domingo, 18 de junio de 2017

LECTURA RECOMENDADA


Con algunos años de retraso, este año llegó a la Argentina la versión en castellano de El intérprete del dolor (Salamandra), de Jhumpa Lahiri. El libro, que reúne nueve relatos protagonizados por personajes migrantes, había sido publicado en inglés en 1999. Por ese conjunto de relatos, la autora obtuvo en 2000 el premio Pulitzer. Luego publicó dos novelas: El buen nombre, en 2003, y la extraordinaria La hondonada (2013), que cuenta la historia de dos hermanos, de dos memorias y dos destinos en dos continentes. El segundo volumen de cuentos, Tierra desacostumbrada, es de 2008, y retoma motivos típicos en la narrativa de Lahiri: la inmigración, el amor, la identidad y la búsqueda de reconciliación aun en medio de la incomprensión.




Su nuevo libro son memorias: In altre parole fue escrito en italiano y se publicó en 2015. Es además su primer libro de no ficción, por el que recibió el premio Viareggio-Versilia 2015 en tierras del Dante. Allí Lahiri cuenta su pasión por la lengua, la cultura y las ciudades italianas donde, como emigrada, tuvo que realizar aprendizajes y, como escribió, "una suerte de nuevo bautismo". Ese libro recién llegará a la Argentina a inicios de 2019.
Lahiri es hija de inmigrantes bengalíes; nació en Londres en 1967 y luego de vivir varios años en Estados Unidos, donde transcurren varias de sus ficciones, decidió instalarse con su familia en Italia. "Quería que mis hijos tuvieran la experiencia de vivir como inmigrantes; eso vuelve a las personas más consideradas", opina. Pronta ahora a regresar con la familia al continente americano (por pedido de los hijos), Lahiri responde desde Nueva Jersey las preguntas
-¿De qué trata su nuevo libro?
In altre parole desarrolla más o menos los mismos temas que los libros anteriores, esta vez a través de un filtro explícitamente lingüístico. En este libro empiezo a cambiar mi identidad como escritora y cuestiono lo que significa pertenecer, o no pertenecer, al lenguaje. Lo escribí completamente en italiano. Ahora estoy escribiendo una obra de ficción en italiano, un libro de cuentos muy cortos conectados unos con otros a través de personajes y ambientes.


-¿Se puede decir que en su literatura los personajes asimilan y procesan el sufrimiento?
-No sé si mi trabajo asimila o procesa el sufrimiento ni cómo lo hace, pero creo que el arte siempre es una reacción a alguna forma de sufrimiento, y es también su contrapunto: la supervivencia.
-Usted es autora de novelas sobre formas del desarraigo, como La hondonada o El buen nombre. ¿Cómo vive usted su condición de nómade y exiliada?
-No tengo una identificación completa con ningún lugar. Tampoco me considero una expatriada, ya que eso implicaría que tengo un país de origen específico. Creo que la falta de una identidad coherente y completa es crucial para el escritor.
-¿Qué autores literarios del siglo XX fueron decisivos para que usted encontrara su modo de narrar?
-Kafka, Joyce, Beckett, Woolf, Nabokov, entre muchos otros. En los últimos años he centrado mi atención en los escritores italianos: Pavese, Moravia, Morante, Bassani, Calvino, Levi, Lampedusa. Escribo en italiano porque me encanta el idioma, para aprender mejor ese idioma y para experimentar con una realidad lingüística, una tonalidad y un punto de vista diferentes.

-¿Conoce la literatura latinoamericana? ¿Piensa visitar la Argentina para presentar sus libros, que son muy apreciados aquí?
-Algunos de los autores latinoamericanos que admiro profundamente son Jorge Luis Borges, Gabriel García Márquez, Clarice Lispector, Octavio Paz, Pablo Neruda y Mario Benedetti. También me siento muy ansiosa por leer la obra del argentino Juan Rodolfo Wilcock, que escribió en italiano y en español. Me encantaría visitar la Argentina algún día.
-¿Cuál es su mirada sobre la crisis de refugiados que el mundo vive actualmente?
-La crisis de los inmigrantes es trágica y compleja. Es la realidad de nuestro mundo, una cuestión humanitaria que debemos enfrentar colectivamente y trabajar para resolver. La forma en que consideramos, aceptamos, permitimos y ayudamos a nuestros semejantes a cruzar las fronteras, a asimilarse o no, ha sido una cuestión permanente para la civilización.
El intérprete del dolor




Autor: Jhumpa Lahiri
Editorial: Salamandra
Páginas: 224

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.