Muchas de sus obras están inspiradas en temas bíblicos a los que incorporó elementos del folklore judío y de la vida en Vitebsk. En obras que realizó durante su estadía en Estados Unidos expresó el horror generado por el nazismo, representado tanto por figuras de los mártires como de los refugiados judíos.-Para sus obras utilizó tanto aceites, colores al agua y aguadas, a la vez que también incursionó en la cerámica, mosaicos y vidrieras, siendo famosas varias de sus decoraciones: el techo de la Casa de la Ópera de París, una ventana de cristal en el edificio de la ONU en Nueva York, y en Israel los doce vitrales en el Hospital Hadassah y las decoraciones de paredes en la Knesset.
El 7 de julio de 1887 nació Marc Chagall, bajo el nombre de Moishe Shagal, en Vitebsk, Bielorrusia. Era el mayor de nueve hijos de una familia jasídica, que como era lógico inició sus estudios en un jeder (escuela tradicional judía para niños) y que luego lo hizo en una escuela secular rusa, en la que comenzó a destacarse por sus dotes artísticas.
Siendo apoyado por su madre, pese a la desaprobación de su padre, al cumplir 20 años se trasladó a San Petersburgo (ciudad capital del imperio ruso hasta la revolución de octubre de 1917) donde estudió con León Bakst un pintor ruso – también judío – que revolucionó el arte en su tiempo.
En 1910 viajó a París, donde permaneció hasta 1914, absorbiendo las técnicas de los principales artistas de la época: cubistas, surrealistas, y fauvistas. Chagall unió en su obra la influencia de la pintura rusa con la de estas escuelas y según los críticos “durante este período que Chagall pintó algunas de sus pinturas más famosas del shtetl, y desarrolló las características que se convirtieron en marcas reconocibles de su arte”. En este sentido se destacaron “los colores fuertes y brillantes que suelen retratar el mundo como un sueño, con una simplicidad no realista, y la fusión de la fantasía, la religión, y la nostalgia impregna su obra con una calidad gozosa. Los animales, los trabajadores, los amantes y músicos pueblan sus figuras, siendo uno de los más conocidos el ‘Violinista en el Tejado’, figura que se repite con frecuencia, en diferentes escenas”.
En 1914, antes del inicio de la Primera Guerra Mundial realizó una muestra en Berlín, exponiendo trabajos en los que se destacaron las imágenes judías del mundo jasídico.
Al inicio de la contienda regresó a Rusia, y luego de la Revolución bolchevique es nombrado Comisario de las Artes Visuales de su ciudad natal, Vitebsk, y director de la Academia de Arte Libre que se crea en esos momentos, pero debido a que los bolcheviques consideraban su arte demasiado moderno, se vio obligado a dejar esos cargos y en 1922 abandonó Rusia y se dirigió a Francia, donde se radicó en 1923 y vivió hasta que por el nazismo debió refugiarse en Estados Unidos, en 1941.
Allí permaneció hasta 1948, cuando regresó a Francia, donde vivió hasta su fallecimiento, el 28 de marzo de 1985, en Saint-Paul-de-Vence, una comuna en la región de los Alpes Marítimos.
Para sus obras, Chagall utilizó tanto aceites, colores al agua y aguadas, a la vez que también incursionó en la cerámica, mosaicos y vidrieras, siendo famosas varias de sus decoraciones: el techo de la Casa de la Ópera de París, una ventana de cristal en el edificio de las Naciones Unidas en Nueva York, y en Israel los doce vitrales en el Hospital Hadassah y las decoraciones de paredes en la Knesset (Parlamento israelí).
Si bien a lo largo de su vida fue reiteradamente premiado, hay una distinción que se destaca: que su obra fue expuesta en el Louvre mientras estaba con vida.
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