martes, 3 de octubre de 2017

BUENOS AIRES INFORMA


Medirán datos ambientales con 1000 sensores distribuidos en todos los barrios
La instalación culminará en noviembre y servirá para obtener datos en tiempo real sobre el clima, el tránsito y el movimiento de peatones; se colocarán en zonas estratégicas
Mil sensores, distribuidos por toda la ciudad, serán parte de una red de medición de variables ambientales y de comportamiento urbano que permitirá organizar respuestas en tiempo real. Por ejemplo, ante fenómenos climáticos, se podrán evitar accidentes y daños con medidas preventivas; también, luego de estudiar el tránsito de peatones y vehículos se podrían generar políticas públicas de movilidad.
Esta plataforma de sensores, presentada en el Ministerio de Modernización, Innovación y Tecnología, está compuesta de 100 módulos, con diez dispositivos en cada uno, de alta tecnología y esparcidos estratégicamente en todos los barrios. Los primeros dos ya se instalaron en la zona de Parque Lezama y el Parque de la Ciudad; el resto forma parte de un trabajo progresivo que culminará en noviembre.
Los sensores detectarán niveles de ruido, radiación solar, temperatura, precipitaciones, nivel de dióxido de carbono en el aire y hasta vibraciones sísmicas. La base de datos será ofrecida a diferentes áreas gubernamentales para que utilicen la información que consideren necesaria.
Toda la información registrada en la plataforma se transmitirá en tiempo real a través de una red llamada Low Range WAN (LoRa), que conecta los sensores entre sí y con otros dispositivos. Se trata de una herramienta innovadora que permitirá por primera vez a la Ciudad producir datos en tiempo real de manera sistemática.
El soporte tecnológico lo aporta Microsoft. "A través de nuestra nube inteligente habilitamos a la Ciudad para transformar y mejorar los servicios, el acceso a la información y el bienestar de los vecinos", dijo el gerente general de Microsoft Argentina, Diego Bekerman.
El proyecto prevé una inversión total de $ 14 millones y contempla la instalación de la infraestructura de la red y los dispositivos de telemetría. Aún no se terminaron de definir los lugares exactos donde se colocará cada uno de los cien módulos, aunque se prevé cubrir todas las comunas con un mínimo de dos sensores en cada una.
Desde el ministerio ponderaron el potencial que tendrá la plataforma de sensores, que permitiría añadir de manera modular distintas redes similares para dar soporte, por ejemplo, a otras áreas del gobierno con distintos proyectos de sensorización. "Los sensores estarán al servicio de la vida de los porteños. Con esta tecnología podemos tomar mejores decisiones, predecir fenómenos y, a su vez, potenciar a emprendedores y vecinos", explicó el ministro de Modernización, Innovación y Tecnología, Andy Freire.
Posibles usos
Los mil sensores distribuidos en todos los barrios podrían aportar información útil para la confección del mapa del ruido porteño, si bien sólo para realizar un análisis superficial. La Agencia de Protección Ambiental (APRA) tendría a disposición esos datos, aunque ya cuenta con un mecanismo específico para estudiar el comportamiento del ruido en las calles porteñas. Según dijeron desde el organismo, el conglomerado de información estará listo a fines de año.
Los últimos datos oficiales disponibles son de 2014, por lo que esa actualización saldará una deuda pendiente, ya que la ley 1540 establece que la problemática se debe abordar por comuna en forma periódica. Sancionada en 2004, la norma establece como límite 65 decibeles (dB) para el día en áreas residenciales y hasta 70 dB en zonas comerciales.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) determinó que los sonidos por encima de los 70 dB resultan molestos, y son perjudiciales si superan los 90 dB. En algunas de las esquinas de Buenos Aires se superan esos límites o se está muy cerca. Según un estudio del Consejo Económico y Social y la Universidad de Palermo, el cruce de 9 de Julio y Corrientes es el más ruidoso: allí se generan 76,18 dB de día y 68,97 de noche. Cabildo y Juramento le sigue con 69,4 dB de día y 67,7 dB de noche.
Además de los datos ambientales para prevenir y actuar en eventos climáticos, la información sobre la dinámica de la movilidad porteña le daría un aporte a la Secretaría de Transporte y Tránsito porteña, que ya viene realizando mediciones del comportamiento de la circulación. Mediante cámaras instaladas en las principales vías y sensores colocados bajo el asfalto se mide, por ejemplo, el flujo de tránsito.
Otros usos posibles están vinculados con el turismo, para identificar nuevos polos y recorridos; con controles sobre plagas y mosquitos y con la detección de posibles focos de contaminación del aire, por barrio y comuna. El gobierno prometió que la información estará abierta para que cualquier vecino la pueda consultar.

M. G.

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