viernes, 7 de julio de 2017

HISTORIAS DE LA PATRIA


Rescatan del olvido al hospital argentino de París que salvó vidas en la Primera Guerra
Hace 100 años, un grupo de médicos del país, que estaban estudiando en Francia, abrieron un centro de atención para los heridos en batallas
A cuatro médicos argentinos de 25 años se les ocurrió una idea que parecía imposible de concretar durante la Primera Guerra Mundial. Sin embargo, lo lograron: con 181.361 francos de la comunidad argentina en Francia, hace 100 años abrió sus puertas el Hospital Argentino en París.
El centro de atención para amputados y heridos por las bombas, las balas y las infecciones en el frente de batalla fue uno de los casi 400 hospitales que el Ministerio de Salud francés dispuso abrir en hoteles, colegios y edificios residenciales. "Francia tenía profesionales para la atención, pero necesitaba hospitales. Puestos de asistencia inmediata a poca distancia del frente, otros más alejados, en la retaguardia y en las grandes ciudades", cuenta César Gotta, un radiólogo retirado de la práctica médica y apasionado por la investigación histórica.
Hace tres años, invitado por la Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura (Unesco), Gotta presentó su reconstrucción de lo que define como "un hecho virtualmente desconocido, aun en el ambiente médico de nuestro país".
Recuerda que supo por primera vez del Hopital Argentin por una fotografía en la revista de la Unión de Mujeres de Francia, que, con la Cruz Roja, adhirió a la iniciativa de los jóvenes médicos Enrique Beretervide, Horacio Martínez Leanes, Rodolfo Quesada Pacheco y Rafael Cisneros. Todos habían partido a París a perfeccionarse luego de obtener su título de grado en la Facultad de Medicina de la Universidad de Buenos Aires. En París, ya en 1915, trabajaban con otros argentinos en los hospitales auxiliares.
"Muchas familias argentinas acomodadas vivían o pasaban largas temporadas en Francia. Fue una colonia que colaboró activamente con el gobierno francés en la asistencia de los heridos", explica Gotta.
TÉCNICO OBSERVANDO LA EXTRAORDINARIA COLECCIÓN DE FOTOS JUNTO AL DR, CESAR GOTTA

En el libro Apoyo de sanidad de los argentinos a los franceses en la Primera Guerra (Editorial Alfredo Buzzi), que acaban de publicar Gotta y otros autores con la reconstrucción de esta historia, aparecen imágenes de aquellas donaciones: ambulancias, salas de cirugía, equipamiento radiológico y traslado de heridos, entre otras. "La Argentina, presidida por Victorino de la Plaza y, luego, por Hipólito Yrigoyen -se lee- se declaró oficialmente neutral, por lo que no podía intervenir en acciones que pudieran considerarse una violación de la neutralidad."
A finales de 1916, los cuatro argentinos, con Lorenzo Moss, médico clínico de la colonia argentina, y el hacendado José Santamarina, impulsaron la idea original. La llegada de Marcelo Torcuato de Alvear al frente de la representación diplomática del país en lugar de Enrique Larreta le imprimió velocidad a la iniciativa. Faltaba encontrar el lugar y un cirujano capacitado para tratar las lesiones de guerra.
Convocaron a Pedro Chutro, un referente de la cirugía argentina, que trabajaba en el Hospital Buffon de París con unas 600 camas a cargo. Fue él quien sugirió convocar a Enrique Finochietto, que diseñó gran parte del instrumental que rápido se adoptó en los quirófanos del mundo. El staff, con enfermeras francesas, estaba completo. También, ya en 1917, se había conseguido el lugar donde funcionaría el hospital: un edificio de departamentos en el número 14 de la calle Jules Claretie, en el Quartier de la Muette, a dos kilómetros de la Torre Eiffel.
En las habitaciones amplias de sus siete pisos, se instalaron 150 camas, que se ocupaban de acuerdo con el rango de los soldados, además de un laboratorio, una sala de rayos, el consultorio de recepción de los heridos, la ropería y un depósito de materiales médicos. En el último piso, un estudio con techo vidriado se convirtió en el quirófano con dos mesas de cirugía y una sala de yesos. Pero hubo que trasladarla porque a la noche, por la luz, podían detectarla los aviones alemanes.
La colonia argentina eligió el 25 de mayo para la inauguración. El hospital funcionó hasta noviembre de 1918, cuando se firmó el armisticio, pero, a pedido del Ministerio de Salud francés, el equipo lo mantuvo abierto hasta el 28 de junio de 1919: con la firma del Tratado de Versalles, el Hopital Argentin.
F. C.

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