jueves, 27 de julio de 2017
TODO EL DIVERTIMENTO PARA LOS PEQUES
Una joya con juguetes para estas vacaciones
La vuelta al mundo en 80 días/ Dirección: Claudio Hochman / Idea y producción: Compañía de Ferdán Cardama / Intérprete: Fernán Cardama / Sala: Maipo Kabaret, Esmeralda 443 / Funciones: martes a domingos, a las 16.30 (hasta el 20 de agosto, sábados y domingos) / Duración: 45 minutos
El clásico relato de Julio Verne vuelve a la escena. Esta vez en el Maipo Kabaret. Fernán Cardama, un preciso y empático intérprete, propone una visita al universo del relato en una clave muy particular: convertir la narrativa en un universo de juguetes. ¿Cómo representar la historia de una vuelta al mundo en una época de aviones y de Internet? ¿Cómo eludir la pregunta infantil esperable de "y por qué no se va en avión y vuelve", "por qué no avisa al celular" o alguna intervención equivalente? Para que la historia funcione hay que trabajar con el tiempo. La pátina del pasado debe hacerse presente en todos los rincones. Entonces la materialidad de lo antiguo, de lo previo, predomina y se arma un entorno verosímil para lo que se va a contar. La "mesa de operaciones" sobre la que se jugará una parte importante de la representación no es, definitivamente, del orden del presente. Será el centro, el lugar de focalización. A un costado se verá un contador para poder seguir la peripecia de las horas que transcurren. El terreno está preparado. Ahora toca el desafío de contar lo que le aconteció a Phileas Fogg en 43 minutos y 55 segundos, el tiempo del que dispone Passpartout, su mayordomo, para dar cuenta de la apuesta, del viaje, de las aventuras, de los recorridos y del resultado final de la travesía. Todo, mientras el señor duerme la siesta. Así que será imposible hacer mucho ruido, so pena de despertarlo y hacerlo enojar
Todos los objetos, juguetes autónomos o manipulados, son el centro visible de la propuesta. Que funciona de manera fantástica porque está enmarcado por un narrador y manipulador, que atrae con sus gestos y con su palabra. La obra es un mecanismo de relojería. Así como la vuelta al mundo juega temáticamente el apuro, las combinaciones, el superar los obstáculos y se comprende que el único modo de llegar a buen puerto es o que nada falle o construir una alternativa de manera veloz, la puesta reproduce lo tematizado, tanto en el trabajo con los juguetes-objetos como en la narración. Y logra una obra entretenida, con muchísimo ritmo, que busca construir empatía en el espectador, unido en el deseo de que llegue a tiempo al lugar desde donde partió.
La vuelta al mundo en 80 días se plantea profundamente artesanal. En el sentido más bello de la palabra, ese lugar donde se juega lo original, la combinación única que se produce. Claudio Hochman dirigió esta puesta que ha rodado mucho y que, a juzgar por la maestría de su planteo, debe seguir rodando mucho más para encanto de, preferentemente, mayores de 6 años y todo el resto de las personas, sean familia o no.
M. B.
En Villa Urquiza y Recoleta, recreo para los más chicos
En el Centro Cultural 25 de Mayo crearon el Camping Cultural y se ofrecen recomendables obras teatrales
Propuestas que incentivan las actividades artísticas.
Durante las dos semanas que duran las vacaciones de invierno, las propuestas se multiplican. Son sólo 14 días para aprovechar y no perderse nada, pero sin volverse locos porque la oferta es tan amplia que, por momentos, desconcierta. Los niños piden, los padres ofrecen. Desde obras de teatro, ofertas en la cartelera de cine, salidas al aire libre, paseos, museos, visitas guiadas hasta algunas perlitas como proyecciones de películas en espacios no convencionales se dan cita para estos días.
Algunos espacios ofrecen actividades que, además de interesantes, son gratis y para todas las edades. Desde el Centro Cultural 25 de Mayo -aquel histórico cine recuperado en Villa Urquiza-, para estas vacaciones se lanzó una gran variedad de espectáculos y de talleres. Las propuestas teatrales, todas muy interesantes, se van a mantener durante los fines de semana de agosto. Desde Mi perro López, la comedia musical familiar de Gastón Cerana que tiene a Omar Calicchio y a Gustavo Monje al frente del elenco, pasando por El vestido de mamá, la obra de Gustavo Tarrío en la sala redonda, a El botella, de Corán Oria y Soldera.
Pero a esta panzada teatral se suma la iniciativa del Camping Cultural. Allí, los niños podrán disfrutar del rincón libre durante todo el día: un espacio para dibujar, pintar, construir, jugar y experimentar con diferentes materiales y con personas especializadas a cargo, y, además, de una cartelera de propuestas gratuitas (con materiales incluidos): desde talleres de palabras, de stop motion, creaciones de máscaras, maquetas de cartón, de arte, teatro de superhéroes hasta un largo etcétera.
Otro centro cultural que ofrece actividades gratuitas es el Recoleta. Desde proyecciones de películas (el sábado próximo se podrá ver el film animado Se levanta el viento, y el domingo, La princesa Mononoke, ambas del japonés Miyazaki), pasando por talleres lúdicos (de danza, acuarelas, espacios de dibujo, entre otros), obras teatrales como la recomendada Romeo y Julieta de bolsillo, de Emiliano Dionisi (mañana y el sábado, a las 15), y Un viaje refrescante (hoy, a las 15), de Tom Harris, Cecilia Madanes, Luz Román, Ariel Sandez, que se dan cita al aire libre en la terraza del Centro Cultural, hasta visitas rapeadas que recorren la muestra del fotógrafo y cineasta francés Raymond Depardon.
J. C.
El botella: los sueños de un niño encantador
Gran trabajo de Diego Sassi Alcalá
El botella / libro, letras y dirección general: Diego Corán Oria / Música: Jorge Soldera / Dirección musical: Laureano Messina / Coreografía: Agustina Seku Faillace / Intérpretes: Enoc Girado, Francesca Lorito, Manuel Pérez Erramouspe, Gonzalo Fletcher, Anita Gutiérrez, Jorge Contegni, Sebastián Ziliotto, Diego Sassi Alcalá, Horacio Vay, Jorge Priano, Pilar Rodríguez Rey, Luli Zabala, Nicole Hernández, Manuel Di Francesco, Gustavo Viñes, Nahuel Adhami, Emiliano Giannotti, Demián Silveira, Giuli Tagliamonte, Camila Casaubo, Lucía Cullinari, Facundo Ullúa y Felu Politi / Covers niños: Lola Poggio, Carmela Rodríguez, Ezequiel Fontenla, Kyomi Gaillardou, Zarek Nazar / Escenografía y dirección de arte: Tadeo Jones / Arreglos vocales: Raúl Oliveira / Luces: Sergio Costessich / Funciones: sábados y domingos
La dupla que conforman Diego Corán Oria y Jorge Soldera es sinónimo de la evolución del teatro musical alternativo porteño desde su aparición, hace ya unos cuantos años. Luego de una pausa creativa conjunta en lo que atañe a Random, el grupo que conformaron, han regresado al ruedo con una propuesta diferente que pretende captar públicos de todas las edades, pero con el foco en los más chicos: El botella.
Desde su estreno, la propuesta tuvo ajustes dramatúrgicos, sobre todo en lo referente a su duración. Hoy la pieza está en un tiempo óptimo y tiene la virtud de ser tan atractiva para los niños como para los adultos que los acompañan o van solos, ya que el grupo tiene una reconocida historia de fanáticos y seguidores.
El Botella es un chico de diez años que vive en una fábrica abandonada y convivía con su querido abuelo. Cuando se queda solo, decide emprender un viaje iniciático para poder reconstruir su vida y encarar su futuro. Como todo viaje del héroe se topará con un puñado de personajes elucidarios, de esos que abren caminos y despiertan almas. La finalidad del Botella es encontrar a sus padres, que están en París. Como aquellos recipientes que se arrojan al mar, este pequeño contiene historias, mensajes, deseos y sueños que, a su vez, tendrán consecuencias en aquellos pocos que lo circundan.
Hay un tema en la obra que podría asustar a algunos: la muerte. En la primera escena, el niño recibe la noticia de que su abuelo ha muerto. Pero no hay que temer: Corán Oria sabe mucho cómo emitir su mensaje, él también es Botella. Esa muerte está tratada con tal naturalidad que nadie se sentirá molesto ni triste y mucho menos angustiado. Trata el tema con poesía, con humor y tanto la simpatía de los personajes como lo hilarante y sensible de las situaciones ganan la atención y la sensibilidad de los espectadores. Por su parte, Jorge Soldera se consolida como uno de los músicos que más entienden el teatro musical. En un trabajo muy distinto de los anteriores, salta de un ritmo a otro y crea canciones tan bellas como pegadizas. Para eso cuentan con un elenco muy parejo y tres protagonistas infantiles talentosísimos. El carismático Enoc Girado es quien encarna al Botella. El pequeño intérprete no sólo es dulce y se desenvuelve muy bien en escena, sino que también tiene una voz prodigiosa. Lo mismo Francesca Lorito, de bella cadencia musical para su corta edad, y el simpatiquísimo Manuel Pérez Erramouspe, que se gana la complicidad del público. Junto a ellos un muy buen elenco, entre quienes se destacan el talentoso Diego Sassi Alcalá, Sebastián Ziliotto, Jorge Priano y Horacio Vay. Son de destacar, a su vez, el gran diseño de arte de Tadeo Jones y las coreografías de Seku Faillace.
P. G.
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