EL MERCADO SPINETTO

MERCADO SPINETTO Esquina de Alsina y Pichincha, Balvanera.

En 1880, la manzana comprendida entre las actuales calles Moreno, Matheu, Pichincha y Alsina y sus alrededores constituían un barrio de humildes casitas bajas y conventillos. Por esa época Don David Spinetto, llegado desde Génova años antes, se afincó con su familia en la manzana donde hoy se erige el Palacio del Congreso Nacional para levantar un corralón de materiales.

Ya radicado en la zona y con visión empresarial eligió esa manzana, una fracción de tierra conocida como Jardín del Pensamiento (antes llamada “El Hueco de Vidal” o “De la Yegua”, lugar por donde corría el arroyo Manso), para comprársela a Elvira S. de Dielh en 1886. Fue entonces que emprendió la construcción de un edificio extraordinario, donde fundó e instaló en 1894 el Gran Mercado de Concentración Mayorista, que se erigió por años en el centro distribuidor más importante de la ciudad: el Mercado de Buenos Aires, conocido popularmente como Mercado Spinetto, que cumplió funciones de abastecedor y proveedor de frutas, verduras y hortalizas.
El edificio ocupó en su cuerpo principal una superficie de 20.000 metros cuadrados, contando con materiales de excelente calidad traídos de Europa como mármoles italianos y columnas llegadas de Alemania. Tenía y todavía conserva, dos plantas y tres subsuelos donde funcionaban una planta frigorífica, una fábrica de hielo y una planta de vapor que generaba electricidad. La inauguración del Mercado tuvo lugar el día 28 de Julio de 1884 con grandes festejos gastronómicos.
La Ciudad vivía un extraordinario proceso de crecimiento, a medida que se incorporaban a la producción agrícola las tierras pampeanas y se multiplicaba el número de habitantes por la intensa inmigración. No fueron años sin conflictos, como lo prueban la crisis de 1890, la Revolución del Parque y el proceso de formación de la Unión Cívica acaudillada por Alem, vecino del barrio, y del Partido Socialista, cuyo local central también estaba en la zona.
En 1918 se construyó el anexo del Spinetto en las manzanas contiguas. En ese año, un ex comisario del barrio, asumía como Presidente. Se votaba por primera vez en forma secreta y obligatoria y resultó ganador Hipólito Yrigoyen. De sus tiempos de comisario queda todavía fresco el nombre que le dio a un boliche del barrio, al que acudía a buscar a los sospechosos de algún crimen. Don Hipólito iba a buscarlos al café de “los angelitos”, local frecuentado por changarines del Spinetto.
El anexo funcionó como mercado mayorista, al que llegaban las carretas de las quintas de los suburbios con sus frutas carnes, pescados y otros productos alimenticios que se distribuían por distintos lugares de la Ciudad de Buenos Aires. Así el Spinetto se constituyó en uno de los cuatro mercados concentradores y distribuidores que tenía nuestra ciudad, junto con el Mercado Dorrego, el Abasto de Buenos Aires y el Mercado de Liniers.
Los puesteros mayoristas –la mayoría de ellos de origen italiano y español- así como muchos trabajadores peones y changarines del interior, vivían en el mercado ubicados en una hilera de cuartos de la planta alta y los abastecedores alquilaban las piezas del primer piso. Convivían con minoristas judíos y árabes que constituían alrededor de un centenar de firmas en un clima de tensiones y “contribuciones” mutuas a cambio de no sufrir agresiones.
En la planta baja se expendía carne al por mayor y al menudeo. En las galerías del primer piso se vendían pollos, huevos, frutas, verduras y comestibles al por menor. Cerca de ochocientos carros llegaban diariamente al Mercado con productos frescos de las fincas vecinas. Hacia 1920 también un tren y un tranvía acercaban al Mercado las mercaderías.

En 1986 el Mercado Spinetto cerró, dejando sin trabajo a los puesteros, changarines y demás trabajadores. Las actividades de concentración y distribución de alimentos frescos se trasladaron al Mercado Central de Buenos Aires en La Matanza. Entonces se proyectó el reciclaje del edificio para transformarlo en shopping y comenzó a construirse un ambicioso proyecto llamado Shopping Spinetto.
La Cooperativa “El Hogar Obrero”, un viejo emprendimiento de Juan B. Justo al que se debe también la primera “casa colectiva” de Perón al 2000, remodeló el viejo edificio respetando el frente original declarado de interés histórico y arquitectónico y muchas de las estructuras interiores.

A su quiebra en 1991, se hizo cargo del lugar la empresa COTO que instaló un hipermercado y varios locales comerciales, que continúan en actividad.