lunes, 1 de febrero de 2016

EL TANGO ES SABIO Y HASTA LE CANTÓ AL DENGUE

Cuando el tango le cantó al dengue

Me invitan a una milonga en El Tigre y aunque me entusiasma bailar y escuchar música entre el verde fresco, por estos días es imposible no contar con los mosquitos. Y con el temido Aedes egypti que sobrevuela los estaques y cacharros de la ciudad y la provincia. Casualmente, y gracias a que sigo al pie cada post del ingenioso Dr. Alposta (médico, ensayista, poeta y estudioso del lunfardo y el tango, autor de poemas traducidos al francés, el italiano y al japonés y que fueron musicalizados por Edmundo Rivero, Rosita Quiroga y Osvaldo Pugliese) me entero que el tango le ha dedicado párrafos y notas musicales a este mosquito trasmisor del dengue.



Gentileza Archivo Dr. Alposta

Siempre hubo y habrá dengue, alli donde hayan aguas estancadas, verano y calor. Esta enfermedad infecciosa fue epidemia en varias ocasiones, como cita Alposta,,hacia 1905 (en Chaco), en 1911 (Corrientes) y en 1916 (Entre Ríos). Entonces, y como todo en la vida porteña está relacionado con el tango, no faltaron poetas inspirados que tomaron nota y le pusieron humor a tres piezas no muy conocidas pero que ilustran los pesares que causó el mosquito: El Dengue, (de Gerardo Metallo, 1916), ¡El dengue! (tango milonga de Miguel F. Alfieri, 1917) y El dengue (de Arnoldo Yódice y Vicente Demarco, 1921).
Una curiosidad acerca del origen de la la palabra dengue, enfermedad también conocida como fiebre quebrantahuesos o fiebre dandy. Dice Alposta, “los ingleses comenzaron a llamar dandy fever a esta enfermedad en el siglo XVII por la forma especial de andar o contonearse que adoptan los que padecen esta enfermedad.” También se cree que el término viene de la palabra denga, del swahili, originaria del grupo bantú del África oriental. Según esta lengua, ki denga pepo designa a las convulsiones dolorosas causadas por los “malos espíritus” o la peste (pepo). Tanto dandy como denga son voces que aluden a los gestos de remilgo que hacen los que padecen la enfermedad.

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