jueves, 16 de febrero de 2017
IDENTIDAD CULTURAL
Tradiciones que pasan de padres a hijos
"Como le dije a mi madre/pa' que lo acepte y lo recuadre/ la decisión está tomada/quiero ser como mi padre montador de jineteadas ".... dicen unos versos del poeta, relator y animador de jineteadas " El Indio Pampa ".
Los resultados del reciente campeonato nacional de jineteadas, que año tras año forma parte del Festival de Jesús María en la provincia de Córdoba, explican e iluminan una realidad, los tres campeones son hijos o familiares directos de veteranos montadores y ganadores de ese certamen que muchos llaman "Del color y del coraje " .
En la monta con "Bastos y Encimera "triunfó Alfredo Tato Ramos ( Luis Pratula fue segundo a cuatro puntos ), heredero fiel de aquel jinete pampeano campeón en el 2001 y que allá por los noventa, supo topar -aunque para mi gusto, con bastante prudencia- al legendario El Zorro', en una de las jineteadas que más controversias provocó a través del tiempo. En la categoría "Gurupa Surera" se coronó por amplísimo margen (91,66 puntos y a casi 10 del subcampeón José Martí) el representante de la Capital Federal, Rafael Pratula, nacido en Coronel Dorrego y portador de un apellido que es sinónimo de triunfo en todos los campos de jineteadas de la República Argentina. En la restante, la de "crina limpia ", monta que se realiza con la única defensa de un tiento ceñido al cogote del reservado y el enganche de las espuelas, resultó ganador por cuarta vez -siguiendo los pasos del multicampeón Jorge Raúl Aristegui- el correntino Ricardo Pucheta (superando a Miguel Barbona por apenas dos puntos), digno hijo de ese mencho sauceño y garronudo del que heredó su nombre, su coraje y su destreza, y que fuera en 1975, el primer jinete de esa provincia en obtener el campeonato nacional.
Afortunadamente, y como un modo de perpetuar la vigencia de la bendita tradición, la gran mayoría de los hijos de jinetes, prosiguen con la profesión de sus padres. Y para probar mis decires, me animaré a seleccionar algunos casos muy significativos. Arnaldo Calderón y Mauro Daniel Fassi de la provincia de Córdoba. Los pampeanos Gino Reale, Alejandro, Tato y Alfredo Ramos; Agustín y Gilberto Vallenari de Entre Ríos y Santa Fe, mi provincia, aportaron familias enteras de jinetes campeones, la de Ramón Córdoba, con sus hijos Juan Cruz y Ramoncito, y los Ordinas, Miguel y "El Piluso" Alejandro, entre otras. De los bonaerenses, mencionaré a Emiliano Gardiner (h) y a José Andraca, al que un día llamaron "el caballero del rebenque y de la espuela" porque una vuelta lo llamaron para reemplazar en una monta especial a un jinete -Luis Pratula- que hace unos días se había estropeado, y cuando lo llamaron para cobrar, rechazó el pago y se lo hizo enviar al compañero que debía cubrir la monta.
"Usted me debe entender y algo tendrá que saber/ nunca se rinden los machos y si hijo e' tigre es su muchacho,/ overo tiene que ser."
Ñ. U.
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