EL VERDADERO SENTIDO DE LA NAVIDAD; SOLIDARIDAD

Realizá tu donación de PAN DULCE en la Parroquia San Nicolás de Bari hasta el 22 de diciembre en la Secretaría Parroquial de lunes a viernes de 10 a 13 hs y de 16 a 20 hs. (Av. Santa Fe 1352, Recoleta)

Querés sumarte como voluntario o realizar una donación: unanavidadparatodos@lumencor.com.ar

De 1 a 6 de la madrugada festejan la Nochebuenaen las calles
Lumen Cor reparte 4000 packs navideños en plazas y hospitales
"Es muy fuerte desprenderte de la necesidad de estar con tu familia en Nochebuena", afirma Jorge Vega, coordinador de Lumen Cor, quien junto a la parroquia de San Nicolás de Bari salen después del brindis de la Nochebuena (a la 1 de la mañana del 25) a repartir panes dulces a las personas que están solas: en la calle, en los hospitales o en las plazas.
"Nos congregamos cerca de 500 voluntarios en la sede de la parroquia, que queda en la avenida Santa Fe 1352, y la energía que se siente en ese lugar es increíble. Hay como una euforia de bondad, de querer ayudar. Y esa experiencia te llena de paz. Te sentís como un chico de nuevo, es una sensación que no podés explicar con palabras", agrega.
Los recorridos se dividen por zonas como Congreso, Constitución, Plaza Italia o Retiro, para que más de 4000 personas puedan recibir su pack navideño, en tan sólo cinco horas.
"Lo más increíble de todo es que terminamos a las 6 de la mañana y estamos como si nada, trabajando toda la noche, impulsados por una especie de adrenalina que nos ayuda a seguir. A esa hora tenemos una misa de cierre y lo lindo es que ya se empieza a hacer de día", dice Vega.
Sonrisas de agradecimiento
Para Vega, quien comparte esta experiencia con su hermana Agustina, lo que más valoran los beneficiarios es que alguien elija compartir con ellos ese momento. "Los tipos se quedan con los ojos abiertos y lo que más los sorprende es que alguien se acuerde de ellos en Navidad. Les das la bolsita y la ponen a un costado y se quedan maravillados con que los vayamos a visitar. Podríamos ir sin entregarles nada, porque el que se entrega es uno mismo, con su tiempo y su espacio", cuenta.
Agustina Vega, de 35 años, va a vivir esta aventura por tercera vez y no puede estar más entusiasmada. Ella también participa de la organización que dura todo diciembre e implica recibir las donaciones, el armado de los packs y el diseño de los recorridos.

"Con todo el mundo que hablo les digo que, al menos, lo tienen que vivir alguna vez. Hay de todo, desde gente que va sola hasta otros que van con toda la familia, sus hijos o amigos. También es un buen programa para el que está solo porque se termina haciendo amigo de otros en el camino. Nos vamos organizando para poder llegar a todos y se van armando muy lindos grupos", explica Agustina, que destaca la energía y las ganas de ayudar que tienen todos.
Sobre lo que se genera en el plano humano, dice: "Cuando te ven llegar es increíble la alegría que te devuelven. El 24 a la noche es muy poca la gente que sale a visitar a los que están en la calle y de alguna manera, con sus caras y gestos, te dicen gracias por estar. Es un ida y vuelta, una experiencia lindísima y que te transforma".