"
El economista afirma que este mes la suba de precios estará en un índice cercano al 1%; su visión sobre el impacto del dólar atrasado en las economías regionales
 Su estilo se mantiene intacto: claro en las definiciones y directo en las cuestiones de fondo. Cruza durante la entrevista la historia con el futuro y proyecta una tendencia en la que la inflación baja y la actividad mejora para mediados de este mes. Y explica por qué cree que el dólar en las noticias despierta todos los fantasmas.
-¿Cuánto riesgo implica la situación de Brasil para la Argentina?
-Siempre que Brasil se mueve, nos movemos un poco. La verdad es que Brasil está en crisis económica hace dos años y medio; lleva ocho puntos de caída del producto en dos años y generó una caída en las exportaciones nuestras de autos de más del 40%. O sea, ya lo sufríamos y habíamos empezado a despegar de a poquito.
-El tema en el caso de los vehículos no pasa por las ventas, sino por la producción...
-Le estamos comprando autos a Brasil porque los principales modelos chicos que se venden acá vienen de allí. O sea, ya lo estamos sufriendo, y si lo vamos a sufrir más o menos depende de cómo se encauce la cuestión política. Y me parece que va a resolverse bien. Cualquier solución que implique que Temer sea reemplazado por un líder menos cuestionado va a ser un alivio. También veo al Banco Central de Brasil bien, interviniendo. Su presidente no dejó que se dispare el dólar, sino que salió a vender, moderando la situación, y me parece que en la Argentina también el dólar había volado muy rápido para lo que era la costumbre de los últimos cuatro meses, y cuando se escapó, me parece que ya hubo movimientos para calmarlo. Lo que no podés hacer es que el dólar se mueva bruscamente.
-¿Por qué? ¿Qué genera?
-Convoca a todos los fantasmas. Por ejemplo, en una estación de servicio frente a mi casa -donde me conocen, porque cargo nafta hace 14 años- se me acercaron seis empleados -a algunos los asesoro financieramente (sonríe) para ver qué hacer.
-¿Qué le preguntaron?
-Me preguntaron si había que comprar dólares. Y acá, ya cuando viene eso... este país es muy sensible al dólar, no por el valor que tenga, sino por el movimiento. Si acá el dólar se mueve un peso rápido, tenés un desastre: te caen los depósitos bancarios, tenés muchos problemas. Ahora, si vos lo llevás sin movimientos bruscos, bueno, el dólar puede acompañar el movimiento de la inflación y nadie enloquece. Creo que vimos en el Gobierno alguna señal de moderar la tendencia, no de ir en contra, porque en un mercado libre no se va en contra, pero moderar está bien...
-¿Está caro o barato el dólar? ¿Hay que comprar dólares o apostar al peso?
-El dólar valió $ 16 hace 14 meses y el mayorista valía $ 15,30 hace un mes, y cualquier movimiento a $ 16,30 no mueve los precios. Ahora, un dólar mayorista de $ 16,30, 16,40 o 16,50 empieza a impactar en precios; por eso no sirve soltarlo. El dólar está atrasado en la Argentina; está atrasado por la forma particular que tiene el país de financiar un déficit fiscal tan alto, que se está financiando con dólares, emitiendo bonos en el exterior...
-¿Está bien o mal esa estrategia?
-Es lo que hay. Se financia también emitiendo deuda en pesos y un poco en dólares locales, como las Letes, y otra parte con bonos en el exterior, porque el número a financiar está en la zona de los $ 500.000 millones. La Argentina se convirtió en un país muy mirado, muy demandado. Y vos sacás los bonos, te dan dólares, pero a fin de mes tenés que pagar los gastos en pesos, entonces vendés los dólares, y así metés dólares en el mercado y mantenés el valor planchado. Esto es lo que pasó a fin del año pasado, cuando el dólar mayorista valió, el último día del año, $ 15,87, y cuatro meses más tarde, $ 15,23, mientras la inflación había llegado al 9%. Eso es lo que se llama tipo de cambio atrasado. ¿Qué genera? Ayuda a contener la inflación, como ancla, pero también es un ancla, y de las peores, para las economías regionales y para las exportaciones.
-Es decir que no es sólo un tema financiero...
-Por supuesto. Algunos dicen que tenemos calma cambiaria, pero si todos los productores que fabrican para exportar pierden plata en 20 provincias, tenés un problema de atraso cambiario. ¿Cómo se soluciona? No es tan fácil: mientras tengas ese déficit y lo financiás con bonos en el exterior, vas a tener presión. Pero el Banco Central tiene mucho poder de fuego, En el último mes, a través del Banco Nación y el Provincia, compró US$ 100 millones por día, levantando unos 40 o 50 centavos. Después Brasil, por la inquietud, y los malos motivos, lo levantó más, y ahora llegó el momento de la quietud. Lo único que no puede ser tapa de un diario en la Argentina es el dólar, porque eso coordina que millones de personas salgan a comprar. Es un reflejo cultural que tiene 60 años de historia...
-Tampoco parece que vaya a cambiar...
--La idea es que cambie... pero tardará ocho años, diez años. Brasil lleva con su política de metas de inflación desde 1999, 18 años con una tasa de interés sistemáticamente positiva de varios puntos por encima de la inflación. Ellos, para mí, sobreactuaron mal, porque tienen 6,5% de inflación promedio y 16% de tasa; o sea, una locura la tasa de interés. Eso les costó un punto, un punto y pico de crecimiento por año, pero el país piensa en reales. La idea acá es que el país piense en pesos, y para eso tenés que pagar costos. Como mínimo, que cuando ponés plata en el banco, lo que te dé luego el banco te sirva, al menos, para defender el valor de una canasta de compras familiar. Esto avisa que la Argentina va a tener tasas de interés relativamente altas bastantes años.
-¿Cómo pesan las elecciones en la economía actual y del futuro?
-La economía siempre pesa en las elecciones; si vos querés ganar por mucho, necesitás una economía bastante artificial en un año electoral, al estilo de 2011, cuando el dólar se movió 4% y los salarios 32%. Ese año terminó con 54% de votos a la fórmula que ganó, porque la economía creció más de 7%. Ahora, eso es para correr en año electoral, pero este Gobierno no tiene esa idea de forzar el consumo para crecer un 5%. Dicen que mientras no tengamos un cisne negro, las elecciones se van a definir por el proyecto político del Gobierno y los proyectos políticos de la oposición. Las encuestas le dan al Gobierno que está para ganar las elecciones, no con un triunfo contundente; si hubiera empujado el consumo, hubiera ganado con más claridad...
-¿Por qué no lo empuja?
-Tiene que ver con una elección de largo plazo. Si hablás con Nicolás Dujovne te dice que no quiere replicar el zig-zag de un año que se crece y un año que se cae, se crece en elecciones y se contiene el dólar, y en el siguiente se suelta el dólar y suben las tarifas...
-¿Qué va a pasar con la inflación de junio?
-Probablemente veamos un 1% este mes. De esta forma vamos a un ritmo del 15% anual para 2018. Dejamos atrás hace tiempo la inflación del 40% del año pasado y dejamos atrás la inflación anualizada del 24%. Estamos viajando rumbo al 15% de inflación anual. Con lo cual, vas a tener al 20 de junio cruzándose la inflación para abajo con nivel de actividad para arriba.
-El mejor de los mundos para el Gobierno, de cara a las elecciones...
-Como mínimo, un respiro.
Mini bio
Profesión: Licenciado en Economía
Trayectoria: En la función pública fue secretario de Política Económica y viceministro de Economía; trabajó en el sector privado y hoy es director del Estudio Bein & Asociados

J. D. R.

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