¿Estás preparado para los trabajos del futuro?
Imaginate que recibís una carta anunciándote que vas a competir en los próximos Juegos Olímpicos. ¡Ya está! Tenés tu lugar asegurado en Tokio 2020. Pero hay una salvedad: no se sabe aún en qué disciplina te tocará competir. Eso se decidirá en un sorteo el día anterior al comienzo de los Juegos Olímpicos, y puede tocarte cualquier alternativa: sea tiro al plato, levantamiento de pesas, maratón, lucha grecorromana o clavado desde un trampolín. ¿Cómo te prepararías para esa competencia?
Ese es el desafío que enfrentamos hoy todos con respecto a los trabajos del futuro. Con creciente frecuencia, diferentes estudios hablan de la inminente destrucción de empleo que las tecnologías generarán en las próximas dos décadas. Dos tercios de los trabajos actuales -los informes auguran- van a desaparecer. En su lugar surgirán roles nuevos muy diferentes de los que hoy desempeñamos. El cambio no será tan repentino, hay tiempo de ir preparándonos. Pero prepararnos, ¿para qué? ¡Lo único que sabemos de esos nuevos empleos es que no tenemos idea de cómo serán!
Alma Larroca |
El problema, de todos modos, es mayor de lo que parece porque la mayoría de las personas desatendemos las alertas. A pesar de que ve en los medios cada vez más notas sobre estos temas, seguimos adelante con nuestra vida sin hacernos cargo de lo que acabábamos de leer. ¡Dos de cada tres trabajos actuales pronto dejarán de existir!
Hace unas semanas, en mi columna radial, hablé sobre esto y realicé antes una encuesta a varios miles de personas para incorporar los datos en la preparación del material. Los resultados fueron claros: el 71% de las personas creen que su trabajo no desaparecerá.
Y aún cuando pasara, el 69% se considera ya preparado para los nuevos trabajos que surjan. ¡El primer paso para solucionar un problema es reconocerlo como tal!
Armando la columna consulté también a los gerentes de Adquisición y Retención de Talento de varias de las mayores empresas que operan en el país. A ellos les pregunté qué rasgos eran los más buscados para seleccionar un candidato hace 10 años, cuáles ahora y cuáles estimaban que serán los necesarios de aquí a una década. La conclusión fue reveladora: antes se buscaba conocimiento técnico y dedicación, es decir, habilidades duras y cumplimiento de normas. Hoy lo más importante es el trabajo en equipo, la empatía y la resiliencia, habilidades más blandas. En el futuro la clave será la flexibilidad, el aprendizaje continuo y la creatividad/innovación -habilidades mucho más blandas aún- y la capacidad ya no de cumplir sino de romper las reglas.
La visión de estas personas nos da una pista de cómo prepararnos para los Juegos Olímpicos: no importa tanto aprender cosas específicas como desarrollar la capacidad de seguir aprendiendo de manera constante e incentivar nuestra creatividad.
Quizá una primera pregunta para que te hagas sea si te parece que esas son las habilidades que privilegia la institución que hayas elegido para educar a tus hijos. Si apunta sobre todo al conocimiento técnico y el cumplimiento de normas, ¡tus chicos se están preparando para el año 2005 en vez del 2025! La siguiente pregunta que te propongo pensar es si estás anticipando correctamente los cambios que se avecinan en tu propia actividad profesional.
Y finalmente, la última cosa para que te cuestiones es qué lugar ocupa tu propia formación en tu vida y qué habilidades estás priorizando desarrollar.
¿Te estás preparando para seguir aprendiendo siempre y para romper las reglas? Seguramente sea la clave para tu trabajo del futuro.
S.B.
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