La Plata, Baradero, Azul, Bahía Blanca, Sierra de la Ventana, Villa Gesell, Mar del Sud, Mar de Ajó, General Villegas y el delta de Tigre: nueve ciudades y un territorio de la provincia de Buenos Aires convertidos en objeto literario. En el libro Diez lugares contados, que se presentó en El Ateneo Gran Splendid, diez autores bonaerenses narran historias con esos sitios como escenario de la trama.
Guillermo Martínez, Sergio Olguín, Leonardo Oyola, Federico Jeanmaire, Gabriela Cabezón Cámara, Florencia Canale, Marcos Almada, Patricio Eleisegui, Alejandra Zina y Bibiana Ricciardi, impulsora del proyecto y autora del prólogo, eligieron lugares que tienen que ver, de una manera u otra, con sus respectivas vidas. Ya sea porque nacieron en alguna de esas localidades o porque allí crecieron, los escritores anclaron sus ficciones en personajes y leyendas locales.
Federico Jeanmaire escribió una historia que ocurrió en su pueblo, Baradero, que se la escuchó a su abuelo y a su tío. "Tuve que investigar bastante: se trataba de una familia que fue asesinada en el campo, cerca de Baradero, en 1868. Y del último fusilamiento que se hizo en la provincia de Buenos Aires. Una historia tremenda a la que le puse un poco de ficción, alguna hipótesis propia y quedó como una suerte de thriller gauchesco", contó
Florencia Canale, por su parte, eligió "ese divino hotel derruido, el Boulevard Atlántico, situado en Mar del Sud". Explica: "Mi relato tiene que ver con la historia de ese hotel y la llegada de una joven inmigrante rusa al lugar. Junté mi desvelo por nuestra historia, la fascinación por el lugar y retazos de mi propia historia por la llegada de mi bisabuela desde la Rusia Blanca".
Leonardo Oyola decidió viajar a La Plata por dos motivos "importantes": el primero, "ir al recital de una banda local que me gusta mucho (Las Armas-Buenos Aires) y, también, ir a bares con gente muy querida que vive allá. De esa noche, madrugada y mañana nació "De Memphis-Tennessee a Las Armas-Buenos Aires. O de cómo se escucha y se baila al rock de pasillo de Casanova a La Plata". Ricciardi, responsable de convocar a los autores, optó por General Villegas: "Me di el gusto de explorar el universo de Manuel Puig", dice.
Herramientas para la ficción
"El proyecto nació hace años cuando el oficio de periodista documentalista me empujó a la ficción. Cuánto más factible es atrapar algunos fragmentos de realidad con elementos de la representación. Orense, un pueblo del sur de la provincia de Buenos Aires al que viajaba muy seguido, cumplía 100 años. Algunos vecinos me pidieron que los ayudara a escribir un libro contando la historia. Entonces les propuse hacerlo con herramientas de la ficción. Así nació Orense cuenta su historia y yo aprendí una gran lección", recuerda Ricciardi, que creció en Bella Vista, "a 40 kilómetros (y muchas congestiones de tránsito y trenes abarrotados) de la Capital". Más tarde, con Orense como su lugar en el mundo, atravesó la provincia incontables veces por la ruta 3. "Transitar la llanura espesa de agua y verde desata mi imaginación. Necesitaba contar este espacio mítico y entonces se me ocurrió hacerlo convocando a colegas admirados que también tuvieran una relación con la región", completa la antóloga.
Federico Jeanmaire escribió una historia que ocurrió en su pueblo, Baradero, que se la escuchó a su abuelo y a su tío. "Tuve que investigar bastante: se trataba de una familia que fue asesinada en el campo, cerca de Baradero, en 1868. Y del último fusilamiento que se hizo en la provincia de Buenos Aires. Una historia tremenda a la que le puse un poco de ficción, alguna hipótesis propia y quedó como una suerte de thriller gauchesco", contó
Florencia Canale, por su parte, eligió "ese divino hotel derruido, el Boulevard Atlántico, situado en Mar del Sud". Explica: "Mi relato tiene que ver con la historia de ese hotel y la llegada de una joven inmigrante rusa al lugar. Junté mi desvelo por nuestra historia, la fascinación por el lugar y retazos de mi propia historia por la llegada de mi bisabuela desde la Rusia Blanca".
Leonardo Oyola decidió viajar a La Plata por dos motivos "importantes": el primero, "ir al recital de una banda local que me gusta mucho (Las Armas-Buenos Aires) y, también, ir a bares con gente muy querida que vive allá. De esa noche, madrugada y mañana nació "De Memphis-Tennessee a Las Armas-Buenos Aires. O de cómo se escucha y se baila al rock de pasillo de Casanova a La Plata". Ricciardi, responsable de convocar a los autores, optó por General Villegas: "Me di el gusto de explorar el universo de Manuel Puig", dice.
Herramientas para la ficción
"El proyecto nació hace años cuando el oficio de periodista documentalista me empujó a la ficción. Cuánto más factible es atrapar algunos fragmentos de realidad con elementos de la representación. Orense, un pueblo del sur de la provincia de Buenos Aires al que viajaba muy seguido, cumplía 100 años. Algunos vecinos me pidieron que los ayudara a escribir un libro contando la historia. Entonces les propuse hacerlo con herramientas de la ficción. Así nació Orense cuenta su historia y yo aprendí una gran lección", recuerda Ricciardi, que creció en Bella Vista, "a 40 kilómetros (y muchas congestiones de tránsito y trenes abarrotados) de la Capital". Más tarde, con Orense como su lugar en el mundo, atravesó la provincia incontables veces por la ruta 3. "Transitar la llanura espesa de agua y verde desata mi imaginación. Necesitaba contar este espacio mítico y entonces se me ocurrió hacerlo convocando a colegas admirados que también tuvieran una relación con la región", completa la antóloga.
El proyecto contó con el apoyo de la Subsecretaría de Políticas Culturales del Ministerio de Cultura de la provincia de Buenos Aires y con la editorial Planeta como encargada de la distribución. "El libro se escribió transitando la provincia, viajando a indagar con cada uno de los escritores algún espacio que por pertenencia o mitología traccionara una narración. Nos acompañó Andrés Yrigoyen, un cineasta platense capaz de completar el milagro: el libro va acompañado del relato documental que muestra la indagación de cada uno de nosotros".
Al respecto, retoma Jeanmaire: "Fue muy interesante porque viajamos con un equipo de filmación: anduvimos por los restos de la casona donde ocurrieron los asesinatos, por el lugar donde ocurrió el fusilamiento y también en el cementerio, donde está enterrado uno de los asesinos, justo en la escalera de mármol que está en la entrada del viejo cementerio. Dicen que está enterrado de pie para que cada persona que ingrese le pise la cabeza por los siglos de los siglos".
El documental con el registro audiovisual del trabajo, del que ayer se proyectó un adelanto, se puede ver online en el sitio www.cine.ar/play. Son diez cortos de cinco minutos cada uno filmados en los diez lugares narrados por los diez escritores que se sumaron a este original proyecto.
A cada pueblo le llega su autor
Al respecto, retoma Jeanmaire: "Fue muy interesante porque viajamos con un equipo de filmación: anduvimos por los restos de la casona donde ocurrieron los asesinatos, por el lugar donde ocurrió el fusilamiento y también en el cementerio, donde está enterrado uno de los asesinos, justo en la escalera de mármol que está en la entrada del viejo cementerio. Dicen que está enterrado de pie para que cada persona que ingrese le pise la cabeza por los siglos de los siglos".
El documental con el registro audiovisual del trabajo, del que ayer se proyectó un adelanto, se puede ver online en el sitio www.cine.ar/play. Son diez cortos de cinco minutos cada uno filmados en los diez lugares narrados por los diez escritores que se sumaron a este original proyecto.
A cada pueblo le llega su autor
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