SALUD MENTAL

“No se puede perseguir la felicidad todo el día”
La psicóloga española Patricia Ramírez se convirtió en un suceso hablando de problemas de ansiedad y de pareja

Flavia Tomaello“Ayudo a la gente con consejos prácticos”, dice Ramírez
Cuando Patricia Ramírez dio a luz a su primera hija, no imaginó que una semana después, el padre de la criatura desaparecería de la faz de la tierra. Literalmente, eso fue lo que Patricia creyó por décadas, hasta que descubrió que él se había ido a vivir a otro sitio, sin dar ningún tipo de explicación.
Con una bebé y el título de psicóloga bajo el brazo, entonces, ella empezó a crear proyectos para no hundirse. “Entendía que había cientos de espacios donde la psicología tenía algo que aportar, pero estaba ausente”, explica sobre sus columnas de psicología en la radio y los vínculos que fue entablando con algunos clubes de fútbol. Hoy, con un máster en Psicología Clínica y de la Salud y un doctorado en el departamento de Personalidad, Evaluación y Tratamiento Psicológico de la Universidad de Granada, se destaca por su gestión deslumbrante durante la pandemia, en la que desplegó recursos gratuitos para las familias.
Además, fue galardonada con el Premio del Colegio Oficial de Psicólogos de Andalucía Oriental a la mejor divulgadora en redes sociales, y colabora en el programa Para todos en la señal 2 de TVE, la televisión oficial de España, difundiendo “psicología de la vida cotidiana”. Sus libros (Entrénate para la vida (2012), Cuenta contigo (2018), Educar con serenidad (2019) y Somos fuerza (2021), entre otros) ya tienen más de 20 ediciones.
Un suceso en América Latina
Entre funciones de La ansiedad no mata, pero fatiga y Ménage à Trois, dos obras de teatro junto al actor Rafa Blanca, con las que recorre cada pequeña ciudad de España, se ha convertido en un suceso que ahora se replica cruzando el océano, sobre todo a través de sus redes (@patri_psicologa). “Pero la repercusión en Latinoamérica no viene de ahora –relata Patricia–, desde hace 12 años ya me venían viendo en México, Argentina o Colombia, y durante la pandemia, varias personas en distintos canales de radio, en Miami y en algún directo que he hecho con Pilar Sordo, me han ido conociendo más”.
–¿Cuáles son las preocupaciones que se perciben como propias en nuestra región?
–A nivel de salud mental estamos atravesando, después de la pandemia, tanto en Latinoamérica como en España, los mismos problemas relacionados con el miedo y la incertidumbre. Además, tanto en un lado como en otro, estamos sufriendo esta crisis económica que está agudizando más la inseguridad y la falta de bienestar en la población. Junto a todo esto, están las circunstancias que concurren alrededor de la crisis de Ucrania y cómo está afectando los precios de combustibles y del costo de la compra de alimentos, pues esto también afecta a la seguridad de las familias. Así que creo que tanto en Latinoamérica como en España estamos viviendo los mismos problemas de salud mental.
–¿Debés propiciar un diálogo particular cuando tu “oyente” no es local?
–Normalmente, no. Mi contenido es algo tan general, y tan de la vida diaria, que nos cabe a todos, son cosas que vivimos estemos donde estemos. Siempre digo que hago psicología de la vida cotidiana porque hablo de relaciones de pareja, de los vínculos con nuestros hijos, de temas de educación, del autocuidado, de la autoestima, cambios de hábitos de vida saludable, motivación... Creo que mis temas son universales.
–Tenés una mirada particular sobre la felicidad…
–No se puede perseguir la felicidad todo el día. La actitud de “querer es poder” es muy importante porque sin ella no podríamos reponernos a la adversidad, pero ese mensaje no es cierto. No eres el responsable único de lo que te sucede. El ser feliz se ha convertido en una tiranía. Como el resto de las emociones, es pasajera. Si estamos tristes todo el día, algo anda mal. ¿Por qué no andaría mal algo si estuviéramos felices todo el rato? Es normal sentir cualquier emoción, lo que hay que hacer es aceptarla y entender por qué está ocurriendo.
–La terapeuta-influencer es un concepto que de este lado del mundo está bastante bastardeado. ¿Qué opinás?
–A mí la palabra “influencer” no me gusta nada. Yo creo que se refiere a un tipo de personas que han aprendido a vivir económicamente a través de sus redes sociales, incluso muchos exponiendo la vida privada de sus hijos. Trato de alejarme de esa palabra. Simplemente creo que soy una figura de referencia dentro de la psicología. Tengo 52 años y llevo 28 trabajando como psicóloga. He ejercido mucho mi profesión y creo que es importante convertir la parte científica de la psicología en algo fácil, en una serie de consejos prácticos y pragmáticos que ayuden a la gente a generar un cambio. Eso es lo que hago.
–¿Cuáles son los peligros de aconsejar en las redes?
–Cuando una persona está mal, vulnerable, no puede ponerse en manos de un charlatán que le dice dos frases bonitas haciéndole creer que le va arreglar la vida, porque la mayoría de las veces, va a perder tiempo, dinero y salud.

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