martes, 4 de julio de 2017

TECNOLOGÍA; HELICÓPTERO TERRESTRE


Antes que el auto volador, llegó el helicóptero terrestre Un piloto checo llamado Pavel Brezina ha creado "GyroDrive", el primer vehículo en el mundo autorizado para circular por aire y por tierra. Cuánto cuesta, cómo funciona y qué ocurre cuando la policía lo detiene en la vía pública


Mientras que las empresas automotrices alrededor del mundo compiten por lanzar al mercado el primer auto volador, el piloto checo Pavel Brezina ha creado "GyroDrive", un pequeño helicóptero que también se puede conducir.
Según el ingeniero y el dueño de Nirvana Systems, una compañía que produce motores para pequeñas máquinas voladoras, su invento es el primer vehículo en el mundo autorizado para operar tanto en la calle como en el aire. 


"Este es el único vehículo de vuelo certificado que conozco", dijo Brezina a AFP. " Todo el mundo está tratando de hacer un coche de alta velocidad que puede volar, pero esto es una cosa diferente".
GyroDrive deriva su nombre del girocóptero, una pequeña aeronave de ala giratoria que utiliza un rotor para desplazarse hacia arriba y abajo y un hélice de propulsión para ir hacia adelante.
La compañía de Brezina le compra kits de girocópteros a una empresa alemana y luego las monta y equipa con un sistema que permite al piloto alternar entre un motor de gasolina que propulsa los rotores y un motor eléctrico que impulsa las ruedas. 



El resultado es un GyroDrive, un helicóptero con modo terrestre de dos asientos que llega a una velocidad máxima de sólo 40 kilómetros por hora, ideal para tramos cortos.
Por su parte, necesita menos de 100 metros para despegar y alcanza una velocidad máxima de 180 kilómetros por hora en el aire con alcance de hasta 600 kilómetros de distancia.
El precio del primer vehículo terrestre y aéreo comienza en los USD 63.000, pero puede llegar hasta los USD 150.000 dependiendo de las especificaciones. 


Brezina obtuvo su matrícula para conducir su GyroDrive en marzo, tres años después de iniciar el proyecto, aunque ha volado en girocópteros alrededor de Europa desde hace siete años.
En su primer viaje, voló unos 230 kilómetros al oeste de un aeropuerto en las afueras de Praga y luego fue al centro de la ciudad a tomar un café en la Plaza Wenceslao donde fue interceptado por un policía en el camino.
"Bueno, si tu vieras esto manejando por Praga, ¿no lo detendrías? Yo lo haría", dice el piloto de treinta años de experiencia entre risas, agregando que la policía se limitó a revisar su papeles y a hacerle una prueba de alcoholemia.

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