Techos verdes y decks enrollables. Ideas para mantener tu casa fresca en verano
Si la pandemia nos enseñó a redescubrir cada rincón, este verano nos invita a maximizar el uso de los espacios exteriores: aquí, algunas estrategias sencillas y accesibles contra el calor
V. U.
Estos decks generan una cámara de aire que amortigua las altas temperaturas
Sombra y ventilación cruzada, materiales que aíslan el calor, oasis vegetales y colores claros. Mantener la casa fresca y aireada requiere estrategias y soluciones constructivas que no siempre implican grandes inversiones. Los especialistas consultados coinciden en afirmar que los rayos de sol son los grandes enemigos del confort térmico. Y sugieren un menú de opciones para combatirlos de cara a las olas de calor que llegan con el verano. Si la pandemia nos enseñó a redescubrir nuestros espacios, potenciarlos y optimizar cada rincón, la pospandemia nos propone maximizar el uso de los metros exteriores y garantizar el bienestar en toda la casa.
Desde techos verdes y revestimientos que generan cámaras de aire hasta tratamientos para alargar la vida útil del equipamiento de balcones, patios y terrazas. Estos espacios que ganaron protagonismo y nos conectaron con el exterior vuelven a ser claves.
La doble circulación de aire, algo que no puede faltar
La circulación del aire es una de las estrategias exitosas. Conviene ventilar durante las primeras horas de la mañana. Y luego recurrir a los socios fieles de la sombra: cortinas black out, persianas o celosías, como las que se usaban en las casas antiguas. El sistema resulta ideal porque permite la entrada del aire pero frena los rayos del sol. Los PH aún atesoran estas cortinas rígidas en hierro o madera, segundas pieles que protegen los muros desde el exterior, al igual que las claraboyas que favorecen las corrientes de aire. “Ubicar rejillas en ambientes puntuales puede suplir la falta de ventanas y promover la circulación. Ideal colocarlas en la zona baja de un muro que cuente con sombra o plantas y además, otras en paredes opuestas y en altura”, explica Diego García Pezzano, responsable del Dpto. de Arquitectura de Cadamda, la Cámara de la Madera. Pezzano también sugiere aleros de madera o galerías en ventanas que den al norte, como opción accesible. “Las estructuras de madera también pueden ser el soporte ideal para el crecimiento de plantas” .
Fáciles de colocar
Los espacios exteriores pueden mejorar su rendimiento a partir de los decks enrollables. Se trata de paños autoportantes que se colocan de manera muy sencilla. Además de su función estética generan una cámara de aire que reduce el calor. Hidratan el espacio, evitan filtraciones y promueven bienestar. “Si los pisos no están en buenas condiciones este revestimiento soluciona buena parte del problema. Su mantenimiento es mínimo ya que se entregan con protectores impregnantes”, apunta Vivian Insaurralde, responsable de comunicación de la firma Cetol. “La madera al natural es infalible. El guatambú, kiri, pino y paraíso aportan calidez y frescura para interiores y exteriores. Son reciclables y biodegradables”, explica la arquitecta. Colores frescos, luminosos y que den sensación de amplitud son los preferidos por los interioristas.
Deck enrollable instalado en el balcón
Los techos verdes también integran el menú de opciones sustentables. En Cardales, la Casa entre árboles fue concebida como una plataforma de sombras. Según el proyecto de la arquitecta Barbara Berson esta terraza vegetal aporta un “uso activo dentro del funcionamiento de la vivienda. Es la encargada de recuperar el agua de lluvia para riego y a través de una capa de sustrato y vegetación nativa actúa como aislación para lograr un mayor confort térmico en el interior de la casa”. La carga de tierra y verde, en este caso, retarda la propagación del calor al interior de los hogares.
Techos verdes con plantas autóctonas
Julio Oropel, arquitecto e interiorista destaca: “Hay más conciencia sobre la sustentabilidad y el uso de energía. Vuelve el ventilador como recurso principal que, sumado a la corriente de aire cruzada, permite renovar el aire de forma natural y gratuita”.
En este sentido, las placas de yeso regulan la humedad del ambiente y generan control térmico, en verano e invierno. Según los especialistas de la firma Knauf, el aislamiento térmico es la capacidad que tiene un conjunto de viviendas de evitar el intercambio de calor entre el ambiente interior y el exterior. Muros, techos, pisos, ventanas y aberturas integran la lista de los que ganan o generan pérdidas térmicas en un edificio o una casa. Por eso, un sistema de aislamiento permite adaptarse a cualquier tipo de construcción para optimizar el confort y mejorar las prestaciones a lo largo de su vida útil. Al mantener la temperatura estos revestimientos disminuyen la demanda de energía eléctrica.
Por otra parte, el olfato completa el universo sensorial que relacionamos con la frescura. En los ambientes cerrados donde el uso del aire acondicionado es frecuente hay que contemplar que el ambiente se reseca. Para neutralizarlo, la perfumista Marta Harff recomienda el uso de difusores ultrasónicos que generan una bruma fría. “Con unas gotas de aceite esencial se volatilizan las propiedades naturales y aromaterapéuticas que reponen la humedad ambiente e hidratan. Además, neutralizan los iones positivos armonizando el ambiente sin dañarlo”, detalla la creadora de la firma Perfumum Bue.
Integrar plantas a cuartos, baños y cocinas renueva el oxígeno y aporta calma a los espacios interiores. Los mini oasis vegetales se suman a las estrategias para bajar la temperatura y customizar nuestros espacios con recursos accesibles. Casas hidratadas, perfumadas, aireadas y luminosas: la reconfiguración pospandémica llegó al hogar.
Estos decks generan una cámara de aire que amortigua las altas temperaturas
Sombra y ventilación cruzada, materiales que aíslan el calor, oasis vegetales y colores claros. Mantener la casa fresca y aireada requiere estrategias y soluciones constructivas que no siempre implican grandes inversiones. Los especialistas consultados coinciden en afirmar que los rayos de sol son los grandes enemigos del confort térmico. Y sugieren un menú de opciones para combatirlos de cara a las olas de calor que llegan con el verano. Si la pandemia nos enseñó a redescubrir nuestros espacios, potenciarlos y optimizar cada rincón, la pospandemia nos propone maximizar el uso de los metros exteriores y garantizar el bienestar en toda la casa.
Desde techos verdes y revestimientos que generan cámaras de aire hasta tratamientos para alargar la vida útil del equipamiento de balcones, patios y terrazas. Estos espacios que ganaron protagonismo y nos conectaron con el exterior vuelven a ser claves.
La doble circulación de aire, algo que no puede faltar
La circulación del aire es una de las estrategias exitosas. Conviene ventilar durante las primeras horas de la mañana. Y luego recurrir a los socios fieles de la sombra: cortinas black out, persianas o celosías, como las que se usaban en las casas antiguas. El sistema resulta ideal porque permite la entrada del aire pero frena los rayos del sol. Los PH aún atesoran estas cortinas rígidas en hierro o madera, segundas pieles que protegen los muros desde el exterior, al igual que las claraboyas que favorecen las corrientes de aire. “Ubicar rejillas en ambientes puntuales puede suplir la falta de ventanas y promover la circulación. Ideal colocarlas en la zona baja de un muro que cuente con sombra o plantas y además, otras en paredes opuestas y en altura”, explica Diego García Pezzano, responsable del Dpto. de Arquitectura de Cadamda, la Cámara de la Madera. Pezzano también sugiere aleros de madera o galerías en ventanas que den al norte, como opción accesible. “Las estructuras de madera también pueden ser el soporte ideal para el crecimiento de plantas” .
Fáciles de colocar
Los espacios exteriores pueden mejorar su rendimiento a partir de los decks enrollables. Se trata de paños autoportantes que se colocan de manera muy sencilla. Además de su función estética generan una cámara de aire que reduce el calor. Hidratan el espacio, evitan filtraciones y promueven bienestar. “Si los pisos no están en buenas condiciones este revestimiento soluciona buena parte del problema. Su mantenimiento es mínimo ya que se entregan con protectores impregnantes”, apunta Vivian Insaurralde, responsable de comunicación de la firma Cetol. “La madera al natural es infalible. El guatambú, kiri, pino y paraíso aportan calidez y frescura para interiores y exteriores. Son reciclables y biodegradables”, explica la arquitecta. Colores frescos, luminosos y que den sensación de amplitud son los preferidos por los interioristas.
Deck enrollable instalado en el balcón
Los techos verdes también integran el menú de opciones sustentables. En Cardales, la Casa entre árboles fue concebida como una plataforma de sombras. Según el proyecto de la arquitecta Barbara Berson esta terraza vegetal aporta un “uso activo dentro del funcionamiento de la vivienda. Es la encargada de recuperar el agua de lluvia para riego y a través de una capa de sustrato y vegetación nativa actúa como aislación para lograr un mayor confort térmico en el interior de la casa”. La carga de tierra y verde, en este caso, retarda la propagación del calor al interior de los hogares.
Techos verdes con plantas autóctonas
Julio Oropel, arquitecto e interiorista destaca: “Hay más conciencia sobre la sustentabilidad y el uso de energía. Vuelve el ventilador como recurso principal que, sumado a la corriente de aire cruzada, permite renovar el aire de forma natural y gratuita”.
En este sentido, las placas de yeso regulan la humedad del ambiente y generan control térmico, en verano e invierno. Según los especialistas de la firma Knauf, el aislamiento térmico es la capacidad que tiene un conjunto de viviendas de evitar el intercambio de calor entre el ambiente interior y el exterior. Muros, techos, pisos, ventanas y aberturas integran la lista de los que ganan o generan pérdidas térmicas en un edificio o una casa. Por eso, un sistema de aislamiento permite adaptarse a cualquier tipo de construcción para optimizar el confort y mejorar las prestaciones a lo largo de su vida útil. Al mantener la temperatura estos revestimientos disminuyen la demanda de energía eléctrica.
Por otra parte, el olfato completa el universo sensorial que relacionamos con la frescura. En los ambientes cerrados donde el uso del aire acondicionado es frecuente hay que contemplar que el ambiente se reseca. Para neutralizarlo, la perfumista Marta Harff recomienda el uso de difusores ultrasónicos que generan una bruma fría. “Con unas gotas de aceite esencial se volatilizan las propiedades naturales y aromaterapéuticas que reponen la humedad ambiente e hidratan. Además, neutralizan los iones positivos armonizando el ambiente sin dañarlo”, detalla la creadora de la firma Perfumum Bue.
Integrar plantas a cuartos, baños y cocinas renueva el oxígeno y aporta calma a los espacios interiores. Los mini oasis vegetales se suman a las estrategias para bajar la temperatura y customizar nuestros espacios con recursos accesibles. Casas hidratadas, perfumadas, aireadas y luminosas: la reconfiguración pospandémica llegó al hogar.
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