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En CABA, una familia tipo necesitó en junio $363.666 para ser de clase media
En mayo, este umbral se ubicaba en los $342.565; la diferencia implica un aumento en el costo de vida del 6,1%
La inflación erosiona el poder de compra de la población
¿Cuánto dinero se necesita para ser de “clase media”? Con los constantes aumentos en los precios de las góndolas, las cuotas de la medicina prepaga y el colegio privado, la inflación distorsiona la percepción de los argentinos y las barreras entre las diferentes clases socioeconómicas se borronean. Por eso mismo, desde la Dirección General de Estadística y Censos de la Ciudad de Buenos Aires (Dgesyc) le pusieron una cifra a la canasta de cada segmento social.
En junio, una familia tipo –conformada por dos adultos de 35 años y dos hijos varones de 6 y 9 años– necesitó de un mínimo de $363.666 para ser considerada de “clase media”. El número fue publicado ayer por el ente estadístico porteño, que aclaró que la medición considera que ambos padres son económicamente activos y son propietarios de la vivienda.
En mayo, este umbral se ubicaba en los $342.565. El monto mínimo se movió $21.101 en tan solo 30 días, equivalente a un aumento en el costo de vida del 6,1%. Fue un avance menor a la inflación en el mismo período, que fue del 7,1% mensual, según publicó el viernes pasado la Dgesyc.
Según explicó la dirección de estadísticas de la ciudad, el criterio sobre el que se basa es que el hogar tenga un ingreso total mensual equivalente, al menos, a 1,25 veces la canasta total del Sistema de Canastas de Consumo. Esta se posicionó en los $290.933 para este grupo familiar. No es el único grupo social que se mide. Si el ingreso superara cuatro veces la canasta total se considera a ese hogar de clase alta.
Esto es, esa misma familia tipo debería tener un ingreso mínimo de $1.163.732 para ser catalogada dentro de los sectores “acomodados”. O, para el otro lado, el sector “medio frágil” comprende a aquellos hogares en donde ingresan al menos $290.933 mensuales.
El informe también definió la canasta básica total (CBT), conocida como el conjunto de bienes y servicios que se necesitan para satisfacer las necesidades comunes de la población. Este indicador define la línea de pobreza. En este caso, una familia tipo necesita al menos $235.931 para encontrarse por encima de la línea de pobreza.
Sin embargo, en el estudio también se consideraron otros grupos familiares, para tener una mirada más amplia sobre la realidad de los hogares porteños. En el caso de una pareja de jubilados con vivienda propia, en junio necesitaron contar con ingresos por $116.763 para no ser pobres. Mientras que para dos jóvenes de 25 años, que tienen que alquilar en la ciudad la cifra asciende a $160.882.



Analistas privados proyectan que el dólar oficial cerrará el año a $452
Un informe anticipa una fuerte corrección en diciembre próximo
Si bien en la primera parte del año la economía se enfrió menos de lo esperado, la Argentina seguirá siendo el país con la peor performance de América Latina en 2023, de acuerdo con el informe de julio de LatinFocus Consensus Forecast, que reúne las proyecciones de más de 50 consultoras y bancos.
“Agobiado por los controles de divisas, la inflación altísima, la sequía y las apretadas condiciones financieras”, el país tendrá una caída del producto bruto interno (PBI) del 2,5%, 0,1 puntos más que lo proyectado en junio.
En tanto, respecto de la inflación, el trabajo sostiene que promediará notablemente más alta este año que en 2022 en medio de la depreciación del peso y el financiamiento monetario del déficit fiscal.
“Una depreciación del peso más rápida de lo esperado y la generosidad fiscal antes de las elecciones de octubre son riesgos clave”, agregaron los especialistas.
En promedio, pronostican que, en 2023, ascenderá a 116%, cuando hace un mes hablaban de un 112,1%. Para 2024, hablan de 129,1% en promedio. Sin embargo, el ajuste más fuerte que se corrobora respecto del informe de junio tiene que ver con el tipo de cambio oficial. Mientras que hace un mes decían que iba a finalizar en $428, ahora lo ven en $452 y, en 2024, en $924, en su versión mayorista.
“Cuando comparás junio vs. julio, claramente son más los que ahora esperan un salto del tipo de cambio en diciembre y de ahí la expectativa de una inflación más alta. Creo que el consenso es que sea Sergio Massa, Patricia Bullrich u Horacio Rodríguez Larreta, independientemente del plan económico que tengan en mente, el punto de partida del nuevo gobierno es devaluar en diciembre”, opinó Milagros Suardi, economista de EcoGo.
Por el lado de la inflación, dijo que, si bien en junio y julio probablemente se vean registros por debajo del 8%, “muy fácilmente puede volver a ubicarse en esos niveles por una suba de la carne [que por ahora viene bastante planchada], tensiones en la brecha cambiaria de cara a los comicios o mayores controles sobre las importaciones”.
En igual sentido, Matías de Luca, de la consultora LCG, dijo que, si bien en los últimos dos meses desaceleró, “vamos a seguir teniendo una inflación alta porque un promedio del 6,5% o 7% mensual es un número parecido al que hubo después de que renunció el exministro [Martín] Guzmán y parecía que el país se prendía fuego”. Y agregó: “La proyección no cambió, sigue siendo la misma a nivel de los fundamentals macro. El faltante de divisas sigue estando. Estamos tratando de renegociar con el Fondo Monetario Internacional a ver si nos pueden incluso desembolsar más dinero. Entonces, los faltantes, los límites siguen estando vigentes”.
Por su parte, María Castiglioni, directora de C&T Asesores Económicos, coincidió en que va a ser muy difícil que la inflación mensual se mantenga debajo del 7% “por todo lo que es la expansión monetaria, subas de tarifas, aumentos de precios y la delicada situación financiera que hay en la economía”.
Más allá de esto, dijo que corrigieron su proyección para el PBI porque el Gobierno revisó al alza los indicadores. De Luca también advirtió que desde LCG revisaron sus estimaciones y pasaron de una caída de 3,7% a una de 2,8%.
“Nosotros lo hicimos porque vemos que se están financiando un montón de importaciones con el swap de China. Entonces, es mayor deuda financiera a costa de suavizar la caída de la actividad para no limitarle tanto los insumos importados a la industria. La caída en la actividad se moderó a costa de un mayor endeudamiento”, cerró de Luca.
Indigencia
Finalmente, se relevó la canasta básica alimentaria (CBA), que contempla el dinero necesario para satisfacer las necesidades nutricionales de la población. Con esta cifra se delinea la indigencia, que en el último año viene aumentando de la mano del encarecimiento de los productos de consumo masivo: en el primer trimestre del año, 77.000 porteños pasaron a estar en la indigencia.
En este caso, la familia tipo tuvo que tener ingresos mayores a los $131.333 durante el mes pasado para no ser indigente. En tanto, para la pareja de jubilados, esta cifra fue de $66.312, y para los dos jóvenes adultos, de $79.661.

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