domingo, 21 de mayo de 2017

GRACIAS POR TU ARTE Y POR TU ENORME CORAZÓN Y VALENTÍA


 Marcel Marceau fue un reconocido artista francés que había alcanzado la fama mundial con su personaje “Bip”. Sin embargo, muy pocos conocen la historia de Marcel Mangel, el artista de pantomima que salvó a cientos de niños de la ocupación nazi en Francia.
Marcel Marceau fue un actor y artista de pantomima nacido en el seno de una familia judía de Estrasburgo, Francia, considerado el mejor mimo de todos los tiempos. Marceau fue distinguido mundialmente por una de sus mejores performances: arriesgar su vida para salvar otras.
Como miembro del movimiento de resistencia que luchó contra la ocupación nazi de Francia, se disfrazó de director de Boy Scouts y evacuó un orfanato judío. Primero convenció a los niños en el este de Francia de que irían a hacer una excursión a los Alpes, y luego los condujo a Suiza para evitar ser arrestados por los alemanes. Años después, Marceau confesó que usó sus habilidades con la pantomima para mantener a los niños en silencio durante los momentos más peligrosos.
Marceau nació en una familia judía bajo el nombre de Marcel Mangel el 22 de marzo de 1923, en Estrasburgo en el Bajo Rin. Desarrolló profesionalmente lo que llamó “el arte del silencio” en todo el mundo por más de 60 años.
Todo comenzó cuando descubrió a Charles Chaplin a los 5 años. Desde ese momento, entretuvo a sus amigos imitando a la estrella del cine mudo.
A los 16 años, Marcel cambió su apellido a Marceau para evitar ser identificado como judío. Los nazis habían invadido Francia, y los judíos de Estrasburgo, en la región de Alsacia, cerca de la frontera alemana, huían para salvar sus vidas.
El joven Marcel viajó con su hermano mayor a Limoges y se unió a la clandestinidad. Marcel no sólo utilizó la mímica para mantener a los huérfanos tranquilos mientras cruzaban la frontera a Suiza, sino que también realizó un juego de manos, cambiando las edades en las tarjetas de identidad de decenas de jóvenes franceses, judíos y gentiles. Quería hacerles parecer demasiado jóvenes para los campos de trabajo o para trabajar en las fábricas alemanas para el ejército.
“No me gusta hablar de mí mismo, porque lo que hice humildemente durante la guerra fue sólo una pequeña parte de lo que le sucedió a los héroes que murieron a través de sus hechos en tiempos de peligro”, dijo Marceau en la Universidad de Michigan en 2001, al aceptar la Medalla Raoul Wallenberg en memoria de un gentil justo que salvó a miles de judíos de la muerte en el Holocausto. “Nunca destruiremos el mal, por desgracia. Pero el bien también existe entre la mayoría”, añadió.
Esa noche en Michigan, Marceau le dio a la multitud un aviso previo: “Nunca intenten hacer habla a un mimo, porque no se detendrá”. Además, habló sobre las habilidades de actuar que le permitieron salvar vidas, y sobre su padre, al que no tuvo oportunidad de rescatar. Sin embargo, no habló de sus experiencias durante la Segunda Guerra Mundial.
El gran mimo que salvó a niños judíos durante el Holocausto construyó una carrera en ese silencio hasta su muerte en 2007 en Yom Kippur.

No hay comentarios.:

Publicar un comentario

Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.