¿Qué veo? Una comedia negra, un documental y un policial adictivo para descubrir el fin de semana
The Shrink Next Door, Taste the Nation y Smother, tres estrenos que vale la pena ver
N. T.
Paul Rudd en The Shrink Next Door
The Shrink Next Door. En la búsqueda de consolidar su lugar como la plataforma de las comedias que exploran la complejidad de la experiencia humana al estilo de la exitosa Ted Lasso, Apple TV+ programó esta nueva serie de ocho episodios protagonizada por Will Ferrell y Paul Rudd. Claro que, si el personaje de Jason Sudeikis camina por la vereda del sol, los del dúo de actores que ya compartieron pantalla en las dos entregas de El reportero: la leyenda de Ron Burgundy, recorren una ruta mucho más oscura y tormentosa. The Shrink Next Door está basada en un podcast que relataba la historia real del patológico vínculo entre Marty Markowitz y su psiquiatra Ike Herschkopf, una relación que duró casi tres décadas y cuyos detalles combinaron la manipulación psicológica y emocional con el fraude financiero. Entre la comedia negra y el drama, la serie desarrolla en detalle cómo fue que Marty (Ferrell) y Ike (Rudd), empezaron a trabajar juntos como paciente y terapeuta. Aunque las razones de su compleja relación son más difíciles de explicar. En principio, por medio de flashbacks y escenas en las que Ferrell despliega su talento para la comedia y el drama, los espectadores conocen a Marty, un hombre que nunca se sintió demasiado cómodo en su propia piel y que cuando debe hacerse cargo del negocio familiar y de las exigencias de una ex novia algo despiadada, pasa de un ataque de pánico al otro. Y ahí entra en escena el doctor que interpreta Rudd con untuosa bonhomía, un psiquiatra parece entender que su paciente aceptará sus consejos sin chistar al punto de recurrir a él para tomar cualquier decisión en su vida, por pequeña que sea. Y que eso hará que él, por fin, pueda tener la suficiente influencia social y financiera para cumplir todos sus sueños. Una temporada. Disponible en Apple TV+
Padma Lakshmi en el primer episodio de la serie documental Taste the NationPhoto: Dominic Valente/Hulu - Hulu
Taste the Nation with Padma Lakshmi. La autora, presentadora y productora televisiva Padma Lakshmi, a la que los fanáticos de los concursos de cocina conocen como uno de los jurados del excelente Top Chef, llegó a los Estados Unidos desde su India natal cuando tenía cuatro años. La comida de su tierra y la de su país de adopción funcionaron como conexión entre la identidad con la que nació y su lugar en el mundo. A partir de esa experiencia, Lakshmi ideó esta serie documental que la llevó a recorrer todo Estados Unidos en busca de los platos de esos inmigrantes que, como ella, cambiaron la cara y los sabores de su nuevo hogar. Como si se tratara de la mejor iluminada y entretenida clase de cocina y antropología combinadas, el programa propone a la gastronomía como el más efectivo aglutinante en un país repleto de divisiones tanto simbólicas como concretas. Así, en el primer episodio titulado “Burritos en la frontera”, la conductora viaja a la ciudad norteamericana de El Paso, en la frontera con México, para descubrir los secretos de ese popular plato nacido entre El Paso y Ciudad Juárez, su vecina del sur. “Damos consuelo a través de la comida”, dirá una de sus entrevistadas mientras los helicópteros de la policía fronteriza de los Estados Unidos pasan una y otra vez sobre sus cabezas. Una temporada. Disponible en Star+
Dervla Kirwan es la protagonista de la adictiva serie irlandesa SmotherMMAGUIRE - HBO Max
Smother. Un acantilado y una muerte que podría ser un asesinato o tal vez un trágico accidente. Una familia repleta de secretos, traiciones y conflictos que se vuelven insostenibles cuando se empiezan a descubrir muchas de las historias que llevaban ocultas por años. Este policial irlandés creado por la novelista y guionista Kate O’Riordan comienza la noche del festejo de cumpleaños de Val (Dervla Kirwan) y mucho antes de soplar las velitas se adivinan corrientes de tensión entre varios de los asistentes, empezando por la cumpleañera y su marido Denis (Stuart Graham) y sus hijas Jenny (Niamh Walsh), Anna (Gemma-Leah Devereux) y Grace (Seána Kerslake). Cuando en medio de la celebración Denis anuncia que Val y él van a divorciarse y que ella se mudará a la casa de su amante Carl (Thomas Levin), presente en el cumpleaños, Grace tendrá un ataque que pondrá fin al festejo. Más allá de su estructura coral, la narración tiene como centro a los conflictos de Val y sus hijas con especial énfasis en la posibilidad de que una de ellas tal vez haya asesinado a su padre. La serie de seis episodios es efectiva tanto en su lado dramático como en el relato policial, que seguramente más de un espectador querrá ver todos los capítulos de una sola vez. Una temporada. Disponible en HBO Max
Paul Rudd en The Shrink Next Door
The Shrink Next Door. En la búsqueda de consolidar su lugar como la plataforma de las comedias que exploran la complejidad de la experiencia humana al estilo de la exitosa Ted Lasso, Apple TV+ programó esta nueva serie de ocho episodios protagonizada por Will Ferrell y Paul Rudd. Claro que, si el personaje de Jason Sudeikis camina por la vereda del sol, los del dúo de actores que ya compartieron pantalla en las dos entregas de El reportero: la leyenda de Ron Burgundy, recorren una ruta mucho más oscura y tormentosa. The Shrink Next Door está basada en un podcast que relataba la historia real del patológico vínculo entre Marty Markowitz y su psiquiatra Ike Herschkopf, una relación que duró casi tres décadas y cuyos detalles combinaron la manipulación psicológica y emocional con el fraude financiero. Entre la comedia negra y el drama, la serie desarrolla en detalle cómo fue que Marty (Ferrell) y Ike (Rudd), empezaron a trabajar juntos como paciente y terapeuta. Aunque las razones de su compleja relación son más difíciles de explicar. En principio, por medio de flashbacks y escenas en las que Ferrell despliega su talento para la comedia y el drama, los espectadores conocen a Marty, un hombre que nunca se sintió demasiado cómodo en su propia piel y que cuando debe hacerse cargo del negocio familiar y de las exigencias de una ex novia algo despiadada, pasa de un ataque de pánico al otro. Y ahí entra en escena el doctor que interpreta Rudd con untuosa bonhomía, un psiquiatra parece entender que su paciente aceptará sus consejos sin chistar al punto de recurrir a él para tomar cualquier decisión en su vida, por pequeña que sea. Y que eso hará que él, por fin, pueda tener la suficiente influencia social y financiera para cumplir todos sus sueños. Una temporada. Disponible en Apple TV+
Padma Lakshmi en el primer episodio de la serie documental Taste the NationPhoto: Dominic Valente/Hulu - Hulu
Taste the Nation with Padma Lakshmi. La autora, presentadora y productora televisiva Padma Lakshmi, a la que los fanáticos de los concursos de cocina conocen como uno de los jurados del excelente Top Chef, llegó a los Estados Unidos desde su India natal cuando tenía cuatro años. La comida de su tierra y la de su país de adopción funcionaron como conexión entre la identidad con la que nació y su lugar en el mundo. A partir de esa experiencia, Lakshmi ideó esta serie documental que la llevó a recorrer todo Estados Unidos en busca de los platos de esos inmigrantes que, como ella, cambiaron la cara y los sabores de su nuevo hogar. Como si se tratara de la mejor iluminada y entretenida clase de cocina y antropología combinadas, el programa propone a la gastronomía como el más efectivo aglutinante en un país repleto de divisiones tanto simbólicas como concretas. Así, en el primer episodio titulado “Burritos en la frontera”, la conductora viaja a la ciudad norteamericana de El Paso, en la frontera con México, para descubrir los secretos de ese popular plato nacido entre El Paso y Ciudad Juárez, su vecina del sur. “Damos consuelo a través de la comida”, dirá una de sus entrevistadas mientras los helicópteros de la policía fronteriza de los Estados Unidos pasan una y otra vez sobre sus cabezas. Una temporada. Disponible en Star+
Dervla Kirwan es la protagonista de la adictiva serie irlandesa SmotherMMAGUIRE - HBO Max
Smother. Un acantilado y una muerte que podría ser un asesinato o tal vez un trágico accidente. Una familia repleta de secretos, traiciones y conflictos que se vuelven insostenibles cuando se empiezan a descubrir muchas de las historias que llevaban ocultas por años. Este policial irlandés creado por la novelista y guionista Kate O’Riordan comienza la noche del festejo de cumpleaños de Val (Dervla Kirwan) y mucho antes de soplar las velitas se adivinan corrientes de tensión entre varios de los asistentes, empezando por la cumpleañera y su marido Denis (Stuart Graham) y sus hijas Jenny (Niamh Walsh), Anna (Gemma-Leah Devereux) y Grace (Seána Kerslake). Cuando en medio de la celebración Denis anuncia que Val y él van a divorciarse y que ella se mudará a la casa de su amante Carl (Thomas Levin), presente en el cumpleaños, Grace tendrá un ataque que pondrá fin al festejo. Más allá de su estructura coral, la narración tiene como centro a los conflictos de Val y sus hijas con especial énfasis en la posibilidad de que una de ellas tal vez haya asesinado a su padre. La serie de seis episodios es efectiva tanto en su lado dramático como en el relato policial, que seguramente más de un espectador querrá ver todos los capítulos de una sola vez. Una temporada. Disponible en HBO Max
Primera entre las preferencias del público argentino, la película triunfa por la química entre sus protagonistas, Nina Dobrev, Jimmy O. Yang y Darren Barnet
Jimmy O. Yang y Nina Dobrev, protagonistas del film Bettina Strauss/Netflix - Netflix
¡Qué duro es el amor! (Estados Unidos, 2021). Dirección: Hernan Jimenez. Guion: Rebecca Ewing y Daniel Mackey. Elenco: Jimmy O. Yang, Nina Dobrev, Darren Barnet, Harry Shum Jr, James Saito, Rebbeca Stab, Heather McMahan. Disponible en: Netflix. Duración: 104 minutos.
Cuando se trata de géneros cinematográficos, el respeto a una fórmula que cumpla con lo que se espera de ellos –con el canon al que realizadores y espectadores están acostumbrados– muchas veces entra en conflicto con la falta de originalidad y frescura. En el caso de las comedias románticas, las últimas décadas parecen haber estado concentradas en el conflicto entre el reconocimiento de las viejas recetas y las ideas rupturistas que intentan cambiarlas en nombre de la modernidad.
Esa falsa dicotomía –y un rotundo cambio de enfoque de los estudios de Hollywood, que hace años dejaron de considerar a los films del género entre sus proyectos prioritarios– relegó a las comedias románticas a un lugar periférico y fue el cine independiente el que logró mantenerlas con vida mientras desde la industria solo llegaban decepcionantes intentos que no lograron insuflarles nuevos aires. Hasta que llegaron los sistemas de streaming y ocuparon el lugar que los productores tradicionales habían dejado vacante.
¡Qué duro es el amor!, el film estrenado recientemente en Netflix –que rápidamente se ubicó primero entre las preferencias de los argentinos según el ranking de la plataforma– hace un valiente intento por mantenerse dentro del cánon y al mismo tiempo demuestra que a veces las fórmulas no alcanzan para explicar el secreto peor guardado de las comedias románticas: la química entre sus protagonistas. Que en esta caso, abunda.
Darren Barnet y Jimmy O. Yang en ¡Qué duro es el amor!Netflix
Todo comienza como se espera: la periodista Natalie Bauer (Nina Dobrev, The Vampire Diaries), se dedica a escribir columnas sobre sus fracasos en el amor en una revista femenina online. Sus mil y un intentos por encontrar pareja a través de las redes le dan letra para sus artículos pero también confirman su cinismo sobre el sexo opuesto. Eso, hasta que su amiga la obliga a ampliar el parámetro geográfico de la página de citas más allá de Los Ángeles. Y entonces se conecta con Josh (Jimmy O. Yang, Silicon Valley), residente en un pueblo del estado de Nueva York, del otro lado del país, que parece ser “el candidato” para ella. Las largas charlas primero por mensaje y luego por teléfono la convencen de viajar por sorpresa a conocerlo.
Lo que sucede después es fácil de imaginar: Natalie descubre rápido que Josh utilizó la foto de un vecino apuesto (Darren Barnet, Yo, nunca) y robó parte de la vida de éste para conquistarla. No sólo su aspecto físico no coincide con la realidad sino que tampoco lo hacen sus intereses y actividades. Con ese planteo, el film dirigido por Hernán Jimenez cumple con uno de los clásicos impedimentos de la comedia romántica: la identidad falsa y el engaño de uno de los protagonistas. Una herramienta narrativa que, en este caso, se beneficia por la interpretación de Yang, que logra que la manipulación y la mentira de Josh parezca más un accidente que una intencionada maniobra. Otro punto a su favor es la encantadora aunque algo intrusiva familia que quiere lo mejor para él y por eso recibe a Natalie, su “novia”, con alegría y la calidez que a ella parece faltarle. El uso del elemento familiar y la relación ficticia también forman parte del repertorio tradicional del género, al que en este caso se suma también una rivalidad fraternal y el hecho de que Josh es de origen asiático, un hecho que cumple con la cuota de diversidad que Netflix tan religiosamente cumple en su búsqueda de dotar a sus contenidos de corrección política y atractivo global.
¡Qué duro es el amor!Bettina Strauss - Netflix
Lo cierto es que si bien ¡Qué duro el amor! utiliza ciertos recursos de las comedias románticas de la última década, como las referencias en su relato a otras películas relacionadas con el género como Realmente amor-que no es estrictamente una comedia romántica sino un film navideño, como bien lo señala esta película-, se mantiene bastante cerca de la tradición. Su innovación más interesante es el papel del tercero en discordia, que usualmente es retratado como un insoportable y superficial Adonis y aquí tiene muchas más cualidades además de su aspecto físico.
El descubrimiento de que esas cualidades no son lo que Natalie busca en una pareja es parte fundamental del arco narrativo de su personaje, tal vez es el aspecto más débil de toda la historia. Es que si bien el comportamiento de Natalie da pistas sobre un conflicto emocional en su pasado y de ciertas carencias afectivas que la llevaron hasta dónde está, sus motivaciones parecen haberse perdido en la isla de edición. Ese desequilibrio entre el robusto desarrollo del protagonista masculino y la endeble construcción del papel femenino le juegan en contra a una película que de todos modos demuestra que la comedia romántica, si la dejan, todavía tiene mucho para dar.
http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA
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