jueves, 28 de diciembre de 2017

MIRADORES DE BUENOS AIRES


Los Miradores
Galería Güemes
Florida 165
Su mirador de 360° a 70m de altura, nos propone una visión del Microcentro porteño en primer plano y una extensión hacia el horizonte, enfocada a los cuatro puntos cardinales. Podemos observar sectores de la zona sur del Gran Buenos Aires, los altos rascacielos del sector norte de la ciudad y la vecina ciudad de Colonia en el horizonte del Río de La Plata. Es una visión insuperable la significativa interrelación de volúmenes de las distintas cúpulas que se encuentran en la esquina de Diagonal Roque Sáenz Peña y Florida, a pesar de sus diferentes estilos arquitectónicos, complementada con la atractiva presencia de la Torre de la Legislatura de la ciudad de Buenos Aires y el par de verdosas cúpulas del edificio Otto Wulff. Este Mirador aporta fuera de su panorámica vista, una excepcional ornamentación arquitectónica Art Nouveau y un estilo ecléctico propio de su etapa de construcción, con un diseño referido a las grandes galerías italianas de Milán y Nápoles.

Hotel Panamericano
Carlos Pellegrini 555
Una visualización panorámica hacia el norte y hacia el sur de la Av. 9 de Julio desde la perspectiva del piso 24° de un Hotel de alta categoría, con su entorno del Macrocentro de nuestra ciudad. Se nos presentan como pocas veces los mojones característicos de la ciudad de Buenos Aires: el Obelisco, el Teatro Colón, el Ministerio de Salud y Acción Social, la Casa del Chalecito, entre otros de singular trascendencia. Se le suma a corta distancia el contenido emblemático de ese eje sentimental de la ciudad: la Av. Corrientes y su pintoresca historia. Permite con absoluta libertad la visualización del Obelisco, sin opacar la perspectiva hacia puntos del sur de la ciudad y del Gran Buenos Aires. No deja de sorprendernos la ornamentación Georgiana del interior del edificio en sus espacios centrales y la bien resuelta integración de dos edificios contiguos construidos con una significativa diferencia de años y destinos individuales.

Basílica Santa Rosa de Lima
Av. Belgrano y Pasco
La magnitud de una construcción que conlleva un espíritu común de diseño entre los estilos Neobizantino y Neorrománico, buscando la llegada a una cúpula monumental. La calidad del recorrido interior, con sus instalaciones inesperadas en magnitud y jerarquía; no empaña el recorrido por la columnata del tambor de la cúpula y la visión recortada de cúpulas y remates de Buenos Aires en un skyline compactado por la continuidad de las altas construcciones; que permiten el descubrimiento de mojones inesperados de Buenos Aires, entre otros: la cúpula del Congreso Nacional, el edificio Le Parc Figueroa Alcorta, las viejas cúpulas de la Torre Saint y muchos más. Es un mirador diferente, porque nos entrega el espíritu solemne de su interior, acoplado con una calidad arquitectónica que nos traslada a las mejores expresiones en materia de espacios de culto, comparables a la ciudad de París.

Edificio del Automóvil Club Argentino
Av. del Libertador 1850
Desde el piso 9° del edificio, ex Restaurante del ACA, se aprecia gran parte de la costa norte de la Ciudad de Buenos Aires y de su Conurbano. Se destacan los altos rascacielos de Recoleta y Palermo, las viejas y tradicionales residencias de la aristocracia en barrio Parque, con sus singulares remates Academicistas e Historicistas, las grandes construcciones de la infraestructura portuaria y de generación de electricidad y los amplios espacios verdes del entorno inmediato; que guardan una riquísima historia entroncada con los personajes más famosos de la Argentina y con las grandes manifestaciones populares: el tango, el fútbol y el automovilismo deportivo. El edificio del ACA aporta un estupendo mantenimiento dentro de la llamada arquitectura Moderna, en un diseño de jerarquía de un calificado equipo de arquitectos encabezados por el recordado Antonio Vilar, con un proyecto de fines de la década de 1930.

Fundación Pablo Cassará
Av. de Mayo 1190
Observar la Av. de Mayo, nuestro eje cívico, como pocas veces. Con las cúpulas al alcance de la mano y el traslado impensado a los tiempos de la inauguración de la céntrica arteria que cambió el paisaje de Buenos Aires y significó uno de los puntos fundamentales de partida de la metrópolis moderna. Las cúpulas de los primeros grandes hoteles de la ciudad, que brillaron para las fiestas del Centenario de 1910, la excelente perspectiva de la avenida; los aportes de su fuerza intangible surgida de una historia urbana, entroncada con los episodios de la capitalización de la ciudad de Buenos Aires. Todo visualizado desde un edificio que ofrece para su análisis una restauración excelente, de un infrecuente respeto por sus características originales, sin impedirle a los diseñadores incorporar estructuras contemporáneas con una curiosa integración, reforzando las pautas liminares del diseño de principios del siglo XX. Es una visión central de la ciudad que permite mirar el skyline del paisaje mediato, con un interés paralelo por la observación del interior edilicio, que no nos abandona en todo el recorrido junto con las referencias a su historia y a las del Café Notable de la planta baja.

Restaurante del Club Alemán
Restaurant Zirke
Av. Corrientes 327
Se logra una visión única desde un lugar público en pleno centro porteño, donde no afectan las inclemencias del tiempo y donde la casi totalidad de los puntos cardinales pueden der escrutados sin interferencias. Desde el piso superior de un edificio de estilo Racionalista con sus aventanamientos en bandas horizontales, nos muestra el enorme estuario del Río de la Plata, los edificios de Puerto Madero, de Recoleta y Palermo, las cúpulas de las iglesias del Microcentro, las cúpulas Academicistas de la City Bancaria, una visión imperdible del Obelisco y la ensoñación histórica de la tanguera “Corrientes 348” frente a nuestro Mirador, entre decenas de mojones urbanos donde se perderá nuestra vista. Uno de los puntos estratégicos poco comunes de acceso público en la ciudad, para observarla desde las alturas sobre el borde de la barranca natural, recordándonos siempre al Río de La Plata bañando la traza de la actual Av. Leandro N. Alem y la enorme tarea de relleno costero, efectuada desde más de ciento cincuenta años atrás hasta nuestros días.

Ministerio de Defensa.
Edificio Libertador
Azopardo 250
Impresiona por su imagen “Colosalista” según la expresión de algunas críticas arquitectónicas. Más de mil ventanas aseguran, especialmente desde sus niveles elevados, una visión única de la ciudad. Se corrobora la situación cuando subimos al piso 15° donde establecimos nuestro Mirador, logrando una visión totalizadora del desarrollo hacia la llanura pampeana de la ciudad, con una perspectiva hasta el horizonte. Los rascacielos céntricos son observados casi en su totalidad, como así también varios de la zona norte y los de la zona sur. Excelentes primeros planos de la Casa Rosada, el Ministerio de Economía, el edificio Lahusen, el Centro Cultural Kirchner y las iglesias del Casco Histórico que desde este punto de vista marcan todavía una inesperada impronta de la época colonial. Hacia el río, la majestuosidad del estuario, los diques de Puerto Madero con la Fragata Sarmiento en primer plano y el núcleo principal de los rascacielos más altos de la Argentina. Un edificio perteneciente a la primera etapa de la arquitectura Moderna de la década de 1930, cuando todavía detalles ornamentales de importancia marcaban reminiscencias del Academicismo, en este caso la expresiva mansarda de su remate en altura.
Torre Monumental
Plaza Fuerza Aérea Argentina
Subir a la Torre Monumental nos remite a momentos de la niñez, porque por muchos años dejó de visitarse. Su cercanía con el río y los grandes espacios abiertos y de poca altura de la parrilla ferroviaria, nos lleva a lograr visiones profundas del horizonte porteño. En días diáfanos se alcanza con claridad la visión de la Ciudad de Colonia, las instalaciones portuarias, los altos rascacielos de Catalinas Norte apenas insinuados, tapados por el enorme volumen del Sheraton Hotel; la colorida postal de la Plaza San Martín con la imperdible proa del edificio Kavanagh y la simbología de nuestra diversidad cultural: el ex Hotel de Inmigrantes, reducto inicial de quienes llegaron a nuestras tierras, se establecieron y la hicieron propia. Ese crisol de razas que produjo en Buenos Aires un paisaje cultural en muchos aspectos de características únicas, reflejadas en su impronta urbanística tangible e intangible. La torre monumental es un obsequio de la colectividad británica a la Argentina para las fiestas del Centenario de 1910.Su visita nos permite reconocer un estilo Neorrenacentista Isabelino y su emplazamiento exento, rodeado de espacios verdes, posibilita una visión óptima de uno de los puntos estratégicos de nuestra ciudad.

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