Gata Flora, una publicación de vanguardia con orientación femenina
La idea es que no se privilegien las tendencias de la moda y la belleza
Desde 2007 sale en papel y refleja en sus páginas la obra y las ideas de mujeres como Frida Kahlo, Björk, Janis Joplin, Marta Minujín, Madonna y Alejandra Pizarnik; los hombres son bienvenidos
"Porque todas necesitamos un cuarto propio". Con esa idea de Virginia Woolf se presenta la revista cultural Gata Flora, una publicación dirigida a mujeres (aunque son bienvenidos los lectores hombres, aclara su creadora, Agustina Fernández) con artículos sobre arte, literatura, fotografía, cine, diseño y otras disciplinas, con entrevistas a figuras de la cultura nacional e internacional y una alta calidad de edición. En cada portada aparece una mujer relevante. En el próximo número, el 19, que sale en agosto, la "modelo" de tapa es María Elena Walsh.
Gata Flora se distingue por varias razones, pero una en especial: desde 2016, cuando inició su segunda etapa de vida, no tiene publicidad. Las 148 páginas están dedicadas a notas y reportajes, con gran despliegue de imágenes. Se vende por suscripción desde la tienda virtual ( gatafloramag.com) y, como cada edición es un libro, cuesta $400. La frecuencia es cuatrimestral.
Nació en 2007 como una revista de vanguardia y los primeros 13 números tenían anunciantes y se vendían en quioscos, librerías y tiendas exclusivas como la del Museo Malba.
De Virginia Woolf a María Elena Walsh, un gran salto con muchas cosas en común
El principal desafío, explica su directora, es "hacer una revista femenina en la que no lideren las temáticas de la moda y la belleza. Y esto no porque no adoremos esos mundos, sino porque hay medios especializados que se dedican exclusivamente a ello y lo hacen mejor que nadie. Queremos aprovechar estas páginas para dar lugar a otras voces, otros ámbitos, donde también las mujeres se lucen y a veces no muchos se enteran".
En la presentación también plantea, entre otros conceptos, que en las páginas de la revista "lo que abundan son las mujeres inspiradoras, aquellas cuyas historias nos alimentan y nos fortalecen. Hay una lista que jamás se acaba de mujeres esperando para salir en las páginas de Gata Flora".
En la historia de la revista fueron muchas las entrevistadas y las biografías que inspiraron a la editora; entre ellas, Yoko Ono. "Todas me dejan algo, de cada una me guardo una frase, una enseñanza, una imagen, una anécdota... Si solo pienso en algunas notas de tapa, puedo decir que Yoko Ono (tapa del primer número) es una sobreviviente de la condena social, que defendió su nombre y su arte en un mundo que siempre le fue hostil", asegura Fernández, que tiene 36 años, es periodista y fotógrafa.
De Virginia Woolf a María Elena Walsh, un gran salto con muchas cosas en común
"Frida Kahlo, Björk, Janis Joplin, Renata Schussheim, Evita, Marta Minujín, Madonna, Alejandra Pizarnik, Patti Smith, Virginia Woolf, Delia Cancela, Amélie Nothomb, Lucrecia Martel y María Elena Walsh son personajes que intenté absorber y tamizar para acercarlas a la lectora de la revista. Me gusta la idea de presentárselas, no vaciadas de contenido ni convertidas en ícono o producto, pero sí humanizadas. Todas estas biografías según la mirada Gata Flora esperan ser publicadas en un libro. Es otra gran meta que tengo", confiesa. Y agrega, sin pudor: "A Victoria Ocampo siempre la miraba de reojo, como con cierto temor, que quizá me había inculcado el elitismo cultural al que antes nos tenían acostumbrados algunos medios culturales, hasta que me le animé a su obra para la nota de Gata Flora. Fue un hallazgo descubrir que había existido una mujer como ella, que hizo tanto por la cultura de nuestro país. Y por las mujeres, no olvidemos que Victoria Ocampo fue una de las intelectuales que lucharon por el voto femenino en la Argentina. Cuando fui a su casa de San Isidro me resonaban sus palabras, las confesiones de sus diarios, su aventura editorial Sur. Con los personajes que uno investiga, queda entablado un vínculo especial después.
A Simone de Beauvoir también me le animé gracias a la revista. Tenía un Segundo sexo esperando para ser leído en mi biblioteca y me intrigaba mucho esa francesa de rodete y turbante. 'La mujer es el otrode la cultura ' era la tesis de aquella biblia del feminismo".
Otra mujer que fue tapa de Gata Flora es Susan Sontag: aparece su retrato ilustrado apenas reconocible por un mechón blanco. "Amé su modo de escribir: sus listas, su lenguaje claro, crudo, su compromiso, y su particular interés por la fotografía, que alentó el mío. A Susan me la contó Luisa Valenzuela, que era su amiga. Fui a su casa y mientras me servía un tequila atrás del otro me mostró fotos de ambas abrazadas, riendo, dando alguna conferencia... Creo que esos encuentros fundamentan el periodismo, o al menos el mío".
Después llegó el turno de Sofia Coppola. "Hicimos una moda inspirada en adaptación deLas vírgenes suicidas, de Jeffrey Eugenides. Fue todo un desafío de producción porque recreamos escenas de la película. Sí, hago magia con el presupuesto -bromea-, aunque reconoce el gran desafío que implica editar una revista de calidad sin avisos. Es una apuesta a la fidelidad de las lectoras.
N. B
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