jueves, 28 de diciembre de 2017

TECNOLOGÍA; FUTURO Y DESPUÉS....


Ophelia Pastrana: "En el mundo global todos hablaremos el mismo idioma"
La tecnóloga y youtuber colombiana, mujer transgénero con casi un millón de seguidores, analiza el impacto de los traductores que usan inteligencia artificial
Durante años, una de las historias favoritas de los evangelizadores de Singularity University para abrir sus presentaciones consistió en lo siguiente: se encuentran un ciudadano chino mudo con un argentino ciego. ¿Cómo podrían comunicarse? Los anteojos de Google (u otros dispositivos similares) permitirían leer las señas en tiempo real y traducirlas al castellano, con sonido, en un dispositivo colocado en el receptor, que a su vez podría contestar con la misma dinámica inversa.
"El discurso central de la innovación y la disrupción nos promete en el muy corto plazo un mundo perfectamente global, sin fronteras, donde todos hablaremos el mismo idioma y la comunicación fluirá sin fricciones, aunque todos sabemos que esto no es tan sencillo", cuenta Ophelia Pastrana, una física y economista colombiana, tecnóloga y especialista en indagar escenarios futuros con el impacto de los traductores que apelan a la inteligencia artificial.
"Hay una barrera casi filosófica", agrega Pastrana, "cuando aprendemos a hablar mucho nos llega por contexto, hay reglas situacionales que exigen la vivencia para ser entendidas. Un poco como sucede con los juegos de cartas: te pueden recitar las reglas varias veces, pero recién los entendés cuando los jugás, y con el lenguaje sucede lo mismo. Por eso a los algoritmos les va a costar tanto entender frases con doble o triple sentido".
Pastrana actualmente vive en México y es una youtuber exitosa, con casi un millón de seguidores. Recientemente Forbes la ubicó entre las 100 mujeres más influyentes de ese país, lo cual tiene su mérito, "considerando que no soy mexicana, sino colombiana; y que soy una mujer transgénero", cuenta. La emprendedora y tecnóloga está acostumbrada a navegar contra viento y marea: cuando hizo público su cambio de género, su familia de Bogotá no tomó bien la decisión: pertenecen a la rama más tradicional del partido conservador de Colombia, que históricamente se opuso al matrimonio igualitario y al movimiento LGBT. Ophelia tiene 35 años y su novia es argentina.
Luego de estudiar Física en su carrera de grado, la youtuber realizó un posgrado en econometría, donde aprendió herramientas para bucear en la matemática del mundo digital en el que se desenvuelve. Uno de los fenómenos que le llama la atención es que los youtubers más exitosos de habla hispana (entre las mujeres, Yuya; entre los varones, el chileno Germán Garmendia) no compiten con los de Estados Unidos (como Michelle Phan), aunque por sus contenidos deberían hacerlo. Lo cual demuestra que en Internet todavía hay fronteras fuertes marcadas por el idioma ("Nosotros vivimos en Españolistán", suele decir en sus presentaciones en público en México, que con 60 millones de internautas vendría a ser una suerte de capital de este país hipotético).
Estas fronteras, a su vez, son exageradas por las dinámicas de los buscadores y de las redes sociales, que tienden a reforzar los clusters de contenidos de acuerdo con la lengua que habla el internauta. "Si hacés una búsqueda de youtubers a partir de términos en español, Google probablemente te sugiera alguno en idioma inglés, pero recién luego de varias páginas", dice Pastrana. "Y todos conocemos el chiste de cuál es la forma más efectiva de esconder un cadáver para que nadie lo vea: listarlo en la tercera página de resultados de Google".
En un reciente informe, el World Economic Forum estimó para el año 2025 la masificación de traductores basados en machine learning con un alto nivel de sofisticación. Aunque tal vez tarden décadas en ser perfectos, el punto es que a efectos económicos o de apreciación de contenidos sean "lo suficientemente buenos". Según Pastrana, estamos bastante cerca de eso, lo cual "provocará una revolución disruptiva que apenas podemos imaginarnos".
Dos semanas atrás la revista Science dio cuenta de un hito sin precedente en el campo de los avances de la traducción simultánea: se publicaron dos papers en paralelo sobre algoritmos que basados en métodos de machine learning no supervisada pudieron realizar traducciones sin diccionarios. Ambos siguieron un camino similar: construyeron desde cero un diccionario sin ayuda humana, aprovechando que en distintos idiomas las relaciones entre algunas palabras suelen ser similares.
"Imagínense que se le da a una persona un montón de textos en árabe y otro montón de textos en chino, sin que ninguno se superponga, sin diccionario, y se le pide traducirlos. Parece imposible, ¿no? -sostuvo Mikel Artetxe, investigador en ciencias de la computación del la Universidad del País Vasco, en San Sebastián- pues nosotros demostramos que una computadora puede hacerlo".
El logro se dio en paralelo con la revolución que provocó en el campo de la inteligencia artificial la difusión del éxito de la empresa DeepMind, que con su algoritmo AlphaZero consiguió construir el jugador más potente de ajedrez del planeta sin usar big data en sentido tradicional (esto es, no se lo alimentó de millones de partidas para que aprenda, como en dinámicas anteriores), sino que sólo se le dieron las reglas y en menos de 24 horas se transformó en un Gran Maestro. Este recorrido desde cero implicó que en pocas horas la máquina reescribiera toda la teoría del ajedrez que a los humanos nos llevó décadas desarrollar.
Acostumbrada a monitorear distintas tendencias exponenciales y a ver en detalle sus números, Ophelia opina sobre la traducción simultánea: "En el campo de los contenidos, se abren las compuertas entre los océanos de historias y de creatividad de distintas culturas. Esta nota, por ejemplo, pasa automáticamente a competir con una de un diario alemán, japonés o chino. En términos comerciales, se acaban los intermediarios y pasos costosos para intercambiar bienes y servicios entre culturas muy distintas. Y toda esta marea tendrá hasta efectos en nuestros cerebros, porque está comprobado que el lenguaje nos desarrolla a nivel neuronal, y que las personas que hablan más de un idioma tienen toda una serie de habilidades cognitivas asociadas a este factor", explica la física, youtuber y econometrista.

En su genial libro
Los códigos secretos, el autor, físico y divulgador británico Simon Singh cuenta la historia de la batalla entre encriptadores y encargados de descifrar esos códigos, desde la técnica usada en la Antigüedad, que consistía en escribir algo en el cuero cabelludo de un mensajero, esperar a que le creciera el pelo y enviarlo a otro reino con la misiva hasta la máquina Enigma de la Segunda Guerra o la encriptación cuántica de la actualidad. Singh dedica varias páginas del libro a contar cómo arqueólogos pudieron entender el significado de textos antiguos que están en idiomas perdidos, como la piedra Rosetta o tablillas milenarias halladas en Creta.
Los avances en traducción gracias a la inteligencia artificial, entre ellos, los que se valen de métodos que se saltean a los diccionarios, no sólo apuntan a revolucionar el mundo sino a entender mejor y revivir idiomas del pasado, que se consideraban perdidos para siempre.

S. C.

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