viernes, 15 de junio de 2018

LEGISLAR PARA LA VIDA


Hay que seguir buscando soluciones a los problemas derivados de los embarazos no deseados, como la posibilidad de adoptar a un ser humano en gestación
Hay que seguir buscando soluciones a los problemas derivados de los embarazos no deseados, como la posibilidad de adoptar a un ser humano en gestación
A lo largo de 15 jornadas, 738 oradores enriquecieron el civilizado debate sobre el aborto en el Congreso. Con dicha instancia ya cerrada, tanto los parlamentarios como los ciudadanos disponemos de un valioso cúmulo de información que ha servido para argumentar y justificar posiciones frente a una cuestión tan controvertida como importante.
En este escenario, un sondeo domiciliario y telefónico realizado por Isonomía a fines de abril en todo el país reveló paridad entre propulsores y detractores de la despenalización, y propuso una segunda instancia de análisis a partir de una premisa: "Imagine una política pública de salud que contemple educación sexual integral y planificación familiar, controles frecuentes de la madre y el hijo, contención psicológica y asistencia al parto para luego facilitar la adopción futura del niño en embarazos no planificados. ¿Usted preferiría que el aborto se permita siempre y por cualquier motivo o que el Estado promueva una normativa de este tipo?" Solo un 25% del universo encuestado se mostró a favor de permitir el aborto siempre y por cualquier motivo; el 60% se opuso.
En esta dirección, en marzo pasado y por quinta vez consecutiva se presentó en el Congreso el proyecto propulsado por la Red Federal de Familias: la ley de protección integral de los derechos humanos de la mujer embarazada y de las niñas y los niños por nacer. Propone una solución integradora que respeta y protege los derechos de la madre y del niño brindando contención y respuestas a quienes transitan situaciones de vulnerabilidad, reduciendo la brecha de inequidad. Contempla el derecho humano esencial de toda persona humana a vivir y nacer de forma digna, sin discriminar por sus orígenes, para lo cual se protege a la madre de las presiones externas que obstaculizan el desarrollo seguro de su embarazo y le reconoce prerrogativas, derechos y garantías que hacen a una tutela completa de su dignidad humana como portadora de vida, facilitando su acceso a la atención sanitaria, económica y psicológica que la sociedad y el Estado deben brindarle.
Por su parte, haciéndose eco del pedido de la Madre Teresa de Calcuta cuando decía: "No los maten, dénmelos a mí", los diputados Juan Brügge (demócrata cristiano-Córdoba Federal) y Jorge Enriquez (Cambiemos) presentaron sendos proyectos proponiendo incluir en la ley de adopción la posibilidad de adoptar una persona cuando aún está alojada en el vientre materno. Esto supone las modificaciones de artículos del nuevo Código Civil y Comercial, donde se fijan las condiciones en las que las personas pueden ser adoptadas.
En marzo pasado, otro grupo de diputados solicitó también el tratamiento de una ley de protección integral de los derechos humanos de la mujer embarazada y de las niñas y los niños por nacer. En mayo fue el turno de impulsar que se declare de interés nacional la promoción de la seguridad social especial, para la madre y el niño en situación de vulnerabilidad y, por otra parte, de proponer un régimen para mejorar la situación de adaptabilidad de niños y niñas recién nacidos.
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Comprometidos con los auténticos derechos humanos, necesitamos propuestas superadoras e integrales para la mujer vulnerable y el niño por nacer. Invitamos una vez más a los legisladores, a las organizaciones de la sociedad civil que trabajan en estas temáticas y a los ciudadanos comprometidos con la vida a continuar buscando activa y eficazmente caminos de solución a los problemas que puedan derivar de embarazos no deseados, conflictivos o riesgosos, contemplando los derechos y la dignidad tanto de la madre embarazada como del niño por nacer. El aborto es una tragedia personal y si lo legislamos lo transformaremos en una tragedia social reivindicada y en un gravísimo mensaje para niños y jóvenes: si lo legalizado entra en contradicción con la ley natural, restándole a la vida su valor intrínseco, pasamos a corromper en ellos la correcta comprensión del bien moral. El derecho fundamental de la vida y su protección universal es precisamente el terreno donde típicamente la ley civil y la ley moral se encuentran.
Como las modernas tecnologías y la ciencia confirman, sin dejar lugar a dudas, el inicio de la vida se produce en el instante mismo de la concepción, por lo cual hemos de agotar los esfuerzos para que las normas amparen, acompañen y contribuyan al desarrollo del niño indefenso y a la atención de su madre. El verdadero progreso solo se sostiene en el reconocimiento de los derechos a los más vulnerables. Como podemos apreciar, resta mucho por hacer para cuidar las dos vidas.

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