jueves, 20 de abril de 2017
LA BIOGRAFÍAS EN AUGE
Aunque existe desde hace siglos, el crecimiento del género se mantendrá en 2017; la fascinación por conocer el lado privado de artistas, políticos y deportistas
El afán por conocer la vida de los otros es tan antiguo como la especie humana, y su reflejo literario, las biografías, se registran también desde antaño en los catálogos de las editoriales. La novedad en los últimos años es el crecimiento productivo de ese género.
Entre otras biografías que llegaron a las librerías en los últimos meses -o llegarán en breve- figuran las del mago Houdini, el empresario Alan Faena, los artistas Xul Solar y Cris Miró, el juez Ricardo Lorenzetti; los próceres José de San Martín, Rosas, Urquiza y Bartolomé Mitre y los músicos Bob Dylan, Joaquín y Lucía Galán y Valeria Lynch y, en una edición actualizada, las de Enrique Santos Discépolo, Charly García y Soda Stereo.
El mayor interés de lectores y editores en las historias ajenas respondería, según el escritor y autor de varias biografías, Sergio Pujol, "a que mejoró el trabajo de los biógrafos y el lector se volvió más exigente, ya que tiene acceso a traducciones de biografías del ámbito anglosajón, allí donde el género tiene mucho prestigio y larga tradición".
Para su colega María Rosa Lojo, contribuyen a este fenómeno que la actual "es una época autobiográfica por excelencia; la subjetividad exhibida está de moda; desde las redes sociales, particularmente los perfiles de Facebook, se potencia de múltiples maneras la construcción de la vida como espectáculo; las personas muestran la suya propia y se asoman a las de los demás ".
Juan Boido, editor general de Penguin Random House en el país, también encuentra explicaciones al auge biográfico en cambios culturales como el tipo de vínculo entre el individuo, su historia y el paso del tiempo. "En lo artístico y cultural noto que hay una generación que está llegando a una edad en la que quieren hacer un balance de sus vidas. Es lo que pasa con Paloma Herrera, que tiene 41 años y publicará este año sus memorias. En el caso de los jóvenes, están tan acostumbrados a capturar el presente a través de los distintos soportes tecnológicos que sienten que si no lo hacen pueden perderlo", afirma Boido. Y cuenta un ejemplo más que elocuente. Recientemente se reunió con un youtuber porque, según éste le dijo, hacía tiempo que tenía la idea de escribir un libro. "¿Qué tipo de libro?", preguntó el editor. "Cumplí 21 años de edad y pienso que es momento de que escriba mi autobiografía", fue la respuesta.
En tiempos de reality shows, la vida puertas adentro de un personaje es un botín codiciado. "Las biografías amplían y profundizan el conocimiento de personalidades complejas, y del tiempo en que vivieron", dice Lojo. A lo que Boido suma: "Las que más se están vendiendo son las más intimistas. No salen tanto las de denuncias que no tienen ese registro".
De hecho se frenó la aparición de biografías antagónicas que, casi simultáneamente y en el pasado reciente, enfrentaban dos versiones de la trayectoria de un mismo personaje. Fue el caso, por ejemplo, de la duplicación de historias de vida -una supuestamente en favor y otra en contra- de Cristina Fernández de Kirchner, Víctor Hugo Morales y Héctor Magnetto.
Algo más que novedad
Los biógrafos de hoy cuentan con mayores recursos para sus investigaciones, pero también se enfrentan con dificultades. Lojo considera que "la biografía puede tener mayor o menor seriedad o enjundia. Puede ser una obra documentada e interpretativa de valor historiográfico y literario. O un género de mero entretenimiento que acentúe aspectos más o menos escandalosos de los biografiados y presente una visión fácil, anecdótica, simplificada, de sus subjetividades. Todo depende del tipo de propuesta y de la calidad del trabajo".
En este sentido, Pujol, que además de la biografía de Discépolo es autor de las de María Elena Walsh, Atahualpa Yupanqui y Oscar Alemán, está convencido de que "ya no se concibe una biografía floja en fuentes o mal escrita, aunque obviamente las hay. En la medida que existe una gran cantidad de información en Internet sobre prácticamente todo el mundo, el biógrafo debe exigirse para encontrar datos inéditos o poco conocidos; para eso sirve mucho la entrevista en profundidad a personas cercanas al biografiado. Luego está el armado de todo eso. En ese sentido, la escritura es fundamental. Si la biografía no atrapa por su calidad literaria -finalmente, muchos lectores buscan allí un relato de base real que sea más sorprendente que cualquier ficción- difícilmente tenga un gran futuro por delante y logre trascender los días de gracia del servicio de novedades".
Distintos formatos del yo
Además de las biografías se multiplican las memorias. Entre las recientes figuran las del múltiple campeón de TC, Juan María Traverso; del músico Litto Nebbia; de Jorge Asís y del historiador Robert Potash. Es que, al decir de Lojo, las escrituras del yo pueden adoptar múltiples formatos. "La biografía se concentra en el yo de otras personas. La autobiografía, en el propio. Memorias, diarios íntimos, autobiografías, son formatos que a menudo se tocan y se confunden", explica Lojo sobre esas construcciones. Y amplía: "Sus autores proyectan siempre imágenes de sí mismos y por supuesto, cuentan lo que quieren y cómo quieren. Esa tensión irresuelta entre "confesión" y "ficción", entre la "máscara" y el "despojamiento" hace que estos textos sean especialmente interesantes, enigmáticos y densos".
Albaro Abós, autor de la biografía de Xul Solar que se publica este año, para el 130 aniversario del nacimiento del artista, dijo recientemente : "Una biografía es también un cuadro de época, se enmarca en un lugar y un tiempo. En mi trabajo biográfico me atengo a una regla: la cronología. Eso me parece que distingue la biografía de la narrativa. Y no estoy diciendo que la historia debe estructurarse cronológicamente, podés empezar por el final".
En virtud de la obsesión del biógrafo con el personaje biografiado -algo que ocurre con mucha frecuencia-, Abós admite que este género "es un poco peligroso; te metés adentro de la vida de otro". Y recuerda que, cuando escribió la vida de Natalio Botana quiso conocer el lugar, en Jujuy, donde aquel editor y fundador del diario Crítica murió al desbarrancarse su Rolls Royce por un precipicio. "Empecé a tener obsesiones, con que me iba a pasar algo", contó.
Para Pujol, cuya profesión de base es la Historia, la biografía "es una ventana al pasado social desde una trayectoria individual. Un género muy difícil, que requiere jugar en varios frentes a la vez. El biógrafo es el equilibrista de los historiadores".
En tercera persona
Xul Solar
Por Álvaro Abós (Sudamericana)
El relato minucioso de la vida del artista ilumina también una época
Houdini
Por Eduardo Caamaño (Almuzara)
Biografía definitiva del mago más famoso de todos los tiempos
El señor de la corte
Por Natalia Aguiar (Ediciones B)
La historia pública y privada, en la figura de Ricardo Lorenzetti
Discépolo
Por Sergio Pujol (Planeta)
Experto en el género, Pujol cruzó tango y argentinidad
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