Theodore Child - EDUNER - 80 páginas
Periodista y crítico de arte, Theodore Child nació en Liverpool en 1846 y murió de cólera en Persia 46 años después, en pleno viaje. El diario The Sun, para el que colaboró durante más de una década –y en el que también escribió Edgar Allan Poe– lo despedía entonces describiendo el departamento en París que quedaba vacío tras su fallecimiento: colmado de curiosidades y tesoros, un museo personal de los incontables lugares del mundo que había visitado. A Francia había llegado casi inmediatamente después de graduarse, para trabajar como corresponsal en The Telegraph. Desde entonces, su vocación por las expediciones a destinos inusuales no hizo más que profundizarse. Tras asistir a la Exposición Universal de París y recorrer el prometedor pabellón argentino, uno de los más grandes del evento, decidió dirigirse a Sudamérica. Sus crónicas de viajes por Chile, Perú, Argentina, Paraguay y Uruguay se publicaron en 1891.
Ahora, EDUNER las recupera para sus «Cuadernos de las orillas», colección en la que también se pueden encontrar las aguafuertes fluviales de Roberto Arlt. Paola Calabretta es la traductora de estas pinceladas asombrosas y asombradas de Child, quien se va encontrando lentamente con la «estafa» de aquel pabellón publicitario y a la vez logra avistar todas las maravillas naturales que nadie podría haberle prometido. «En mi opinión, nada es más innecesario a la hora de viajar que un plan fijo: interfiere con el juego de lo imprevisto e impide la evolución de aquellas ideas y aspiraciones latentes que, si se las deja libres para encontrar su rumbo, guiarán al paciente errante hacia la realización de muchos sueños a medias olvidados», sabía, por suerte, nuestro visitante.
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