lunes, 24 de julio de 2023

VACACIONES Y ARRAYANES


La Rural, con la magia del campo en la ciudad
“Mi cerdita preferida es Peppa Pig y ahora la estoy conociendo”, contó Malena, mientras paseaba por la RuralLaureano, que tiene parálisis cerebral, volvió a montar un caballo
CAMILA GODOY
Acariciar por primera vez un animal de campo, ver desfilar distintas razas de caballos, aprender elementos básicos de compostaje o tener nociones de biodiversidad: por esto y mucho más, ayer el predio ferial de Palermo, con su tradicional muestra anual, fue el elegido por muchos chicos y sus familias para disfrutar de una jornada al aire libre dentro del calendario de paseos de las vacaciones de invierno.
Eran las 12 en Palermo. El olor a asado se sentía en el aire desde hacía rato. Los más chicos caminaban de un lado para otro escoltados por globos de todos los colores. El algodón de azúcar, los pochoclos y la garrapiñada eran un clásico que no puede faltar en la Exposición Rural que ofrece todos los años para que los chicos disfruten durante las vacaciones de invierno.
“Tengo muchos tractores de juguete, pero nunca había visto uno de verdad. Son muy grandes, cuando sea grande quiero manejar uno”, contó Santino, de 5 años, que vino de la ciudad de Santa Fe junto a sus dos hermanos mayores y su madre.
La histórica muestra anual del campo convoca a personas de todas las edades hasta el próximo domingo a participar del multitudinario evento, en el predio ferial del barrio de Palermo. Las actividades para realizar son infinitas y están destinadas a todas las edades y gustos.
La familia de Malena, de 5 años, está compuesta por 6 hermanos, madre y padre. Los ocho viajaron desde Berazategui, en el conurbano bonaerense, para visitar la exposición por primera vez. “Mi cerdita preferida es Peppa Pig y ahora la estoy conociendo. A ella y a sus hermanitos”, expresó con emoción la pequeña que en su muñeca tenía atado un globo color rosa como el de la piel de los animales que descansaban en un corral lleno de paja.
“Es la primera vez que venimos. Ellos nunca fueron al campo ni a una granja; jamás tuvieron contacto con este tipo de animales que no son domésticos”, explicó María Eugenia  la madre de la nena que no paraba de saludar al chanchito más pequeño de la granja.
Dando la vuelta en uno de los dos petisos que había en la granja estaba Laureano, un chico de 12 años que tiene parálisis cerebral e hipoacusia bilateral. Durante muchos años, realizó equinoterapia, un tratamiento que usa los movimientos de un caballo para lograr las respuestas deseadas en una persona, en función de su discapacidad. Por diferentes razones no pudo continuar con la terapia, pero ayer se reencontró con un caballo y su cara de felicidad alegró a todos.
“Somos de Resistencia, Chaco. Viajamos para hacerle estudios de salud a nuestro hijo y cuando nos enteramos de la exposición vinimos a pasear un rato. Es una manera de que pueda volver a conectar con los animales”, contó Guillermo Sánchez, padre de Laureano, que se acercó al predio ferial junto a Virginia, su esposa, y la abuela Gladys.
A pocos metros, Fermín y Sara, de 9 años, estaban aprendiendo a hacer su primera huerta y recibían conocimientos básicos de compostaje y biodiversidad. “Es importante que los niños empiecen a tomar conocimiento sobre maneras más sostenibles y sustentables de vivir”, opinó Mauricio Alonso, padre de los mellizos que se llevaban algunas semillas a Neuquén, donde viven, y dos pequeñas plantas que pusieron con sus manos llenas de tierra.
Lolo es fanático de los gauchos y el campo, según contó su madre, Adriana, sentada comiendo unas mollejas con chimichurri mientras su hijo de 12 años recorría el Rincón Gaucho, donde los visitantes podían aprender sobre la historia y vida del campo en un recorrido histórico hasta la actualidad.
La pista central del predio de la Rural estaba repleta de personas: muchas llevaban colgando la bandera argentina, algunos paisanos posaban con sus boinas y las bombachas de campo, la prenda estrella del evento. Allí mismo, donde todos los años se hace la exposición de caballos, Mariana, Pablo y su hija de 10 años esperaban con ansias ver a las razas que modelarían por el predio. “Son sus vacaciones de invierno y ella elige que es lo quiere hacer. Tocó venir a La Rural a ver caballos, terneros y alpacas, otro de sus animales preferidos”, comentó Pablo, de Santa Cruz, sorprendido por la variedad de comida de los polos gastronómicos de esta edición.

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Iniciativa forestal para mejorar el bosque de arrayanes
Se plantaron en el parque nacional 800 nuevos ejemplares; el cambio climático, dañino
Paz García PastormerloVoluntarios plantaron casi 800 ejemplares
SAN CARLOS DE BARILOCHE.- El emblemático bosque del Parque Nacional Los Arrayanes, en Neuquén, alberga 800 nuevos ejemplares juveniles de esos árboles. Un proyecto que busca recuperar ese escenario natural.
Ubicada en la península de Quetrihué, muy cerca de Villa La Angostura, la zona protegida se caracteriza por el color canela del arrayán (Luma apiculata), también denominado quetri. Sin embargo, en los últimos años, las cortezas de esos árboles comenzaron a perder su tonalidad distintiva.
“Antes de la erupción del volcán Puyehue, en 2011, los comandantes de los barcos que navegaban por el lago Nahuel Huapi y los guías veían que había ejemplares del bosque de arrayanes que estaban palideciendo, como muriendo. Por eso, no podemos atribuir ese fenómeno a la erupción. De hecho, las erupciones brindan fertilidad a las especies nativas”, cuenta a la nacion Carlos Garay, intendente del Parque Nacional Los Arrayanes.
Esa particularidad llevó a los especialistas a buscar respuestas. Se organizaron talleres de los que participaron expertos de la Universidad del Comahue, el Conicet y el Área Forestal de la División de Conservación del Parque Nacional Nahuel Huapi, entre otras organizaciones. “A la conclusión que hemos llegado tiene que ver con el cambio climático. Por su ubicación, Villa La Angostura es, tradicionalmente, uno de los lugares más lluviosos de la Argentina. Y no está recibiendo la cantidad de milímetros de promedio anual que debería recibir. El arrayán es una especie que se da en el monte lluvioso y, como falta la lluvia, empezó a perder su color”, suma Garay.
De todos modos, tras la erupción del Puyehue, en 2011, el bosque dio señales positivas. En los últimos años se ha visto una recuperación de los árboles más viejos: han vuelto a brotar. En paralelo, desde hace seis años el área forestal de Parques Nacionales trabaja en un proyecto de restauración del bosque de arrayanes para fortalecer la especie en ese espacio de características únicas en el mundo
El intendente de Los Arrayanes afirma que esta iniciativa busca enriquecer la especie: se colocan plantines que pasaron por un proceso de crecimiento en el Centro Forestal y Vivero del Jardín Botánico Isla Victoria: “A partir de ejemplares originarios genéticamente del mismo bosque, se cosecharon semillas, que se sembraron y germinaron en el vivero. La producción cumplió con una primera etapa de germinación intrainvernadero y luego una fuera del mismo, para lograr la rustificación de cada ejemplar como método de adaptación al ambiente”.
En esa segunda etapa, fueron puestos al aire libre para que se aclimataran. Unos 800 ya fueron plantados por 30 voluntarios. Entre otros, participaron vecinos de Villa La Angostura, profesionales del Instituto de Investigaciones en Biodiversidad y Medio Ambiente (Inibioma) del Conicet, integrantes de la Asociación Civil Árbol Villa La Angostura y agentes sanitarios del Hospital Oscar Arraiz.
Se hicieron dos viajes en barco de la isla Victoria a la península de Quetrihué para transportar los ejemplares juveniles. Cada voluntario plantó más de 20. Ahora se monitorea su evolución y la idea es repetir la experiencia en unos meses. Además, como la mejor época para trasplantar ejemplares juveniles va de mayo a septiembre, harán plantaciones de especies nativas (coihue, notro, ñire y radal, entre otras) en barrios de Villa La Angostura durante agosto.
En la isla Victoria, el Centro Forestal y Vivero Ing. Agr. Alberto Suero fue, en 1934, la primera sede de la intendencia del Parque Nacional Nahuel Huapi hasta que se levantó el edificio en el Centro Cívico de Bariloche. Además de ser el primer vivero de la Patagonia, fue sede de la Escuela de Jardineros y Viveristas de la Estación Forestal Puerto Anchorena durante 30 años.

http://indecquetrabajaiii.blogspot.com.ar/. INDECQUETRABAJA

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