Francisco Gregoric
La discusión de los colores de la Bandera no comenzó con su creador, Manuel Belgrano. El prócer fue claro al describirlos. El 27 de febrero de 1812, escribió desde Rosario: "Siendo preciso enarbolar Bandera y no teniéndola, la mandé a hacer blanca y celeste". Belgrano no escribió "azul celeste", ni "azul", ni "azul turquí", tono oscuro empleado por las banderas de época de Juan Manuel de Rosas, sino "celeste". Esta prueba definitiva se puede ver visitando el Archivo General de la Nación, donde se encuentra el documento original.
De cualquier modo, "celeste" y "azul celeste" no son términos diferentes, como algunos han planteado erróneamente, sino sinónimos, y se refieren a un azul claro. Ése era uno de los colores de la Bandera creada por Belgrano en 1812.
Además de la palabra del prócer, que de por sí es definitiva, se conservan otros testimonios, desde 1812, tanto de patriotas como de observadores neutrales o enemigos realistas, que se refieren al color como "celeste" o "azul celeste".
Durante los primeros años de gobierno patrio no hubo debate sobre los colores. Esto comenzó cuando se profundizaron las luchas entre federales y unitarios. Como los federales tomaron el rojo como color partidario, los unitarios optaron por el celeste, con la intención de tomar para sí uno de los colores de la Bandera. Entonces los federales, en especial durante el gobierno de Rosas, oscurecieron sus banderas para diferenciarse de sus enemigos. Pero Belgrano ya había fallecido. No tuvo nada que ver con estas deformaciones. Y nada modifica el hecho de que el celeste haya sido uno de los dos colores que adoptó el prócer.
La heráldica no es herramienta válida para juzgar el diseño de una bandera afirmando que "el celeste no es color heráldico", porque las banderas no son estudiadas por la heráldica, sino por la vexilología. La heráldica analiza los escudos. Y si bien en heráldica se considera un solo tono de azul (denominado "azur"), en vexilología sí se pueden emplear infinitos tonos de colores. Existen banderas con el color celeste desde muchos años antes del surgimiento de la vexilología a mediados del siglo XX, como la bandera de la República de San Marino.
Los colores de la bandera argentina no tienen origen heráldico, sino que se relacionan con lo religioso. Son los colores con los que se representa a la Virgen María bajo la advocación de la Inmaculada Concepción, los mismos que vemos en la patrona de la Argentina, la Virgen de Luján. Es un error sostener que Belgrano tomó "los colores de la casa de Borbón", porque una cosa es el color dinástico de los Borbón, el blanco (aparecía, antes de 1785, en las banderas de España y Francia, regidas por Borbones) y otra diferente es la Orden de Carlos III y su banda azul celeste y blanca, creada por el rey español en 1771. Esta orden de caballería, con la que se premiaba a personas notables, usaba esos colores (definidos como "azul celeste y blanco") porque estaba bajo la protección de la Inmaculada Concepción.
Otros sostienen que Belgrano habría tomado los colores por su devoción católica. Por eso se puede concluir que los colores de la Bandera Argentina tuvieron su origen en el culto mariano. La discusión de los colores argentinos no tiene sentido teniendo en cuenta la documentación conservada. No parece prudente cuestionar o interpretar libremente lo escrito por Belgrano cuando claramente afirmó "blanca y celeste". Nadie podría poner en tela de juicio su inmensa honestidad intelectual y moral.
Investigador y vexilólogo; coautor, con Adolfo Mario Golman, de La Bandera del Ejército de los Andes
No hay comentarios.:
Publicar un comentario
Nota: sólo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.