domingo, 22 de julio de 2018
LECTURA RECOMENDADA
Yo por dentro, de Sam Shepard
La primera y última novela de Sam Shepard
¿Quién no lo vio alguna vez? Sam Shepard (Illinois, 1942-Kentucky, 2017) es uno de esos escritores a los que la mayoría conoce más por las actividades satelitales a la literatura que por sus propios libros, que están en el origen de todo. Salido del bullicio contracultural de los años 60, Shepard fue sobre todo dramaturgo (escribió más de cincuenta piezas teatrales) y también un narrador escueto, de estilo bien norteamericano. Crónicas de motel es su libro más recordado, tal vez porque fue el germen de París, Texas, la película de Wim Wenders de la que fue guionista. También se dedicó a la música (fue amigo de Bob Dylan y de Patti Smith) y, a partir de cierto momento, a la actuación. Se lo pudo ver al principio en Días de gloria (1978) y al final en la serie Bloodline, en un personaje a su medida.
Yo por dentro es la primera y última novela del escritor estadounidense. Última, si se piensa que sus otros textos en prosa pueden ser considerados tan novelísticos como este. Lejos de los tiempos en que se declamaba la muerte del género, el nuevo milenio cataloga como novela, de manera expeditiva, objetos literarios más o menos inclasificables. Yo por dentro es novela por convención, aunque tiene más de experimento autobiográfico al que impulsa, como una gran correntada, la cercanía de la muerte. Víctima de esclerosis lateral amiotrófica (ELA), Shepard escribió su libro contra reloj. Con Agape se apaga (de William Gaddis) o Paso a paso hasta el último (de Louis-René des Forêts), podría sumárselo a un género conmovedor al que, a falta de nombre, podría llamarse literatura terminal. Obra y vida concluyen, de manera consciente, casi a la par.
Shepard explotó como pocos en clave moderna cierto paisaje prototípico de Estados Unidos: aquel que en su época supieron retratar los westerns. Sus personajes no solo se ven afectados por la desolación de esos territorios (el desierto, las asperezas del campo), sino también por los traumas de la violencia, la virilidad y los coletazos de la psique norteamericana profunda.
La armazón del libro final de Shepard tiene un eco dramático: las escenas y recuerdos se hilaran de manera desordenada dentro de una conciencia que agoniza entre el sueño y la lucidez. The One Inside, el título del original en inglés, tiene más resonancia que la llaneza del Yo por dentro en castellano. Le pone ambigüedad, sugiere una personalidad habitada, como si buscara reflejar la frase de Rimbaud ("Yo es otro"). Porque ¿quién es el que narra y recuerda barajando presente y pasado, vejez, infancia y adultez, cruzando fragmentos rapsódicos con algún monólogo febril y los diálogos secos y directos? Ahí están los recuerdos de una infancia pobre en el terruño, el mundo de la actuación, los ámbitos del jazz y del rock que el autor supo frecuentar. Y también la figura del padre -una constante en la obra teatral de Shepard- que en estas páginas adquiere un carácter definitivo: soñado como cadáver jibarizado en el comienzo y, luego, retratado como alcohólico desastrado, al que sigue Felicity, una novia adolescente.
No hay nombres propios evidentes, contra todo, ni los anecdotarios que abundan en las memorias. Estructurada a través de capítulos cortos, Yo por dentro consiste en un puñado de situaciones que vuelven una y otra vez, sin atender la cronología, de manera algo sonámbula. Hay desierto, hay ruido de coyotes, una cabaña aislada en que la voz protagonista intenta escribir. A su manera, cada secuencia propone un estilo. Los diálogos con "la chantajista" (la tentación de la lectura en clave sugiere a Jessica Lange, mujer de Shepard durante años, aunque no lo es) tienen un alcance metaliterario. Los recuerdos de las experiencias como actor algo del último Philip Roth, el de La humillación. Hay excursos literarios: el suicidio conjunto del romántico Heinrich von Kleist y su novia Henriette Vogel, por ejemplo, que obsesiona al personaje que se sabe condenado. Y toda la suma de detalles perceptivos que hacen una vida y que Shepard intenta fijar en palabras: aquello que solo circula por la memoria y se pierde para siempre con el individuo.
Yo por dentro
Por Sam Shepard
Anagrama. Trad.: Jaime Zulaika212 págs./ $ 845
P. B. R.
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