domingo, 30 de julio de 2023

DEBATE


“Roca es más que la Campaña al Desierto”: el traslado del monumento de Bariloche profundiza la grieta histórica
Aunque la Comisión Nacional aprobó la mudanza de la estatua ecuestre, la decisión de sacar la escultura del Centro Cívico generó debate toda la semana; ¿Cuál es el riesgo de dirimir conflictos del presente en estos símbolos?
Daniel Gigena
Una imagen de 2020, cuando manifestantes intentaron derribar el monumento a Roca en el Centro Cívico de Bariloche
Desde los Andes, soplan vientos que avivan un debate monumental. Esta semana, con el anuncio de que el monumento a Julio Argentino Roca será retirado del Centro Cívico de Bariloche, se profundizó la grieta histórica en torno a la figura del que fue dos veces presidente de la Argentina a finales del siglo XIX e inicios del XX.
Las autoridades locales, que alegaron que el monumento inaugurado en 1940 no había estado previsto en los planos originales del Centro Cívico y que genera conflictos sociales y políticos, informaron que la estatua ecuestre de Roca “cabalgará” hacia una barranca que da al lago Nahuel Huapi, en la que hay un conjunto de bustos y estatuas de próceres. El monumento a Roca se ubicará entre un busto de Juan Manuel de Rosas y otro del empresario italiano Primo Capraro.
La Comisión Nacional de Monumentos, de Lugares y de Bienes Históricos, que preside la profesora Mónica Capano, aprobó sin chistar el traslado, al parecer motivado por las críticas a la “monumentalización” del líder de la Conquista del Desierto, calificado retrospectivamente de “genocida”, y por los riesgos que corre el monumento, vandalizado en varias ocasiones. El 17 de este mes se cumplieron 180 años del nacimiento de Roca, en San Miguel de Tucumán.
En 1989, el monumento a Roca había sido declarado Monumento Histórico Nacional (MHN), y en 1999, se sancionó una ley nacional que declara Lugar Histórico (LH) al Centro Cívico barilochense. “La gente del municipio tomó la decisión de colocar la estatua de Roca junto con otras en un lugar por fuera del Centro Cívico”, informaron desde la Comisión.
La estatua en cuestión -obra del artista Emilio Sarniguet, creador de la escultura del “gaucho resero” que está en avenida de los Corrales y Lisandro de la Torre, en el barrio de Mataderos, y de El yaguareté, emplazada en Parque Chacabuco, entre otras- fue vandalizada en reiteradas ocasiones e incluso intentó ser derribada el 12 de octubre de 2012 por un grupo de manifestantes al grito de “Roca asesino”.
Para la historiadora, investigadora del Conicet y profesora Beatriz Bragoni, la discusión sobre el monumento a Roca, que se “viralizó” en redes sociales con posturas a favor y en contra, gira en torno a “lo mismo de siempre: usos públicos del pasado y anacronismos en la puja de memorias sociales y liturgias estatales”.
“Dos cosas diría -responde la historiadora e investigadora Camila Perochena-. La disputa sobre las estatuas es más una disputa sobre el presente que sobre el pasado. Lo que se está dirimiendo son conflictos del presente y no necesariamente una visión del pasado. ¿Cuál es el riesgo de dirimir conflictos presentes en estos símbolos? Es que se mira la historia con ojos presentistas; se juzga el pasado a través de los estándares éticos, de los valores, que son propios de esta época y no de finales del siglo XIX. Se le pide a Roca cierta idea de diversidad cultural que no tiene que ver con las ideas que circulaban en ese momento”.
El segundo punto se vincula con la Campaña del Desierto. “Sin duda se cometieron crímenes en la Conquista del Desierto, hoy inaceptables y que deben ser recordados, pero Roca es muchísimo más que la Campaña al Desierto. Roca es quien posibilitó la construcción de un Estado nacional, quien terminó de federalizar la ciudad de Buenos Aires, y por eso tenemos una capital federal; terminó de ‘torcerle el brazo’ a la provincia de Buenos Aires, que era la más rica y poderosa y con la cual no se podía terminar de construir ese Estado nacional, quien permitió el desarrollo del modelo agroexportador; que no solo habilitó el crecimiento económico sino también el ascenso social de muchas capas de la población y en cuyo mandato se sancionó la ley 1420 de educación gratuita, laica y obligatoria; es un personaje central de la historia argentina. Recordar a Roca es mucho más de lo que se quiere simbolizar hoy con ojos del presente”.
En una nota el historiador y académico Miguel Ángel de Marco había definido a Roca como el artífice del Estado moderno en la Argentina.
La directora de las licenciaturas en Ciencias Sociales e Historia de la Universidad Torcuato Di Tella, Geraldine Davies Lenoble, está a favor del traslado. “La historia y los monumentos históricos deben estar en diálogo con el pasado y el presente -dice la historiadora-. Es totalmente comprensible que los monumentos no estén en un sitio de por vida, sino que se repiensen y se abran diálogos sobre lo que vemos del pasado, qué estamos rescatando del pasado y cómo vemos a esas personas e hitos que se conmemoran. Es sumamente importante revisar la figura del expresidente Roca en monumentos y en plazas, especialmente en lugares como Bariloche y en otras provincias del sur, que genera una controversia enorme por el rol protagónico que tuvo en la campaña militar que llevó a cabo políticas genocidas en contra de población indígena en la pampa y la Patagonia”.
Para Davies Lenoble, es destacable que se ponga en cuestión el lugar que se le da a Roca. “Revisar cuáles son las estatuas que deben exhibirse en el espacio público es parte de un proceso mucho mayor que incluye investigaciones científicas y movilizaciones de las comunidades indígenas y de la sociedad que reivindican el derecho a la diversidad y la cultura”. Davies Lenoble recuerda que en espacios públicos y museos de países europeos este proceso de revisión lleva décadas. “Es importante lo que está pasando en Bariloche para abrir el debate a nivel nacional”, concluye.
Anteayer, el empresario Luis Da Costa publicó en la plataforma Change una petición titulada “El monumento a Roca en Bariloche no se toca”, que ya superó las 45.000 firmas. “Hay que ser inepto, burro, y anti Patria, para deshonrar la figura de Julio Argentino Roca, prócer, conquistador de nuestra Patagonia e impulsor de la modernización del Estado -escribió-. Repudio rotundamente esta muestra de desagradecimiento e ignorancia supina”.
Ayer, dirigentes de la oposición, historiadores y vecinos anunciaron que presentarían un amparo ante la Justicia para impedir el traslado. El retiro del monumento está previsto para la primavera.

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