miércoles, 1 de noviembre de 2017

¿TE TOMÁS UN FECA?

San Telmo mantiene la particularidad, o mejor dicho la alegría, de ser el único barrio porteño que se regocija en albergar en sus calles el arrabal tanguero y el alma negra del candombe.
Este barrio tradicional, en un rincón del sur de la ciudad, conserva su imagen antigua, con casas de la época colonial y calles empedradas. Entre ellas, bares que recuerdan lo que fue el espíritu de la sociedad en aquellos tiempos...


La Puerto Rico Café 


En Noviembre de 1887, el aire de la Catedral al Sur, en el barrio de Monserrat, se perfumó con el aroma del café recién molido. Don Gumersindo Cabedo abrió La Puerto Rico, en un local de la calle Perú, entre las de Alsina y Moreno: lo llamó así, debido a que vivió algún tiempo en Puerto Rico, tierra de buen tabaco y apreciado
café, sitio al que Cabedo recordó con mucho afecto.En Perú funcionó el café hasta 1925, año en que pasó a ocupar el local de Alsina 416, donde hoy continúa ofreciendo su hospitalidad y su buen café. José Ingenieros, Paul Groussac, Arturo Capdevilla, José María Monner Sanz y Rafael Obligado frecuentaron sus mesas.Durante muchos años fue uno de los lugares de reunión preferido por los alumnos del Colegio Nacional de Buenos Aires. El pintor Willy Guzmán, el fotógrafo Alberto E. López, el relojero urbano Alberto Selvaggi, el arquitecto José María Peña y sus colaboradores del Museo de la Ciudad, son algunos más entre sus tantos y consecuentes clientes.La fachada de La Puerto Rico combina el granito negro revistiendo los muros, con las amplias vidrieras, la carpintería de madera y su puerta de dos hojas con vidrios esmerilados con la síntesis de una taza de café y su nombre.

 En la vidriera aparece el muñeco característico del local, un negrito con ropa blanca y sombrero anaranjado. El frente se completa con dos toldos verdes.El salón, de generosas dimensiones, con una capacidad de 180 personas tiene alrededor de 70 mesas, redondas y rectangulares con tapa de mosaico granítico que lleva incrustada en estaño, el nombre del café. La base es de madera.En las paredes, la boiserie alcanza una altura de dos metros, que intercala espejos de medialuna, donde se reflejan las siete columnas existentes. El piso de mosaico granítico decorado, tiene alusiones a su nombre y estilizadas figuras de negritos y de barcos de vela triangular.Una baranda de madera torneada, divide en dos al salón.En el mostrador próximo al acceso se vende café recién molido, aproximadamente 180 kilos diarios. Hay además bombones, masas secas y facturas.Un afiche de Gardel con sombrero y clavel rojo en el ojal; las plantas; el Diploma del Museo, y el paño con vidrio decorado en el cielorraso, dejan su impronta entre los detalles de la ambientación.
La concurrencia es variada, lo mismo que la consumición, si bien gana el café, ya sea solo o con leche y medialunas, los sandwiches especiales de pavita con tomate, o los de pan negro con jamón crudo y queso son muy solicitados, lo mismo que los submarinos, la torta de manzana, los scones, y también ahora, las pizzas en los modelos clásicos.Los mozos, varios con muchos años en la casa, visten pantalón negro, camisa blanca, chaleco y moño a cuadritos rojos y negros.En 1999 La Legislatura de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires Declara a La Puerto Rico Café como "Sitio de Interés Cultural" y "Bar Notable"es una de las tres casas mas antiguas de la Ciudad de Buenos Aires .
Info:
Alsina 416, San telmo
Teléfono: (5411) 4331-2215/2216/4178
http://lapuertoricocafe.com.ar

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