martes, 30 de octubre de 2018

LECTURA RECOMENDADA,


Espasmos del corazón
Marta Sanz recupera 'Amor fou', el libro pasional sobre el despecho y el afán de venganza por el que estuvo a punto de dejar de escribir

“Este es el libro por el que Marta Sanzestuvo a punto de dejar de escribir”, leemos sorprendidos en la contraportada de Amor fou, publicado en 2013 por el sello de Miami Bravura Books. Y sin embargo, a medida que vamos leyendo comprendemos las posibles razones que en 2004 llevaron a la autora a tal punto. Porque si desde el principio nos sentimos atrapados en una atmósfera bergmaniana, progresivamente esta se va emponzoñando hasta hacerse casi asfixiante, dada la perversidad de las pasiones que se desanudan y los sentimientos punzantes que entran en combate.
La historia arranca desde su desenlace fatal, a raíz del enloquecido plan de Raymond —novio abandonado por Lala—, que no puede soportar la dulce normalidad de esta y Adrián en su vida conyugal, “la placidez con que viven su rutina sin que les agobien los celos retrospectivos”. Decide así someterlos a una despiadada e implacable observación que se le escapará de las manos cuando se alía con Elisa y su hija Esther. Pero aunque todo parece precipitarse desde este presente de la historia, es lo soterrado y larvado de ciertos episodios del pasado lo que desata la furia.
Sobre un paisaje generacional que bordea los límites y que se nutre de un malditismo más provocativo que efectivo, emerge el turbio fondo de Raymond, un personaje bastante complejo, que aspira a ser un rompedor de los esquemas y de los valores, que hallará en el primitivismo de Elisa una alianza perfecta. El despecho y el rencor, interminables recreadores de deseo; los celos; el tormento y el castigo; el afán de venganza; el azar, pero también las previsiones y el cálculo; la morbosidad; el pánico; la insana niña o la angustia pueblan una realidad poliédrica que se proyecta en múltiples planos: erótico, moral, intelectual, político… y también en el poético, en el tramo de los perturbadores sueños infantiles. Por momentos, he sentido que en Amor fou Marta Sanz nos ofrecía una colección de rayogramas de Man Ray: esas fotografías captadas en los instantes de desapego visual, durante periodos de contacto emocional y que nos ofrecen imágenes que son las oxidaciones de los residuos, fijados por la luz y la química, de los organismos vivos.
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Sanz, Marta
Marta Sanz es doctora en Filología. Ha publicado las novelas El frío, Lenguas muertas, Los mejores tiempos (Premio Ojo Crítico 2001), Animales domésticos,Susana y los viejos (finalista del Nadal en 2006) y Lalección de anatomía. En 2007 recibió el Premio Mario Vargas Llosa NH de Relatos. Es autora de cuatro poemarios (Perra mentirosa, Hardcore, Vintage y Cínguloy estrella) y dos ensayos (No tan incendiario y Éramosmujeres jóvenes). En Anagrama ha publicado Black,black, black: «Admirable, muy buena como novela negra pero mejor todavía como novela sin más. Tiene la crueldad y la lucidez desoladora de una de las mejores novelas de Patricia Highsmith, El diario de Edith» (Rafael Reig, ABC); Un buen detective no se casa jamás: «Vuelve a mostrar su dominio del lenguaje con una estupenda narración que tiene mucho de comentario social contemporáneo» (Manuel Rodríguez Rivero, ElPaís); Daniela Astor y la caja negra (Premio Tigre Juan, Premio Cálamo y Premio Estado Crítico): «Hipnótico, fascinante y sobrecogedor» (Jesús Ferrer, La Razón); una versión revisada y ampliada de la que es posiblemente su mejor novela, La lección de anatomía: «Ha conseguido situarse en una posición de referencia de la literatura española, o, en palabras de Rafael Chirbes, “en el escalón superior”» (Sònia Hernández, LaVanguardia); Farándula (Premio Herralde de Novela): «Muy buena. Estilazo. Talento, brillo, viveza, nervio, inventiva verbal, verdad» (Marcos Ordóñez, El País); y Clavícula: «Uno de los libros más crudos, brutales e impíos que haya leído en mucho rato» (Leila Guerriero).

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