CUANDO SE ROBARON LOS DIENTES DE BELGRANO
Argentina es un país en donde los ingratos y turros suelen ocupar cargos públicos, aunque no lo crea, esto paso realmente, al pie están referenciados los diarios de epoca que cuentan la historia. Resulta que cuando exhumaron los restos para llevarlos al mausoleo que se construía y dos ministros de Roca (de los cuales dare sus nombres) se quedaron con un par de dientes del prócer.
En 1902, a 82 años de la muerte de Manuel Belgrano, el gobierno del Gral Julio A. Roca decidió levantar un mausoleo que contuviese sus restos.
La obra fue adjudicada al escultor italiano Ettore Ximenez, ganador del concurso público. Se nombró una comisión que se encargaría de levantar los restos de la humilde tumba original y depositarlos en una bandeja de plata a la espera de la finalización de la construcción del monumento.
La exhumación se concretó el 4 de septiembre. Rodeados de curiosos, estaban los integrantes de la comisión presidida por el Ministro del Interior, Joaquín V. González y el de Guerra, Coronel Pablo Richieri. Le daba legalidad a los hechos el Escribano Mayor de Gobierno, Enrique Garrido y bendecía la ceremonia el Prior del Convento de Santo Domingo, Fray Modesto Becco1.
La excavación se hizo con mucho cuidado y permitió comprobar que la humedad y el paso del tiempo habían desintegrado el ataúd. Sólo quedaba algo de polvo, clavos, pocos huesos y varias piezas dentarias.
El diario La Nación, dirigido por su fundador, el general e historiador Bartolomé Mitre, relataba así el episodio: “El presidente de la comisión, Souto, y los ministros del Interior y de Guerra, Joaquín V. González y Pablo Riccheri, junto a los médicos Marcial Quiroga y Carlos Malbrán presidieron el acto en que se levantó la losa del suelo. Ettore Ximenez removió los escombros con cuidado pero debajo de la lápida no había ningún ataúd en la bóveda. El escultor siguió removiendo hasta que encontró debajo de la bóveda los despojos de Belgrano”2.
A las pocas horas salió a la luz lo que sería la comidilla política por varios meses y fue narrado así por el diario La Prensa: “Llama la atención que el escribano del Gobierno de la Nación no haya precisado en este documento los huesos que fueron encontrados en el sepulcro; pero no es esta la mayor irregularidad del acto para honrar al héroe más puro e indiscutible de la época de nuestra emancipación. Entre los restos del glorioso Belgrano que no habían sido transformados en polvo por la acción del tiempo se encontraron varios dientes en buen estado de conservación y se los repartieron el Ministro del Interior y el Ministro de la Guerra. Ese despojo hecho por los dos funcionarios debe ser reparado porque esos restos forman una herencia que debe vigilar la gratitud nacional: no son del Gobierno sino del pueblo de la República, y ningún funcionario puede profanarla”3. La nota concluía: “Que devuelvan esos dientes al patriota que menos comió en su gloriosa vida con los dineros de la Nación”.4
El escándalo había tomado estado público y La Prensa daba cuenta de dos cartas de Fray Becco. “El Sr. Ministro Joaquín V. González, que llevó un diente del general Belgrano para mostrárselo a varios amigos, acaba de remitirme esa preciada reliquia del glorioso prócer”5 y en la otra decía: “El Sr. Ministro de Guerra depositó en mis manos el diente de Belgrano que llevara para presentarlo al general Bartolomé Mitre”.6
La denuncia periodística logró que todo vuelva a la normalidad y que los dientes cambiaran su pretendido destino de souvenir para ser reintegrados y depositados junto a los huesos del prócer en el Convento de Santo Domingo, donde el 20 de junio de 1903 el presidente Roca inauguraría el Mausoleo que hoy puede visitarse en la esquina de Defensa y Avenida Belgrano, levantado en honor a uno de los hombres más honesto, coherente y brillante de la historia argentina.
1. José L. Molinari, Manuel Belgrano, sus enfermedades y sus médicos. En Revista Historia, T.III, año V, junio-septiembre 1960, N° 20. Colección Mayo patrocinada por la Comisión Nacional de Homenaje al 150 Aniversario de la Revolución de Mayo. 1810-1960, p. 141.
2. Diario La Nación, Bs.As., 5/9/1902.
3. Diario La Prensa, Bs.As., 5/9/1902.
4. Idem. 5. La Prensa, 6/9/1902. 6. Idem
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