jueves, 5 de julio de 2018

GRACIAS JUSTINA....QUE ESTÉS A LA DIESTRA DEL SEÑOR


La familia de Justina, del dolor a la alegría por la aprobación
Paola Lo Cane: "Yo sé que ella me abraza y me dice 'lo logré mamá'"
La madre de Justina, muy emocionada en el momento de la votación en Diputados
La madre de Justina Lo Cane, Paola, festejó hoy la aprobación en Diputados de la llamada Ley Justina, que el 30 de mayo había sido aprobada en el Senado por unanimidad. "Siento mucha emoción, pero también mucha angustia", dijo Paola en diálogo con el canal de noticias TN.
La madre de Justina, muy emocionada en el momento de la votación en Diputados

La ley fue bautizada en honor a la hija de Paola, una chica de 12 años que murió a la espera de un trasplante de corazón en noviembre pasado. "Hoy es un día inexplicable, no tengo mas que recordar a mi hija con una sonrisa inmensa, a pesar del dolor", dijo Paola.
La familia de Justina fue aplaudida por los parlamentarios, tras la votación en el recinto
"Después de un día agotador, y cansados, ahora todo valió la pena. Es gratificante, en el dolor incluso, que haya sido mi hija la que inició todo esto. Me voy llena de felicidad porque era lo que ella quería. Yo sé que ella me abraza y me dice 'lo logré mamá'. Es lamentable que alguien tenga que morir para que una sociedad se despierte, pero es así", agregó Paola.
Esta nueva ley modificará la legislación actual sobre donación de órganos sancionada en 2005, la cual estableció la figura del "donante presunto". Aquella norma, si bien establecía que toda persona mayor de edad es donante de órganos, a su muerte la última palabra la tenían los familiares.
La familia de Justina fue aplaudida por los parlamentarios, tras la votación en el recinto
Diputados sancionó que todos los mayores de 18 años sean donantes
"Actualmente, para ser donantes, las personas deben manifestar su voluntad de donar sus órganos. Si una persona muere y no manifestó su voluntad de donar sus órganos se pregunta a sus familiares si sabía cuál era voluntad -explicó la diputada Gabriela Burgos ( Cambiemos ), presidenta de la Comisión de Legislación Penal- Con esta ley serán donantes todas las personas mayores de edad. Los que no quieren ser donantes, podrán dejarlo expreso. Esta ley producirá un cambio de paradigma, ya que todos nos vamos a convertir en portadores para poder evitar una muerte por no recibir un órgano, un tejido o una célula."
Esperó a que ese corazón para su "leona" llegara, aferrado con uñas y dientes a la vida. Y sintió ahogarse en su propio llanto el 22 de noviembre pasado, cuando su hija Justina murió. Ayer, sentado en uno de los palcos del recinto de la Cámara de Diputados , Ezequiel Lo Cane volvió a tener un nudo en la garganta. Lo invade ahora la emoción. Está orgulloso del paso que lograron dar en menos de ocho meses, porque desde que su hija "pasó de plano", él sintió que tenía un compromiso ineludible. Logró materializar lo que ella le había pedido mientras ideaban juntos la campaña#Multiplicatex7: "Papi, ayudemos a todos los que podamos". Deseo cumplido: la ley que impulsó el caso de Justina fue aprobada ayer en el Congreso.
Como dice Lo Cane, el camino a partir de ahora para las 10.728 personas que están actualmente en la lista de espera del Incucai será un poco más simple, ya que la nueva ley de trasplantes se basa, según él mismo define, en tres pilares: "Desmitificar, simplificar y liberar a las familias de tomar una decisión tan difícil en el momento trágico de la muerte de un ser querido".


Puede ser renal, hepático, cardíaco, pulmonar, intestinal. También son miles los que esperan por un trasplante de córnea o de tejidos. "Entre el 25% y el 35% de esos pacientes fallecen esperando, y menos del 10% llegan a salvarse", enumera Lo Cane. Los datos recuerdan a Justina, que el 7 de septiembre pasado, con 12 años, entró de urgencia a la terapia intensiva de la Fundación Favaloro. Dos días después, luchaba por su vida en un quirófano, conectada a un corazón artificial y en estado crítico. "Lleva tres meses en cama. Le duele el cuerpo, el alma. Cuesta contagiarle esperanza, pero ella es una leona y se aferra a la vida", escribió su mamá, Paola, en Facebook el 1° de noviembre.
Justina, recuerda Lo Cane, hizo que muchos se inscribieran como donantes de órganos en el Incucai. Unas 48.000 personas se registraron la semana posterior a su muerte, el 22 de noviembre último. "En lo que va de 2017, ya son un total de 200.000, casi cuatro veces más del registro completo de 2016", grafica.
Contagiar esperanza y salvar vidas. "Es gratificante, en el dolor incluso, que haya sido mi hija la que inició todo esto. Me voy llena de felicidad porque era lo que ella quería", concluye Paola al término de la sesión.

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