jueves, 8 de diciembre de 2016
EL TEATRO NACIONAL CERVANTES RECUPERA SU ESPLENDOR
Adiós a los andamios: restaurarán el centenario Teatro Nacional Cervantes
El edificio, que fue inaugurado en 1921, permanece apuntalado desde 2008 a la espera de una puesta en valor; prometen que en marzo comenzarán las obras de refacción de la fachada y las cubiertas y, en 2018, del interior
Situado en Córdoba y Libertad, el histórico edificio del Teatro Cervantes sufre el deterioro.
Los andamios que desde hace ocho años cubren el Teatro Nacional Cervantes serán al fin removidos para restaurar la fachada, una joya arquitectónica escondida bajo caños metálicos. Con una inversión estimada en más de 42 millones de pesos, el Gobierno anunció la licitación de obras para refaccionar el edificio, construido a principios del siglo XX con materiales traídos en barco desde España por órdenes del rey Alfonso XIII.
El teatro, situado en la esquina de la avenida Córdoba y Libertad, es víctima de la desidia y del abandono en sucesivas administraciones a pesar de ser el único teatro nacional de la Argentina.
Cables a la vista; grietas y fisuras; vegetación invasiva; depósitos de guano, sales y costras negras; restauraciones inadecuadas; humedades ascendentes; erosión; desprendimiento de revoques y armaduras; corrosión de balcones, cornisas y ornamentos; deterioro de carpinterías, y falta de herrajes son algunas de las patologías del exterior del edificio consignadas en el informe de la Subsecretaría de Obras y Servicios Públicos. El caudal de daños impulsó que el Ministerio de Cultura de la Nación llamara a licitación para la "restauración y puesta en valor de las fachadas y cubiertas" del Teatro Cervantes.
"El 16 de enero se abrirán los pliegos de la licitación. En marzo comenzarán las obras en el exterior, que deberán estar concluidas en un plazo de 12 meses", adelantó el subsecretario de Obras y Servicios Públicos, Jorge Sábato, en referencia a la fachada del inmueble, una construcción barroca de columnas platerescas.
Una vez terminada esta primera etapa de refacción, se abrirán los pliegos para poner en valor el interior del edificio, cuya construcción fue financiada por la actriz española María Guerrero y su esposo, Fernando Díaz de Mendoza, y que fue inaugurado en 1921 . Poco antes de su centenario, en 2018 se comenzará con la restauración de las salas, la tapicería y los frescos que decoran pasillos y salones.
El teatro, que es Monumento Histórico Nacional, es un ícono del barrio de Retiro. Los vecinos son desde hace años testigos del creciente deterioro. "Las bandejas que contienen los materiales que caen nos tapan el sol, que antes entraba a la calle Libertad. Gente en situación de calle duerme bajo los andamios y durante el día guarda los colchones arriba de las bandejas. Además, la estructura estorba el paso de quienes hacen cola para tomar el colectivo sobre la avenida Córdoba. Hubo gente mayor que se tropezó y se lastimó. Esto, sumado a la vereda rota y a la basura generada alrededor de los contenedores, da un aspecto muy triste al lugar", dijo Mariana Tiscornia, dueña del café Las Meninas, situado a metros del teatro, quien firmó sin suerte una solicitada para que eliminaran la estructura metálica y repararan el inmueble.
"¡Qué bueno! No puedo creer que finalmente saquen los caños que tapan el frente, que es tan lindo. Perdí la cuenta de cuánto hace que están puestos", opinó Carlos María Gallo, un abogado que tiene su estudio en las cercanías. "Aleluya -exclamó Analía Errona, dueña de un tradicional negocio de marcos de cuadros frente al Convento Las Victorias-. Me duele que nadie tenga en cuenta el valor patrimonial del teatro. Vienen turistas, se paran enfrente, sacan fotos y siento vergüenza." Es que, con el transcurso de los años, la estructura metálica pasó a ser parte del paisaje cotidiano. Tanto el Cervantes como la Confitería del Molino son algunas de las construcciones emblemáticas de la ciudad que permanecen desde hace años escondidas detrás de andamios sin ningún tipo de avance en las obras.
"En un principio las empresas deberán realizar la impermeabilización de los 2900 metros cuadrados del exterior. Se repararán humedades ascendentes y entradas de agua, también los techos y las cubiertas. Se iluminará la fachada, única en su estilo", explicó Sábato. En 2012 se realizó un llamado a licitación para la restauración, pero no se presentó ninguna empresa; en 2015, se lanzó otra licitación por 21,3 millones de pesos, pero tampoco se concretó.
"Analizamos el último proyecto y nos pareció incompleto, por lo que realizamos un nuevo llamado para resolver la totalidad de la problemática. Incorporamos normas de transparencia y aplicamos el concepto de restauración conservativa, como en otras obras de valor patrimonial de la ciudad", agregó.
Según recordó Sábato, los andamios habían sido en su momento comprados directamente por el Estado para evitar mayores costos.
Fechas destacadas en la historia del Teatro Cervantes
1921
Se inauguró el Teatro Nacional Cervantes
1926
Fue rematado en subasta pública y adquirido por el Estado
1933
Fue designado como sede del Teatro Nacional de la Comedia
1961
Un incendio destruyó gran parte de las instalaciones del Cervantes
1968
Reabrió sus puertas un anexo, que estuvo a cargo de Mario Roberto Álvarez
1995
Fue declarado Monumento Histórico Nacional
2008
La fachada fue cubierta de andamios porque se desprendían materiales
La inauguración del Teatro Cervantes, el 5 de septiembre de 1921, fue uno de los acontecimientos culturales y sociales más importantes de Buenos Aires a principios de siglo. La actriz española María Guerrero y su esposo, Fernando Díaz de Mendoza, cuya compañía había llegado por primera vez a Buenos Aires en 1897, donaron su fortuna para las obras.
También contribuyó el rey de España Alfonso XIII, quien ordenó que los buques de carga trajeran los elementos artísticos indispensables. De Valencia llegaron azulejos y damascos; de Tarragona, las losetas rojas para el piso; de Sevilla, las butacas del patio, bargueños, espejos, bancos, rejas, herrajes y azulejos; de Lucena, candiles, lámparas, faroles; de Barcelona, la pintura al fresco para el techo del teatro; de Madrid, los cortinados, tapices y el telón de boca, una obra de arte de tapicería que representaba el escudo de armas de la ciudad de Buenos Aires bordado en seda y oro.
Fernando Aranda y Emilio Repetto fueron los arquitectos del teatro. Ellos acordaron con Guerrero que la fachada reprodujera los detalles de la Universidad de Alcalá de Henares, de estilo renacentista y columnas platerescas. A los cinco años de su inauguración, debido a un fuerte endeudamiento, decidió rematar el edificio en subasta pública y fue adquirido por el Estado. En 1933, se decidió que la sede alojara al recién creado Teatro Nacional de la Comedia.
En 1961 un incendio destruyó gran parte de las instalaciones y las obras de reconstrucción demandaron siete años. A raíz del incendio del teatro, se incorporó un anexo, diseñado por el arquitecto modernista Mario Roberto Álvarez. El Cervantes reabrió en 1968 y en 1995 fue declarado Monumento Histórico Nacional. Hoy, también funcionan allí el Instituto Nacional de Estudios Teatrales, el museo del Teatro Cervantes y un archivo teatral.
Alejandro Tantanian, dramaturgo, guionista y profesor, quien asumirá en enero como nuevo director artístico del Teatro Nacional Cervantes, no teme iniciar su gestión con un teatro en refacción. "Un proyecto que estaba trabado ahora se efectiviza y se licita para ejecutarse en tiempo en forma. Estamos muy satisfechos ya que implica, ante todo, un movimiento. Vamos a instalar un obrador para que se pueda trabajar en la restauración y que la gente observe qué se hace. Es mucho mejor tener un obrador que tener el teatro cubierto de andamios y que nada suceda", dijo
Enero será un mes agitado para la comunidad teatral. El 2 asumirá Tantanian y el 16 se abrirán los pliegos para las obras. "Restaurar un teatro como el Cervantes es una decisión política importante. Ha sido un lugar abandonado, como tantos otros espacios de la cultura", agregó.
Según estima, en 2018 la obra estará por completo terminada. "El teatro va a estar perfecto", adelantó. Pero, ante todo, le interesa que las tres salas -la María Guerrero, la Orestes Caviglia y la Luisa Vehil- nunca dejen de funcionar, tal como ha venido sucediendo hasta ahora: "No quiero un teatro cerrado. Se pueden realizar obras sin riesgo de afectar la programación. Una de las que serán puestas en escena durante 2017 es La terquedad, de Rafael Spregelburd, obra que cierra la Heptalogía de Hieronymus Bosch y llega por primera vez a la Argentina", explicó.
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